PASADO Y PRESENTE DE LA HISTORIA DE LOS SUBALTERNOS.
MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB
Director Grupo Presidencialismo y Participación,
XIII SEMINARIO INTERNACIONAL GRAMSCI, 14-16 NOVIEMBRE 2017
LA FARC, EL PARTIDO AGRARIO, Y EL 1o. de SEPTIEMBRE.
"Al fin aparece un partido antisistema, tendrá respaldo con una realidad social tan inequitativa." Luis Fernando Velasco, precandidato liberal a la presidencial, ET, 3/09/17, p. 8.
De nuevo tenemos en Colombia la presencia de un partido político, la Farc, Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, con la característica histórica de representar los intereses del campesinado pobre, el proletariado agrícola y una parte considerable del campesinado parcelario.
Es una población de varios millones que no sucumbió al más brutal desplazamiento de la historia nacional, y que logró mantener la posesión de la tierra por la vía armada, enfrentando a los terratenientes, que implementaron todas las formas de lucha, con el apoyo del gobierno estadounidense, el centinela imperial de la región.
Antecedentes borrosos, y doble camino subalterno
Tal fue la característica política de los subalternos marquetalianos en resistencia, quienes empezaron siendo, en lo fundamental, un desprendimiento del gaitanismo radicalizado, en armas, luego del asesinato del líder popular del liberalismo, Jorge Eliécer Gaitán, quien para 1948 era el más opcionado candidato a la presidencia, y activo demandante en calles y plazas de paz para Colombia.
Hablamos de un exalumno de la escuela de derecho de la Universidad Nacional, de orígenes pequeño burgueses, nacido en Bogotá, del matrimonio de una maestra de escuela y un librero. Y quien hizo su bautizo político, defendiendo los intereses de los pobres del campo, obreros y campesinos.
Gaitán, luego de ser un penalista formado bajo las banderas del positivismo italiano, con la tutela intelectual de Enrico Ferri, quien fuera también un diputado socialista, cuando emergía con fuerza inusitada el fascismo, regresó y se hizo activo en la política de resistencia liberal, y apoyó la candidatura del ex embajador Enrique Olaya Herrera.
Mahecha, Gaitán y Tejada
Él puso pronto a prueba los alcances de su socialismo liberal, que empezó a teorizar en su tesis de grado: "Las ideas socialistas en Colombia," que le dirigió el padre Bermúdez, un jesuita, que aceptó serlo luego de muchos rechazos de otros docentes. Gaitán estaba en contrapunto con el leninismo de Luis Tejada, periodista y poeta de circunstancia. Animador de los primeros círculos marxistas, en compañía de Gabriel Turbay, y otros, en la Colombia que despertaba con violencia en el siglo XX .
Gaitán se hizo notar, viniendo de la generación llamada de "los nuevos", aunque otros lo ubican como centenarista, porque adquirió notoriedad en 1910, cuando siendo parte de la representación del liberalismo en la oposición contra la hegemonía conservadora, defendió con otro liberal, Gabriel Turbay, en el congreso la causa de los trabajadores colombianos, que escuchó, entre otros, el testimonio de Alberto Castrillón, y acerca de la muerte del obrero Erasmo Coronel en diciembre de 1928.
Los huelguistas fueron masacrados por el general Cortés Vargas, en Ciénaga y sus alrededores cuando protestaban contra la inmisericorde explotación de la United Fruit Company. La huelga había sido organizada por el partido socialista revolucionario, cuyo dirigente principal era Raúl Eduardo Mahecha. Estos hechos tuvieron "consagración" literaria, primero, en la cuentística de Álvaro Cepeda Samudio, y luego en Cien Años de Soledad, donde Gabo recuperó las memorias de su abuelo, Gerineldo Márquez.
Un primer partido revolucionario
Aquel partido radical, el naciente PSR, compuesto por trabajadores del campo y la ciudad, de puertos y obras públicas, e intelectuales pequeño-burgueses, Mahecha mismo, Ignacio Torres Giraldo, María Cano, Tomás Uribe Márquez, era una expresión de la democracia revolucionaria que luchaba en los enclaves neocoloniales, y en los espacios de disputa agraria y urbana, del incipiente capitalismo nacional.
Ya había suscrito las 21 condiciones establecidas por la Tercera internacional, cuando la inmensa mayoría de la socialdemocracia claudicó ante la burguesía nacional, y se hizo partícipe de la guerra imperialista.
(CONTINUA)
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