15 de septiembre de 2017

CLAUDIA LÓPEZ A LA PALESTRA, Y EL OTRO CORO.

Miguel Angel Herrera Zgaib
profesor asociado, Ciencia Política, Unal
Director XIII SEMINARIO INTERNACIONAL GRAMSCI, 14-16 de noviembre de 2017.
A 100 años de la revolución proletaria y campesina.

Ayer se realizó el momento culminante del partido denominado Alianza Verde, que tuvo como referente con aval al partido Verde, y en el cual concurrieron diferentes liderazgos con éxito electoral relativo dentro de las agrupaciones menores.

Esta vez, de cara, al ciclo electoral de 2018, esta politóloga formada en las canteras de la Universidad regentada por la familia Hinestrosa, luego de hacer un recorrido por la burocracia, bajo las banderas del neoliberalismo.

Los antecedentes

Luego hizo su ejercicio periodístico y atendió con interés manifiesto en su columna de Semana, al modo cómo se estaban ganando las elecciones en el tiempo de Álvaro Uribe, en el modo cómo iba adquiriendo personería la construcción del régimen para-presidencial en Colombia.

Entonces ella propuso con cautela lo que denominó resultados atípicos, intentado de cierto modo, categorizar lo que era un fraude electoral manifiesto, descarado e insultante, no de entonces, sino, cuando menos, desde los tiempos del Frente Nacional, y su aparente/descarado consociacionismo, que describió Jonathan Hartlyn con términos, más prudentes, régimen de coalición. Así apareció publicado su trabajo doctoral traducido al castellano.

Después Claudia se hizo columnista de El Tiempo, hasta que fue sacada a sombrerazos, por el nuevo propietario de las acciones del periódico, que había sido comprado y refundado por Eduardo Santos, al patriarca Villegas, su suegro, a comienzos del siglo pasado.

Así las cosas, ella había establecido una asociación con la fundación Arcoiris, de León Valencia, un exeleno, que había aceptado con otros reincorporarse a la vida civil, después de los acuerdos de paz tramitados y plasmados en el gobierno Barco, cuando se le dio vía libre a la Constituyente.

En ese periplo se le dio forma al proyecto de Refundaron la patria, que con fondos bien provistos tradujo los hallazgos de Claudia y otros en una documentación, con discriminación departamental del fenómeno de la parapolítica, sin aventurar una caracterización definitiva del fenómeno.

Con este respaldo, dicen, Claudia se presentó con su propuesta doctoral a la U. de Chicago, una universidad donde el cuantitativismo tiene uno de sus emporios, pero, que, además, en los años 30, incubó el proceso denominado revolución conductista.

Allí abrevaron los trabajos del politólogo Herbert Simon, primer premio Nobel, por sus contribuciones a la administración pública; y el gurú del monetarismo, MIlton Friedman. Y el abuelo neocon de la filosofía política, Leo Strauss, un judiío alemán emigrado en 1933, que compartió circunstancialmente aulas con Hannah Arendt, y pare de contar.

El resultado de la presente encuesta

Claudia López hizo hoy una ronda por las emisoras de más sintonía, para informar de su triunfo y el alborozo que la embarga, al ser pionera de la primera coalición para 2018, que saltó a la palestra.

Sin embargo ella, para nada divulgó que yo haya escuchado, los resultados. Por qué? Porque lo que arrojó el Centro de Consultoria fue desfavorable para esta primera salida, en búsqueda de un limitado favor popular. Ella le ganó a Navarro, que obtuvo, 17 %, y ella 34%, mientras que, el real ganador fue la abstención, superior al 46 por ciento.

Claudia y Antonio, son figuras de centro, con prosapia liberal socializante. Ellos son reformistas, y no pueden no serlo, para poder competir con la reacción y la derecha, que se calcula, individualmente, cuenta con la mayoría de votos, pero,a la fecha están dividido.

Este dúo dinámico centro liberal, siguió un recorrido táctico trillado, previo, el que han hecho todos los que han ganado desde los tiempos de Andrés Pastrana. Porque los partidos del régimen de coalición, ninguno, por sí solo, pudo desde illo tempore ganar una elección solo.

Los que ganaron, en particular, Álvaro, y su uribismo tuvieron que acudir a instrumentos non sanctos, en particular al "voluntariado" de las AUC, como está requete documentado, sin que nada haya pasado hasta nuestros días

El liberalismo antes y después del esperpento del FN

Eso sí, de los dos, el que más voto tenía desde la crisis orgánica de 1945/46, sabido está, era el liberalismo, como se puso de presente al sumar el resultado de los dos candidatos de estirpe liberal, el oficialista Gabriel Turbay, y el disidente, Forfe Eliécer, como le decía el humorista de la casa Santos.

Ese fue el reconocimiento que se plasmó con el bipartidismo del Frente Nacional, que impuso la exclusión de las demás manifestaciones políticas nacionales. En la votación del plebiscito quedó registrada la primera rebeldía, que votó en contra de la manguala bipartidista, con el "altruista" propósito de cerrar las heridas de la violencia.

Uno de cuyos más notorios animadores de la rebeldía contra este esperpento político, con pretensiones de consociacismo, fue para quienes tienen memoria, curiosidad, fue Antonio García Nossa; y Jorge Leyva, el padre de Álvaro, quien concurrió a la primera elección en disidencia, enfrentado al primer ungido, Alberto Lleras Camargo.

El porqué de un Frente Común para ganar

El representante Inti Asprilla, que heredó el quehacer de su padre, quien fue parte del petrismo, pero, con su proyecto político de Democracia directa, que no resistió las andanzas de Doña Juana, donde se confundió lo jurídico y lo político, hizo a la triunfadora y el perdedor, una advertencia, que era necesario incorporar a Gustavo Petro en la coalición.

No conozco los términos, pero sí los resultados de la encuesta del Centro nacional de consultoría. Ella prueba, lo que Claudia alega, que para ganarle a la coalición a la vista de la derecha y la reacción, en la segunda vuelta, hay que pasar la encerrona de la primera, y para ello se requieren varios millones de votos, y para ganar la segunda, alrededor de 10 millones, porque se supone que la abstención no variará significativamente.

Sin embargo, no bastan las cuentas de Inti Asprilla, aun sumado Petro, se requieren más votos, no solo para ganar el mayor número de congresistas, sino también la presidencia. Esto quiere decir, que Claudia y compañía tiene que darle cabida a la izquierda, hoy por fuera de esa coalición, esto es, a Clara López, al nuevo partido La Farc, y a los movimientos que se agrupan todavía bajo las plataformas de Congreso de los Pueblos y Marcha Patriótica.

Para resumir se requiere, en mis términos, un frente común que incorpore las fuerzas de izquierda, centro, y democráticas, que ya perfilan sus liderazgos, los que aquí a noviembre estarán más que claros. Dicho de cual la soberbia de Claudia, y los que le hacen la segunda y tercera voz tendrá que aprender. Tal como lo recuerda la canción de Daniel Santos, si no, la más propicia posibilidad de victoria contra el clientelismo y el neoclientelismo armado y desarmado, se frustrará con las responsabilidad que se derivan de tal cegatonería.

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VII SEMINARIO INTERNACIONAL ANTONIO GRAMSCI

DEMOCRACIA, GUERRA Y NUEVA REPÚBLICA, 1512-2012.

GRUPO DE INVESTIGACIÓN PRESIDENCIALISMO Y PARTICIPACIÓN.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Carlos Bohrt; Sandro Mezzadra, Justo Soto, Francisco Hidalgo, Miguel Angel Herrera