Cátedra CHE
Los responsables del Asesinato (III)
miguel angel herrera zgaib
Coordinador de la Sociedad GlobAL Gramsci, SGG/GGS
"Tú vas a matar a un hombre". Palabras del Che, cuando entran los rangers a matarlo, en La Higuera.
En el conversatorio realizado por la televisión boliviana, entre Gonzalo Mendieta, Carlos Soria, y Gustavo Rodríguez, al cumplirse medio siglo del asesinato impune del Che, Gustavo contra-argumenta lo dicho por Gonzalo, que el Che adolecía de visión política en su tarea de impulsar la revolución en América Latina, Asia y Africa.
Él recuerda a la teleaudiencia las contradicciones que la izquierda tenía con el dictador René Barrientos, quien derrocó a Víctor Paz Estenssoro, en connivencia cada vez más estrecha con el gobierno estadounidense y la CIA.
"Crear dos, tres, muchos Vietnam, es la consigna." Expresión del Che, que hace parte del Mensaje a la Tricontinental, enviado desde Bolivia.
Gustavo refuta la idea que la guerrilla bajo el comando del Che fuera improvisada, y resalta, eso sí, que para su posible triunfo lo que importa es la respuesta de la sociedad al ejemplo dado por el denominado "foquismo". Conviene señalar aquí, que el primer núcleo establecido en Bolivia constaba de 47 combatientes, y entre ellos, 16 cubanos, preparados con anterioridad para estas operaciones.
Hay un hecho relevante en los episodios de la guerra de guerrillas, la masacre de San Juan, después del cual el Che cambia su seudónimo. Dejó de llamarse Ramón y se convierte en Fernando Sacamuelas.
Mientras tanto el cerco de los rangers entrenados por los asesores militares estadounidenses sigue cerrándose, y con estos andan dos agentes de la CIA, los cubano-americanosGustavo Villoldo y Félix Ismael Rodríguez, quien estuvo en La Higuera al lado del coronel Zenteno Anaya.
Gustavo, quien estudió con detalle lo que pasó los días 8, y 9 de octubre, recuerda que el presidente Evo Morales en una de sus intervenciones públicas señaló al general Gary Prado como uno de los asesinos del Che, es decir, uno de los autores intelectuales, porque los materiales están hace tiempo identificados.
Sobre este punto cita también la nota escrita por el después general boliviano Zenteno Anaya, y los comentarios de los agentes de la CIA, quienes estaban en la operación de la compañía B de rangers bolivianos que dio con el paradero del Che. En particular, Gustavo menciona al papi Shelton.
La prueba del crimen impune
Es conocido el testimonio y comentarios de Félix Rodríguez, quien conversó con el sargento Terán, a quien le dijo: "Sargento, hay instrucciones de su gobierno de eliminar al prisionero". Y le indica antes del asesinato cómo debe proceder: "Le dije que debía dispararle por debajo del cuello porque tenía que parecer muerto en combate".
Tales fueron las afirmaciones del agente de la CIA en la entrevista que le hiciera el periodista Claudio Gatti. Con ellas queda claro para el mundo de qué modo encontró el Che la muerte, liquidado fuera de combate.
En su intervención en la tv boliviana, el pasado octubre, Gustavo recuerda que la responsable de la acción era la compañía B, al mando del entonces capitán Gary Prado, cuyo superior inmediato era el coronel Miguel Ayoroa, y en el nivel más alto de la cadena de mando estaban el general Zenteno Anaya y su superior el general Obando, y el propio dictador Barrientos. Ninguno de estos ha querido decir nada sobre lo acontecido, mucho menos asumir responsabilidad en el "ajusticiamiento" del guerrillero por fuera del combate.
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Hay otra figura militar de más alto rango, el general Obando, quien según fuentes americanas dio la orden que mataran al Che, después de practicarle un breve interrogatorio. Se especula aún, que los americanos no compartían esa decisión, porque querían mantener vivo al guerrillero y trasladarlo a los Estados Unidos para más amplios interrogatorios y pesquisas.
Una revelación
Por último, Gustavo Rodríguez insiste en que no solo mata quien dispara, el autor o autores materiales, sino también lo son los autores intelectuales, cuyos nombres ha referido. Pero, al mismo tiempo, revela a la audiencia que el sargento Mario Terán no fue el único autor material del asesinato del Che, a quien disparó una ráfaga con una carabina M-2. En el cuerpo exánime del guerrillero aparece otro tiro, cerca del corazón que fue el definitivo, disparado por un arma diferente.
En el lugar de los hechos había dos personas, una de ellas era un teniente de la compañía B, la del capitán Gary Prado, y es él quien testimonia que el Che nunca se rindió. Él mismo recuerda las ´palabras de Ernesto Guevara: "Tú vas a matar a un hombre."Lo que sigue hace parte de la leyenda.
Hoy, los restos del guerrillero heroico reposan en el mausoleo que el gobierno de Cuba destinó como homenaje y última morada del más famoso y legendario internacionalista latinoamericano después del libertador Simón Bolívar.
Su recuerdo y consecuencia ejemplares han resistido a todas las comercializaciones y banalizaciones, después que el mundo supo de su muerte en Bolivia, que había ocurrido el 9 de octubre de 1967, después de la una de la tarde, luego de su captura en las inmediaciones de la quebrada del Churo.
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