5 de marzo de 2017

GRUPO PRESIDENCIALISMO Y PARTICIPACIÓN, CIENCIA POLÍTICA, UNAL
PONENCIA PARA EL SEMINARIO INTERNO. MIÉRCOLES DE CONTROVERSIA.

CAPITALISTAS SIN SUBALTERNOS: HISTORIA DE LAS ÉLITES ECONÓMICAS EN COLOMBIA.
Juan Carlos García.
Grupo de investigación Presidencialismo y Participación

Presentación

Sirviéndose de las apreciaciones de Luc Boltanski y Chiapello (2002), el filósofo Libardo Sarmiento Anzola, estudioso de la economía política, en artículo homónimo al de los autores citados, El nuevo espíritu del capitalismo, discurre sobre las dinámicas de la infraestructura económico social en Colombia durante los últimos 25 años, en una contribución publicada en Desde abajo.

La suya es una reflexión que toma en consideración la crítica a la macroeconomía desde la riqueza social del trabajo y la política económica del Estado, la cual ha sido excluyente y elitista. Todo ello para poner en cuestión la realidad histórica que produjo el capitalismo colombiano durante el siglo XX: el proceso de la financiarización.

En los análisis históricos de Sarmiento Anzola existe el capitalismo colombiano; y para comprobarlo acude a la referencia de los datos, las tendencias, las instituciones, las organizaciones y los individuos líderes que hacen posible que desde los años setenta del siglo XX se despliegue en nuestro país la “hegemonía de una lumpen-oligarquía mafiosa,” articulada a la economía mundo capitalista.

Este complejo es lo que el autor nombra como el “nuevo espíritu del capitalismo” entre los años 1991-2016. Es decir, el presupuesto analítico del que parte el ensayista es que si hay élites capitalistas, debe haber capitalismo.


En el artículo de Sarmiento Anzola asistimos a tres fases del capitalismo colombiano: desde el siglo XIX hasta 1945, la incipiente y precaria industrialización, básicamente agraria agroexportador; le sigue el desarrollo industrial en las ciudades hasta la década de 1970, para pasar luego a la última fase, la financiarización especulativa de la economía global, cuando las finanzas hegemonizan la economía real voviéndolo un nuevo espíritu.

En estas tres etapas se va conformando una economía mundo capitalista, el Estado pierde soberanía, se asiste a una mayor explotación de la fuerza de trabajo, se incrementa el endeudamiento externo público y privado, existen privatizaciones en masa, oligopolios y monopolios se estructuran, una élite capitalista avara e impersonal se vuelve más voraz y con espíritu global de negociantes...

El capitalismo en su mayor esplendor crea una sociedad abiertamente capitalista en Colombia. Desde los años setenta en dos generaciones sucesivas la sociedad colombiana vivió una fuerte expansión, no vista en dos siglos atrás. De la empresa familiar local se pasó a la especulación financiera de la economía mundo capitalista. Sarmiento Anzola nos invita a tomar conciencia: vivimos en una sociedad capitalista mafiosa, violenta, desigual, financiarizada.
Crítica
Pensamos que con la expresión “nuevo espíritu del capitalismo” el autor da a entender las prácticas hegemónicas del sentido común capitalista. No obstante, la referencia de Sarmiento Anzola al “espíritu” se ubica en una lectura de ethos económico, una ratio de ganancia y beneficio privado centrado en las lógicas de acumulación, mas no desde un enfoque cultural o socio-cultural donde la sociedad civil existe en su dinamismo, como sería el caso de la expresión sentido común en la literatura de Gramsci.

Pero volviendo al punto: Sarmiento Anzola problematiza la hegemonía capitalista sin así llamarla. Pensamos, entonces, que su análisis económico es a propósito de una nueva cultura del capitalismo global. A esa nueva cultura él la llama “espíritu”.

Como decimos, el estudio planteado por el autor se limita al estudio de la infraestructura socio-económica, dejando de lado qué pasa con las superestructuras complejas, sociedad civil y sociedad política, salvo los rápidos comentarios a Constituciones, leyes y presidentes, que hacen causa con una lectura de élites capitalistas.

El texto referido por lo mismo podría ser considerado de tipo economicista: el capital explicando la financiarización.
En efecto, podemos considerar que lo que hemos leído es una historia de las élites empresariales, industriales y financieras, donde sobra y brilla por su ausencia la lucha centenaria de los trabajadores subalternos en el siglo XX, quienes trabajan en el capitalismo global hasta reproducirlo al límite.

Acaso en la lectura se da por descontado la despolitización de la sociedad civil y en ellas de los grupos y las clases subalternas, las cuales no aparecen en el nuevo espíritu del capitalismo: una historia sin sujeto, una historia sin trabajadores.


Volviendo al punto de discusión, cuando se hace una historia del capitalismo sin la lectura de las superestructuras se cae en una historia de las élites capitalistas. Todo lo cual acompaña el discurso de la macroeconomía en el tiempo de la financiarización.

Preguntas necesarias

1. ¿Podemos pensar la formación social del capitalismo colombiano solo desde las élites capitalistas?
2. ¿Cuál es la relación entre sociedad civil y sociedad política en el nuevo espíritu del capitalismo?
3. ¿Si la financiarización es la forma económica de la fracción hegemónica del Estado colombiano, mafioso por demás, cuál es su forma política, también mafiosa?
4. ¿Hay un tipo de Estado en el sistema mundo capitalista que sea óptimo a la “lumpen oligarquía mafiosa”?
5. ¿la guerra global reproduce o detiene el proceso de la financiarización?

Por último para cerrar este conjunto de preguntas, formulemos la siguiente:
¿Y qué pasó con las clases sociales, se transformaron o desaparecieron en Colombia?

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