25 de enero de 2017

UNA MIRADA SUBALTERNA
ANIMALISTAS, ANIMALES Y PROTESTA SOCIAL

miguel angel herrera zgaib

Luego de los incidentes de violencia dentro y fuera de la Plaza de Santamaría, quienes fueron partícipes de la manifestación, y las autoridades han hecho sus comentarios, ofrecido información y previsto nuevas acciones.

Al respecto escuché la mayoría de los apartes de la entrevista que Vicky Dávila hizo a Gustavo Petro, a quien esperó por un tiempo, mientras el concejal Hollman Morris, indicaba que cumpliría la cita. Estos son los resultados derivados de un análisis de lo leído y escuchado sobre el particular.
AYER

Gustavo explicó que salió a protestar acompañando a su hija de 15 años, quien decidió apoyar esta causa, que en la administración de su padre tuvo un apoyo manifiesto, hasta que hubo la sentencia de la Corte Constitucional.

Del poder judicial, su máxima instancia, se espera un nuevo pronunciamiento por estos días; y se comenta que hay dos posiciones entre los magistrados, acerca de la vida de los toros en la lidia en las plazas de Colombia.

El exalcalde comentó que fue testigo presencial del inicio de los disturbios que enfrentaron a policías, manifestantes, taurófilos, y un grupo de agitadores aún no individualizados, quienes aparecen sindicados como iniciadores de los desórdenes que produjeron heridos y lesionados.

Sin embargo, Petro dijo que la violencia comenzó con la agresión a un joven que estaba a la vista de él, a quien un policía golpeó en la cabeza con un bolillo. Recordó también que en las redes circuló desde entonces la imagen de un joven herido en la cara por un disparo hecho a dos metros por un integrante del Esmad.

HOY

En la radio, hoy, Miguel Uribe, secretario de gobierno, insistió que no fueron las fuerzas del orden las que iniciaron el uso de la violencia física, sino un grupo de vándalos. Infiltrados entre los manifestantes. Ignoró, o desconocía lo afirmado por el exalcalde Petro, y al mismo tiempo aludió a una conexión entre aquel hacer criminal y políticos, sin identificarlos.

Que se sepa, por supuesto, es que los políticos que asistieron a la protesta antitaurina fueron progresistas, Petro y Morris.

Igualmente, interrogado acerca de la violencia contra manifestantes, y quien fuera agredido en la cara, señaló que se estaban adelantando las investigaciones de rigor, pero que no se podía criminalizar al Esmad.

Corrigió, o aclaró el decir del alcalde, quien ayer, en un "gorjeo" dijo que a raíz de la violencia del fin de semana quedaba prohibida la manifestación para la segunda corrida de este domingo.

No, la protesta y la manifestación están permitidas en el Código de Policía vigente. Lo que el gobierno distrital garantizará es el acceso de los aficionados a la plaza sin que sufran agresiones físicas.

Recordó como una funcionaria de la personería fue agredida con un ladrillo, y como uno de los aficionados, sufrió conmoción cerebral. Además hubo agresiones contra los policías que en número superior a 1.000 fueron dispuestos para garantizar protección y seguridad aquel día. Igual número estarán en la Plaza y alrededores en la segunda corrida de la temporada.

MAÑANA

La corrida no ha sido suspendida, la protesta y la manifestación están autorizadas en el Código de Policía, siempre y cuando se comunique su realización, al menos por vía electrónica, con 48 horas de anticipación.

La policía estará dispuesta para preservar el orden, la vida, honra y bienes de los ciudadanos, en caso que estuvieran en, o corrieran algún riesgo. Las medidas concretas se acuerdan hoy en reunión convocada por la secretaría de gobierno. Pero, no está claro, quiénes asistirán, y en particular, si estarán allí, los manifestantes antitaurinos y sus voceros.

Está claro que no es posible autorizar violencia de ninguna parte, mucho menos conductas criminales para ventilar formas de vida, principios y creencias, cuando las reglas de juego mayores, las plasmadas en la Constitución no prescriben una cosmovisión o un programa de vida, pero sí, lo que Gregorio Peces Barba distinguía como valores supremos de una Constitución.

En materia de valores supremos están presentes la libertad, la igualdad, con el compromiso de promover que sea real y efectiva, la dignidad, el pluralismo, y la solidaridad, en el mayor rango.

UNA CODA TRAVERSA

En lo personal, aunque participé de una becerrada sin sangre, y con topetazo incluido, cuando era un niño de 7 años, no soy cultor de la tauromaquia.

Después, no encuentro reflexión o argumento que sustenten la razón de convertir un espectáculo que incluye la muerte como ingrediente principal, en la que la más de las veces muere el toro, y las menos los toreros, rejoneadores y sus caballos.

Tampoco hallo razón para señalar que el arte de matar toros sea parte de una tradición ancestral de nuestros "pueblos originarios", si los hay. Las torerías llegaron como forma de colonialismo a América, y Colombia no fue la excepción.

Es evidente que en Colombia los toros son un espectáculo de minorías, porque los precios que se pagan, y el modo como se asiste a las corridas, margina a millones de millones de siquiera asistir a la Santamaría, la Macarena o Cañaveralejo.

Por lo pronto, las plazas no son el circo romano, donde morían bestias y hombres, gladiadores y creyentes, para "deleite" de la plebs y los patricios, donde la asistencia era asequible, cuando no gratuita. Correspondía a la máxima populista de "pan y circo", porque la pagaban las autoridades de la primera república,

Claro que existe la versión populista de las corridas que se organizan como "corralejas", principalmente, en la Costa norte y sus departamentos aledaños, donde los grandes ganaderos ponen las reses, y acostumbraban a "desparramar" billetes.

Para inducir a incautos y borrachos a ser corneados, pateados y heridos, o muertos cuando habiendo consumido "chirinche," o alcoholes adulterados mostraban guapeza y arrojo momentáneos para divertir a los señoritos de los palcos, en plazas armadas para la ocasión, y sin garantía de resistir el peso de estas aficiones de ocasión. Hasta llegar a las tragedias que hemos conocido.

En el interior también se hacen corridas populares, en particular, en el Tolima, para las fiestas de San Pedro y San Juan, combinando religión y sacrificio de animales.

UNA PROPUESTA DE TRANSICIÓN DOBLE

Es probable que la Corte Constitucional avance en una fórmula, por demás polémica, que autorice las corridas, sin el uso de banderillas, pica y estoque, para que las cuadrillas y sus toros muestren sus habilidades, y dejemos los colombianos a un lado, el culto a la muerte como forma de diversión y desfogue de pasiones tristes.

Es y será un gran avance, que se corresponde con que Colombia, y las minorías gobernantes se hayan dispuestos por fin, luego de no lograr liquidar a sus antagonistas, por interpuesta persona, a lo largo de más de medio siglo, acepten disputar, contender y antagonizar sin matar o liquidar al oponente. Es lo que denominamos el tránsito a la paz, que no está completo.

Tal pareciera que en 2017, pudiéramos marchar a la par, en materia de trato entre hombres, hombres y animales, y con el resto de la naturaleza, pero, esto último está más lejano. Tal y como se nos informa de la destrucción de mares, bosques, fauna, y fuentes de agua.

El penúltimo caso es la destrucción de los manglares de Tierrabomba en la vecindad de Cartagena, donde, como resultado inmediato la isla pierde 2 metros por año.

Veremos cuál será el pronunciamiento de las autoridades judiciales supremas, tan perjudicadas por los efectos del capitalismo en sus actuaciones, y no han sido pocas.

De decidirse lo que se propone, la protesta anunciada para el domingo se transformará en Festival de Vida, que junte las tres causas, y muestre a los muchos como interlocutores directos de una urgente reforma intelectual y moral, el avance de un nuevo sentido común que nos haga posible construir una paz democrática.

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VII SEMINARIO INTERNACIONAL ANTONIO GRAMSCI

DEMOCRACIA, GUERRA Y NUEVA REPÚBLICA, 1512-2012.

GRUPO DE INVESTIGACIÓN PRESIDENCIALISMO Y PARTICIPACIÓN.

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Carlos Bohrt; Sandro Mezzadra, Justo Soto, Francisco Hidalgo, Miguel Angel Herrera