POSVERDAD, COALICIÓN,
CONSULTA PARA ELECCIÓN DE 2018 (IV)
¿Qué tan democrática la
consulta propuesta?
POSVERDAD, COALICIÓN, CONSULTA PARA ELECCIÓN DE 2018 (IV)
¿Qué tan democrática la consulta propuesta?
“Los ciudadanos están buscando una alternativa distinta…Yo aspiro a representarla. Puede ser que quien lo represente mejor sea Robledo, o sea mejor Fajardo…” Claudia López, entrevista, op. Cit., p. 10.
Una vez definido el núcleo programático, López avanza en la fórmula que unifique la acción del bloque adversario del campo que liderará Germán Vargas Lleras para la elección de 2018.
Ella adelanta que hay una coalición, que no incluye al partido que resulte del proceso de paz con las FarcEp, y tampoco candidatos que pudieran proponer Marcha Patriótica, en cuyo nombre, por ejemplo, ya lanzó su precandidatura Piedad Córdoba, y el Congreso de los Pueblos, que no ha dicho nada en esas materias.
Con estos sujetos gravitando en el otro campo, el centro político, con los tres agrupamientos, partido Verde, PDA, e independiente, que Claudia interpela en las personas de Sergio Fajardo y Jorge Robledo, deja por fuera aspiraciones de Clara López y de Antonio Navarro, de entrada.
Pero ella avanza en la idea de una coalición que no será de partido, e insiste en que ganadora será una coalición que cuente con “el 80 por ciento de los colombianos que no tienen partido,” y, por supuesto, votan. Con esta aclaración, Sergio es uno de esos representantes, puesto que él se presenta como independiente al aspirar a su precandidatura.
Haciendo cuentas electorales
En términos históricos se revisan los resultados más recientes de la elección presidencial, donde hubo 7. 816.986 millones (50.95%) en favor de la reelección de Santos, y una diferencia con el segundo, Oscar Iván Zuluaga de 911.985 mil votos, porque éste obtuvo 6.905.001 (45 %).
El total de votos válidos fue de 15.341.383, mientras que el potencial era de 32.975.158 votos posibles. La diferencia fue de 17.633.775, superior al 50%, e inferior a la abstención de la primera vuelta en el mismo año 2014, que alcanzó al 60 por ciento.
Si hacemos la operación tomando en cuenta a los dos adversarios de 2014, estos tendrían que disputarse al menos un total de 15.341.383, si pensamos por supuesto en la población que votó en la última elección presidencial de Colombia.
Queda, como casi siempre, desde el plebiscito de 1957, el inexplorado territorio de la abstención, porque Colombia no tiene voto obligatorio todavía. La cifra para conquistar para que vote es, en la partida de 17.633.775 posibles nuevos votantes.
El mecanismo de selección popular
“…no toca hacer un doctorado en Ciencia Política para saber que si nos dividimos nos gana la politiquería…tenemos que crear un mecanismo de elección popular en el que los ciudadanos escojan quién va a dónde.” Claudia López, ET, op. Cit, p. 10.
Para el pensamiento de Claudia, la coalición ganadora, que agruparía al 80 por ciento de los ciudadanos sin partido que votan en Colombia, con una plataforma ciudadana colectiva, eligirá la presidencia, congreso, alcaldías y gobernaciones, cuando se de las respectivas elecciones.
Por lo pronto, los “cinco fundadores” están de acuerdo con la realidad, que por sí solos no ganarán la presidencia, por lo que se requiere una coalición con la ciudadanía independiente de los partidos de donde ellos provienen, con la excepción de Sergio Fajardo, quien se reclama como independiente, y ha podido ser elegido alcalde y gobernador de Antioquia.
El mecanismo reclama la relevancia del voto popular sin componendas ni gabelas. Pero, dice que Claudia que todavía no hay acuerdo, pero ella propone una consulta en las urnas
Explorando en las reglas de juego internas a la coalición se avanzan tres exigencias: 1. Voto popular, 2. Derrota a la corrupción, modernización y equidad, 3. Plan a 10 años. Para arrancar ya.
Ella opina que en una década se habrá “renovado la política, modernizado el país y construido equidad. Esa tiene que ser la misión de esa coalición,” como se acostumbra señalar también en los proyectos universitarios y empresariales actuales.
En la tarea inmediata en el plan de acción es elegir la fórmula presidencial para el 2018, y elaborar listas conjuntas a Congreso que permitan duplicar la representación en las dos cámaras que se tiene actualmente.
Pero, ella se aventura a excluir que esta coalición ciudadana anticorrupción pueda ser de o con la izquierda. Aclara de inmediato que tanto ella como Fajardo no son de izquierda. Luego la consulta popular que propone hace exclusiones de entrada de agrupaciones como la UP, Marcha Patriótica, a manera de ejemplo. Mucho menos a reclamar apoyos de los exmilitantes de las Farc Ep.
Exclusiones previas y (pre)plebiscito
Dicho, corroborado lo cual esta consulta a la manera de Claudia, más bien se parece a un plebiscito de potenciales presidenciables, quienes fijan la agenda previamente de los “consultados,” con el nefasto antecedente del anterior plebiscito, cuando ganó el bloque proclive a la candidatura de Germán Vargas Lleras, y en el que pudo participar, si lo quería, toda la ciudadanía.
Dicho lo cual, la coalición que Claudia propone no es democrática, y menos popular en el anterior sentido, porque excluye a las fuerzas de izquierda, y en particular a la gente de las Farc como potenciales participantes, en estos términos: “Los que dejaron las Farc está bien que dejen de matar gente y su prioridad debe ser reconciliarse con este país, cumplirles a las víctimas, erradicar la coca.”
Claudia abunda en la descalificación de esta gente. Indica, contradiciéndose que la coalición que se propone no es partidista, sino que es una coalición ciudadana.
Pero, ella incurre en una contradicción in subjecto, porque en ninguna parte habla que se disuelvan los partidos de la pre coalición, sino que a ellos se unan en el acto de votar y en el programa los ciudadanos independientes. Nada más y nada menos.
(continua)
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