PROYECTO HISTORIA DE
LOS SUBALTERNOS
GRAMSCI EN VIDA
CINCO
Semblanzas de una madre
El matrimonio Gramsci Marcias
estuvo afectado por los prejuicios de época, que hoy no desaparecen, Peppina
era de una familia de diferente estrato social, a la del padre de Gramsci,
quien como se sabe fue a parar a la cárcel, acusado de desfalco, concusión y
falsedad en documentos públicos". Corría el año de 1898.
Por varios años, Peppina tuvo que
estar al frente del hogar, mientras Ciccillo pagaba cárcel, como resultado de
una vendetta política, por haber desafiado al cacique de Sórgono, Francesco
Cocco, por apoyar a Enrico Carboni Boy, quien resultó perdedor en las
elecciones de marzo de 1897.
En sus cartas de la cárcel esta
es la semblanza que rememora Nino de su madre, Peppina:
¿Seremos capaces de hacer lo que
ha hecho nuestra madre hace treinta y cinco años? ¿Enfrentarse sola, pobre
mujer, contra una terrible tempestad y salvar a siete hijos? Su vida ha sido
ejemplar para nosotros y nos ha mostrado has qué punto vale la constancia para
superar dificultades que parecen insuperables a hombres de sólida fibra...
Ha trabajado para nosotros toda
la vida, sacrificándose de manera inaudita; si hubiera sido otra mujer, quizá
todos nosotros habríamos tenido un fin desastroso; quizá ninguno de nosotros
estaría hoy vivo. (18)
Antonio asistió a la escuela
elemental en Ghilarza, a donde ingresó cuando tenía 7 años y medio, estableció
en su biografía, sardo como Antonio, y nacido en Silanus (1923). El primer
maestro fue Ignazio Corrias, y Nino era parte de una clase de 49 alumnos. Este
es el recuerdo de Gramsci de aquel tiempo:
"El sistema escolar que
seguí era muy atrasado; además, la casi totalidad de mis condiscípulos hablaban
el italiano muy makl y con grandes dificultades y esto me colocaba en
condiciones de superioridad..." (19)
Uno de sus compañeros de juegos,
Felle Toriggia, testigo para el escrito de Fiori, comenta:
"Durante semanas enteras no
se le veía, y cuando le preguntaba el motivo me contestaba que había pasado todos
aquellos días leyendo." (19)
La madre, además de llevar el
peso del hogar, con la ayuda del trabajo del hijo mayor, Gennaro, y después de
Nino, vigilaba los deberes escolares de éste, según él lo manifiesta en carta
dirigida a Peppina:
"Me he acordado claramente
-escribe desde la cárcel- de cuando estaba en el primero o en el segundo de la
escuela elemental y tú me corregías los deberes: recuerdo perfectamente que no
conseguía recordar nunca que "uccello" se escribe con dos C y tú me
has corregido ese error diez veces, por lo menos...
Antes nos habías enseñado ya
muchas poesías de memoria. Recuerdo todavía Rataplan y aquella que decía:
A lo largo de la orilla del
Loira/que cual cinta plateada/recorre durante cien millas/una tierra hermosa y
feliz...
Recuerdo también lo mucho que
admiraba, cuando debía tener cuatro o cinco años, tu habilidad para imitar
sobre esa mesa el redoble del tambor cuando declamabas Rataplan." (18)
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