¿AL FIN, LA PELEA DEL TERCER MILENIO?
Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor asociado, Ciencia Política, Unal. Bogotá.
Hace tiempo que el boxeo como deporte comercial perdió su lustre, pero no así la brutalidad de administrar violencia por dosis. El deporte de las "narices chatas" mantiene un interés efectivo en miles alrededor del mundo, como aún lo tienen otros humanos por los que sacrifican animales en los toros, o enfrentan gallos, perros para desprender adrenalina de los cuerpos, y obtener pingües ganancias derivadas del sufrimiento, y de la violencia en proporciones astronómicas.
Tal es el caso del combate entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, que se librará en uno de los extravagantes hoteles de Las Vegas, una colmena que aloja a miles que se dispusieron a pagar miles de verdes para estar allí "disfrutando" del momento del pesaje.
Estos y otros en las horas de la noche, pagando entre US 1500 y 7.500 "gozarán" de la disputa de tres títulos mundiales, que corona la unificación en los pesos medios/welter, del título de las tres asociaciones que se disputan el negocio multimillonario. Ellas son el oligopolio del "deporte" que produce tanto daño en la humanidad de quienes lo practican para conseguir un lugar en la vida dictada por el capital.
Ahora este negocio cubre ya tres categorías de mujeres peleadoras, quienes reclaman que haya todas las categorías, porque la actual reglamentación del boxeo femenino es una "discriminación" no solo odiosa sino insoportable.
Ahora este negocio cubre ya tres categorías de mujeres peleadoras, quienes reclaman que haya todas las categorías, porque la actual reglamentación del boxeo femenino es una "discriminación" no solo odiosa sino insoportable.
Todo esto ocurre un día después que los trabajadores de la tierra, en todo tipo de oficios y disciplinas han salido a protestar, reclamar, exigir un modo de vida diferente, al que en el tercer milenio hace más ricos, a los menos, y más pobres en recursos transables a los 7.000 millones de habitantes, en manos de un cuarto de millón a lo sumo, de grandes capitalistas, con el comando de los que oligopolizan las finanzas, en el globo, y en Colombia también.
LA PELEA DE LOS SUBALTERNOS: "MONEY"
"Este trofeo es el símbolo de los grandes; el triunfo, producto de un sueño, con base en sacrificio, talento y arduo trabajo." Gilberto Mendoza, venezolano, de AMB, refiriéndose al cinturón de US 1 millón, que recibirá el ganador.
Si fuéramos a atender al color de la piel y la historia colonial, los que se "darán en la jeta", con el ánimo de noquear, o de ganar por puntos, han vivido, sus etnias y "razas" los abusos, despojos y calamidades, de Europeos y "blancos" estadounidense.
Pero esta vez, Floyd Mayweather no es Muhammed Alí, sino un extravagante consumista que colecciona carros de lujos, y calma sus ansiedades de una vida vacía, comprándose un "Bugatti", por el que pagó una fortuna, en el que plasma el costo como lo hacen los "dealers" de chatarras y lujos en las ciudades y pueblos de los Estados Unidos.
Como si fuera poco, lo dicen los media, tiene tres protectores, donde la mejor protección son las incrustaciones de billetes de US. 100, oro y diamantes, para deslumbrar a miles de ignorantes que codician la fama efímera, y las extravagancias de la sociedad del espectáculo.
Mientras tanto miles de africanos se ahogan en el Mediterráneo, y otros tantos se despedazan en las guerras pos-coloniales, de las que se lucran las potencias de antaño, que publicitan su falso, inocuo humanitarismo.
De otro lado está el Manny, la maravilla filipina, hijo de otra tierra que pasó de ser colonia española a estadounidense, como parte del león, cuando la España del siglo XIX perdió la guerra con el gigante de Norteamérica, y recibió también a la Isla de Cuba y a Puerto Rico.
Filipinas es hoy independiente, y su guerrilla pactó con el gobierno de turno una paz que en buena parte se mantiene, eso sí, al lado de una miseria insultante, pero no es este país la excepción. Tal y como lo hemos visto, por ejemplo, en el caso de Nepal, donde el terremoto y sus réplicas han mostrado la cara "semioculta" de la globalización capitalista.
Pero eso, poco o nada le importa a Pacquiao, quien con todo participa de veladas de caridad, y se junta con los "de abajo" de vez en cuando. Él, sus manejadores, aceptaron que el 60 por ciento sea para su rival, de 300 millones que se repartirán. Él mismo regaló boletas a sus seguidores para que asistan a la pelea. Allí estarán en Las Vegas, la ciudad de la juerga y el juego, en medio del desierto de Nevada, con sus vacuos resplandores, donde todas las mafias del mundo se juntan para explotar sin cuartel las pasiones tristes de la condición humana.
El combate recaudará algo así como US. 1000 millones mal contados; esto es, que dejará una bolsa de 700 millones en otras manos, de los cuales la taquilla aportará US 74 millones. Esas manos no siempre operan con guante blanco, pero son los negocios, y en ellos, el capital no tiene consideración ninguna por nadie.
¿QUIÉN GANA DESPUÉS DE LAS 10?
Casi todos los pronósticos repiten el favoritismo por Mayweather (tiempo de mayo). El último le daba un favoritismo de 2.2 a 1. Estewil Quesada, quien escribe para El Tiempo de Bogotá, sacrificó su esquina neutral para cambiar su pronóstico a favor de Floyd en lugar del Manny.
La arrogancia de Mayweather, y la humildad de Pacquiao son parte de la parafernalia del espectáculo. La diferencia está en las cualidades de cada uno, y en las fallas de la clasificación de estas categorías, que no debería atender solamente al libraje para "rankearlos." Porque son evidentes las diferencias e estatura y alcance de brazos del uno frente al otro.
Para este caso, una y otra ventajas son efectivas, y a favor del estadounidense, quien, sin embargo, rehusó todas las veces anteriores a pelear. También se ha mantenido invicto, no dejándose cercar por sus contendores, y noqueándolos apenas le dan la vía para hacerlo.
El Manny, en cambio, tiene que salir a fajarse a trompada limpia, donde pone en juego su notabilísima rapidez, una suerte de bombardero, con pegada potentísima. Y en el in fighting Pacquiao también ha mordido la lona en cinco oportunidades. En este caso, Pacquiao aplica la máxima que la mejor defensa es el ataque, lo que supone que así intentará librar los 12 asaltos. A riesgo que en uno de esos asaltos, Floyd lo tire a la lona.
Sin embargo, esta vez, por los 6 años de fuga reiterada de este combate, pienso y creo, que el "más débil" tiene el chance de ganar, y quedarse con la triple corona del peso mediano que con el peso pesado siguen siendo las más atractivas. Solo que esta última se mantiene huérfana de estrellas.
Por último, quienes insisten que esta será "la pelea del siglo", se equivocan por anticipado, porque apenas estamos en el 2015. La pelea más grande, la más definitiva es por humanizar este "deporte salvaje", en el que se ofrece y exhibe de manera tan generosa y visible la estupidez de la especie, que dejó a tantos tarados en el camino, con todo y gloria.
De todo ellos, el más ejemplar sigue siendo Cassius Clay, el gran campeón olímpico de los pesos completos, quien perdió después el más importante de sus combates, preservarse del daño irreparable que sufrió encaramándose en los rines del mundo hasta el fin.
Aspiro a que este siglo alcance para asimilar esta dolorosa lección que nos haga mejores a todos los animales, racionales o no. Y, en primera fila, a los subalternos de la tierra que se calzan los guantes para combatir, la más de las veces, con la miseria y la exclusión.
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