22 de abril de 2014

Conversaciones fuera de la Catedral
THOMAS PYNCHON  Y GARCÍA MÁRQUEZ

Encuentro lejano y descentrado

“Cervantes es el representante del Renacimiento, de la decadencia de España, y Gabo, de la posmodernidad, de la llegada de América Latina a los horizontes globales.” Gerald Martin, conversación telefónica, en ET, 20/04, 2014, p. 2.
                                                                                Al otro lado, arriba del Atlántico, más allá del Caribe, otro escritor invisible, Thomas Ruggles Pynchon Jr., borrado de la cotidianidad por voluntad propia. Nacido en un paraje de Nueva Inglaterra, en Glen Cove, Long Island (New York), diez años después que Gabo, el 8 de mayo de 1937, ha seguido con gran cuidado y delectación su trayectoria. Es su alma gemela por una buena cantidad de años; lo sobrevive escribiendo con rabiosa lucidez sobre Estados Unidos y su circunstancia posthumana.

Ambos han estado dedicados a conmover con su carga de profundidad antimoderna la república liberal de las letras. García Márquez y Pynchon han batido con laboriosa filigrana  la pócima  que desentraña, disuelve los misterios incestuosos y asesinos de la socialidad domeñada por el capital.

Bajo la doble  impronta de la anti-modernidad y la posthumanidad, los dos reinventan la narrativa, en procura de un punto de fuga. Recuperan la sensibilidad borrada, blandiendo el sentido común de la oralidad subalterna, en sostenida rebeldía contra lo estatal existente.

Las dos trayectorias arrancan de la modernidad sembrada y cosechada, en el comercio con las letras norteamericanas. Se apropian con maestría de lo que Marshall Berman distinguió como el modernismo literario, y que incluye, entre otras obras, El Manifiesto Comunista. Los dos encuentran sus claves literarias en el  trajín con la poesía, y la contemplación y escucha inagotable del mar.

La disputa con la modernidad del sujeto individuado, antes todopoderoso, ahora fragmentado es saldada literariamente con la energía del inconsciente de los dos artistas. Madres todopoderosas son la piedra de toque, sumergidos en la tempestad de paternidades ausentes, para que sus palabras singulares no se ahoguen  en la errancia.

El rito iniciático de Thomas Pynchon se cumple  expurgando el poema libro del modernista Thomas  S. Eliot, The Waste Land, mientras Gabriel García Márquez hace lo propio, primero, a través del contacto poético anacrónico con España, con la poesía de la tardía ilustración, leída a ritmo de tranvía hasta  la catástrofe del 9 de abril de 1948, que puso fin a su peripatetismo sobre rieles en la soledad fría de la sabana de Bogotá.

El estudiante provinciano, viviendo en una pensión de tercera, escanciaba recuerdos infantiles leyendo poesía. Imaginaba, tejía mundos entre la calle 72, el barrio Chapinero, en extremo el norte, y Las Cruces, el habitáculo de la pobrería en el extremo sur. Era el espacio social de la Bogotá del medio siglo pasado.

Gabo había sido iniciado antes su lectura poética en comercio literario con un maestro libertario, en el Liceo nacional de Zipaquirá. Aquí vino a parar aquel calentano arrancado por decisión materna del Liceo Celedón, en la ardiente y húmeda Santa Marta, con sus fantasías y amores juveniles. Así está escrito en el único de tres volúmenes prometidos de sus Memorias:  Vivir para contarla.

El caribeño trasterrado, transplantado  de repente a la atmósfera gris,  envuelto en la negra rutina que interrumpía con sobresaltos la algarabía de la república liberal, convivía con el orden impuesto por  “orejones” de tercera. Ellos habían fabricado una independencia a medias, al independizarse de España.

Así las cosas, Gabo habitaba una modernidad contrahecha. En fuga existencial, pronto se hermanó, encontró un alma gemela en la obra del checo Franz Kafka.  En aquella lectura deslumbrante descubrió, desenmarañó su vocación de escritor, recuperando el sentido común, la fantasía de una resistencia preñada de religiosidad popular, donde Cervantes fue también su gran maestro. Aunque muy poco haya dicho al respecto, que se sepa.
(Continua)

No hay comentarios:

VII SEMINARIO INTERNACIONAL ANTONIO GRAMSCI

DEMOCRACIA, GUERRA Y NUEVA REPÚBLICA, 1512-2012.

GRUPO DE INVESTIGACIÓN PRESIDENCIALISMO Y PARTICIPACIÓN.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Carlos Bohrt; Sandro Mezzadra, Justo Soto, Francisco Hidalgo, Miguel Angel Herrera