SERIE BOGOTÁ CIUDAD REBELDE
ALERTA, UNIVERSIDAD
NACIONAL.
TIEMPO DE DECISIONES
Miguel Angel Herrera Zgaib
Conviene recordar a todos, que este 27 de marzo termina el plazo de
postulaciones de nombres de docentes que quieren ser tomados en consideración
para desempeñarse como decanos en las instancias de gobierno de las facultades
de la Universidad Nacional de Colombia.
El tiempo de las postulaciones
corresponde a un escenario de crisis generalizada en materia de arreglos
urgentes, aplazados por años, de su infraestructura. Cuando crece el ejército
de los estudiantes y docentes parias de varias facultades que se desparraman
por el campus; a la vez que los sistemas
de comunicaciones internas, el uso de la internet muestra su precariedad, de manera recurrente.
Al tiempo de calificaciones
colapsan las comunicaciones, mostrando que urge hacer cambios tecnológicos en
el SIA. A la vez es urgente modificar
las fórmulas de comunicación vía internet con el mundo, accediendo a otro tipo
de servidor internacional.
La otra vuelta de tuerca
La otra vuelta de tuerca
La facultad de Derecho y Ciencia
Política es el más reciente botón de muestra, el lunar que revela este caos
inducido por abandono, descuido y precariedad en las relaciones
inter-institucionales, y la propia administración para precaver y solucionar
las crisis adecuadamente.
Al mismo tiempo, en materia
académica, que es asunto nuclear, urge precisar qué se hará, y de qué modo se
tratará el tema de las evaluaciones de los tres estamentos, estudiantes,
profesores y directivos, sin excusar
responsabilidades.
Las estadísticas, por ejemplo, de
la evaluación docente, muestran que entre el 60 y el 70 por ciento de los
estudiantes se margina de la evaluación, porque hasta hoy es voluntaria, lo que
impide, porque no se trata de elecciones, de saber qué pasa con la docencia.
Además, a la evaluación, en apariencia
no le ven ninguna utilidad práctica, que no sea, en parte manifestar su
disgusto, su castigo o premio, unido a razones cuya validez puede probarse con
hechos y argumentos.
En materia financiera no hay un
seguimiento estricto y público de la disposición de los cuantiosos recursos a
todos los niveles. Así las cosas, el gobierno nacional, o las instancias
implicadas se pasan por la faja la demanda de nuevos y urgentes soportes financieros para la educación pública superior.
En una audiencia pública, a la
que no concurrió el gobierno nacional, estudiantes y profesores de la Nacional, dieron cifras de
lo que significará el recaudo de la estampilla pro universidad en los próximos
5 años, acudiendo a las herramientas del cálculo actuarial.
El resultado calculado indica que
no será superior a los $600.000 millones, cuando lo que se requiere como mínimo
para recuperar infra-estructura fluctúan entre 5 y 6 billiones de pesos. A lo
cual se suma también qué se conseguirá con el CREE para la Universidad que no
superará los 16.000 millones por año. Revisar las actas de la audiencia a la
que concurrieron profesores, estudiantes, representantes estudiantiles y
candidatos al Congreso por varios partidos será de utilidad en estos momentos de decisión.
Para decirlo en la jerga vulgar,
hablamos de "pichurrias" para responder a los compromisos con la
educación pública superior, que no privada, y a la cual no acceden cada año,
más de 100.000 bachilleres. También están las denuncias de la hoy senadora,
Claudia López, de la realidad de las universidades privadas.
Ellas parasitan, engañan, y
esquilman a la ciudadanía con una mediocre "formación" en las
llamadas universidades de garaje, que tienen patente de corso para
enriquecerse, alegando que no tienen ánimo de lucro, como lo hacen por igual
las iglesias, y todas llenan sus faltriqueras.
¿Será que sí?
El otro tópico fundamental es el
gobierno de las universidades, en lo académico como lo administrativo. La
estructura vertical ensayada después que se echó para atrás el co-gobierno
acudiendo a la militarización y a los llamados "rectores policías" no
mostró la bondad prometida, y en cambio, sí, la negación de la democracia como
herramienta para castigar deficiencias advertidas y repetidas, despilfarros,
favorecimientos, y corporativismo
hirsuto.
La democracia, que implica
auto-gobierno, decisión colectiva de los asuntos colectivos, no se instaura
para resolver los problemas de la ciencia y votar sobre la verdad en el elenco
de los saberes, por supuesto; si no para gobernar con eficacia la casa grande
que habitamos, con el concurso de los saberes y las técnicas ce la
administración, sin acudir a chambonadas, y
a la fórmula del "tapen, tapen".
Es una democracia de cara a la
sociedad de la que somos parte activa, para enderezar con el ejemplo práctico
el rumbo de un país que se sigue gobernando con autocracia, y que no respeta las reglas que se establecen
por vía de la representación, y cacarea sobre la importancia de la
institucionalidad, siempre y cuando nos convenga, y no afecte los intereses individuales
o grupales.
El quehacer del 2014 apenas
comienza, pero ha de comenzar bien, corrigiendo, rectificando yerros, poniendo
las cosas en orden, y esto solo es posible con el concurso activo, participante
de todos. La facultad de derecho y ciencia política, y la universidad nacional
toda tiene la oportunidad de enderezar el rumbo a lo que está torcido. Dar el
paso hacia la mayoría de edad intelectual, moral y política. ¿Será que sí?
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