LA PUJA POR LA PAZ ENTRE EL GOBIERNO SANTOS Y EL ELN. EN TUMACO, EL PARAÍSO PERDIDO.
miguel angel herrera zgaib.
Profesor asociado, exdirector de c.política,unal.
Exrector nacional U. Libre de Colombia
Director grupo Presidencialismo y participación, Colciencias B/ Unijus.
Antecedentes
Desde diciembre de 2017 supo la nación que la negociación previa de la paz entre el gobierno y el Eln no marchaba bien. El síntoma fue el regreso del primer negociador oficial, Juan Camilo Restrepo, quien pretextó asuntos personales, y su reemplazo por el costeño, Gustavo Bell, quien fuera presidente, y quien tiene intereses académicos en la historia nacional.
Antes de terminar el plazo del cese al fuego bilateral, un día antes, el presidente Santos dijo que había interés de parte del gobierno de prorrogar el cese de las acciones hostiles. Pero ya la comandancia del Eln había preparado acciones de respuesta en diferentes puntos, donde es importante su presencia.
Las acciones de fuerza
La última de estas operaciones ocurrió en Ricaurte (Nariño), ayer sábado 14, en las horas de la noche, contra el oleoducto que moviliza el crudo desde los campos de Putumayo. Un día después de la visita de Santos a Tumaco, que tuvo que aplazar a raíz del ataque anterior del Eln, en que murió un soldado.
Este oleducto, para quienes nos movimos en la vía a Tumaco, por vacaciones, es claro que está expuesto a la acción no sólo de la guerrilla, sino de la delincuencia común, y la vinculada con el narcotráfico.
Es una rutina conocida de los pobladores indígenas Awa, colonos de diversas procedencias, y trabajadores itinerantes, que pueblan nuestra versión del antiguo Oeste, en espera que la civilización los cobije de manera incluyente.
Las alternativas a la violencia
Que la excelente carretera que une a Pasto con Tumaco traiga los servicios, capacitaciones e industrias requeridas y viables. Después del desastre de la palma aceitera africana, cuyos cogollos fueron destruidos por una plaga indomable, llenando de gigantes dormidos e indefensos a más de 37.000 has desperdiciadas.
También duerme en la "Y" el tramo carreteable que une a Nariño con el Ecuador. Es un proyecto de carretera binacional, con el que el presidente Correa cumplió en exceso, porque dicen quienes lo usan, que alcanzó a pavimentar hasta 5 kms dentro del territorio de Colombia. Y nuestro gobierno nada de nada, hasta la fecha.
De otra parte, ante la tasa de asesinatos y muertes, en Tumaco y sus corregimientos; pero, sobre todo, ante la protesta organizada de las comunidades locales, se desplazó, por fin, tropa.
Una respuesta tardía y fallida
Primero, llegó un contingente de 2000 o más soldados, para completar luego 9.000 efectivos del ejército, en los siguientes días. Estaban alojados al interior del estadio municipal, se supone, de manera provisional.
Cualquiera se puede imaginar en qué condiciones, que no serán para saborear pargos y parguitos, langostinos, pinguas, mariscos en su salsa y camarones, ni siquiera liza y dorado que se ofrecen también en restaurantes y comederos, y cuyos precios fluctúan entre $10.000 y $50.000 y más, según el bolsillo y gustos del cristiano o el parroquiano.
Los recién desempacados patrullaban por las calles encharcadas y adoquinadas del segundo puerto en importancia de Colombia. Traídos desde la brigada asentada en Tolemaida. Un esfuerzo que en sí cuesta su millonada, y sin que tengamos claridad de la eficacia que a la postre producirá tal despliegue de fuerza.
Por los mismos días de la visita presidencial había invasores "profesionales" loteando con cinta amarilla pedazos de los humedales que colindan con la orilla de la carretera nacional que conduce a Tumaco.
El número era superior a 100, en su gran mayoría población afro-colombiana. Algunos acompañados en la vía por la consabida moto, y armando sus cambuches de ramas y plástico encerado. Había una o dos camionetas de la policía local en función de expectante acompañamiento.
Tres días después ya se veían los resultados. Se había rozado el terreno, dejando visibles algunos claros, en estos terrenos de propriedad privada, antes intocada y paraíso del placton que se cobija en los humedales, y permite la producción de las especies marinas, y las de agua dulce que aun subsisten en este pequeño espacio biodiverso aquejado de todos los males.
Tumaco, a pesar de todo, es un paraíso humano, pero para utilizar una imagen del antiguo testamento, después de la caída, con adanes y evas haciendo todo tipo de maromas para subsistir, abandonados en medio de la riqueza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario