15 de agosto de 2017

SOCIALISMO vs POPULISMO – Capítulo I
Gobierno Socialista y Discurso Populista.
LUIS MEJÍA, Ph.D. Economía.

Índice:
Presentación
Descripción del populismo
Discurso populista
Populismo y gobierno
Tipos de populismo
Nota sobre derechismo e izquierdismo
Socialismo
Populismo y socialismo
Estadísticas: documentando la acción de un gobierno
Estadísticas en Venezuela
Venezuela chavista: ¿populismo distributivo o socialismo?

Presentación
Este es el primero de una serie de ensayos de comparación entre el socialismo y el populismo inspirados por los comentarios de los medios formales y sociales sobre el tema. Es un proyecto que estamos trabajando con el Profesor Miguel Herrera Zgaib de la Universidad Nacional de Colombia – Bogotá.

Nuestro propósito es el de ofrecer a nuestros lectores una discusión en la que puedan participar sobre los conceptos que hay detrás de la cortina de palabras usadas para describir la situación de la Venezuela chavista, el Brasil del Partido de los Trabajadores, el Ecuador de Correa, los Estados Unidos de Trump y la Colombia dividida entre una multitud de propuestas oportunistas.

El profesor Herrera Zgaib y yo estamos en desacuerdo en algunos puntos, y queremos mostrar que nuestro desacuerdo es válido, viable y publicable, sin afectar la amistad que nos une y el respeto que nos profesamos.

Quiero anteponer algunas observaciones de método:

1.   En su novela Dos años, ocho meses y veintiocho noches, Salman Rushdie recrea una discusión entre los filósofos árabes Al-Ghazi (s. XI) y Averroes (s. XII). Al iniciarla éste invita a aquel a expresarse con profundo respeto de la persona y violencia en la confrontación de ideas.

Esta recomendación del tiempo de la ilustración árabe, que cobijó a la España del califato de Córdoba, me hizo recordar que con frecuencia las discusiones en los medios sociales y los comentarios de lectores a artículos de la prensa formal carecen de respeto y de ideas.

Algunas personas parecen creer que repetir lemas de campaña y estribillos de discursos políticos, afirmaciones insostenibles y mentiras vociferadas es lo mismo que tener ideas. En realidad, ellos están profesando artículos de fe y al creerlos ciegamente despersonalizan al que dice lo contrario y lo tratan con violencia.

Así las cosas, nuestra invitación al lector común es a recuperar el respeto a las personas y a las ideas, sin excepción alguna. Importa mucho tomar en consideración las máximas de Immanuel Kant, pensar por sí mismo, ponerse en el lugar del otro, y ser consecuente.

2.   Las nociones que vamos a discutir –socialismo, populismo y otros conceptos análogos o concatenados- tienen muchos sentidos en el uso común y por eso propongo algunas definiciones para centrar la discusión; eso no impide que el lector piense en otros significados y le dé otro foco a la discusión.

3.   Vamos a ir por partes: una introducción descriptiva de socialismo y populismo. Enseguida trataré de cómo se acumula y se distribuye la riqueza social –que, en mi opinión, es el meollo de las campañas, la propaganda y la acción políticas- y, luego viene un análisis de cómo socialismo y populismo se convierten en instituciones económicas y políticas.

4.   Estos ensayos se basan en observaciones de sentido común, que es el tipo de material que sirve de base fáctica a las teorías y modelos económicos y políticos; pero los autores de estos rara vez mencionan sus presunciones o presupuestos de hecho de manera explícita.

5.   Debo confesar que esta presentación puede alargarse. Vamos a hablar de temas complejos; simplificarlos economiza tiempo, pero hacerlo no nos ayuda a entenderlos. Tampoco nos ayuda a entender cómo nos manipulan con su discurso los políticos en campaña. Ni nos da herramientas para evaluar y criticar el desempeño de los que ejercen el poder.

Descripción del populismo

Populismo es un término que he visto usado con muchos significados. Así que para poder enfocar estos comentarios conviene empezar por decir de qué voy a hablar.
Quiero hablar de populismo desde dos puntos de vista:
1. Como un discurso usado por un político para despertar las emociones de las clases inferiores y mantenerlas unidas alrededor de su nombre, y
2. Como las decisiones de gobierno que toma el político populista cuando llega al poder.
Populismo es en la práctica lo mismo que demagogia. En el curso de mi vida he visto desaparecer esta expresión. Los comentaristas y orientadores de opinión de derecha la usaban para descalificar a los políticos de izquierda, pero dejaron de usarla cuando se hizo obvio que agitadores de ambos lados hacían demagogia con igual entusiasmo, durante sus respectivos gobiernos, casi sin excepción.
Pero estos opinadores necesitaban una expresión despectiva para referirse al discurso de izquierda y ese fue el papel asignado a la palabra populismo. Hasta que políticos actuales como Donald Trump en los Estados Unidos, Benjamín Netanyahu en Israel y Álvaro Uribe en Colombia hicieron obvio que los derechistas también hacían populismo.

Discurso populista

En el presente ensayo el populismo (o demagogia) tiene dos aspectos: discurso y gobierno.

El populismo como discurso de políticos está dirigido a los temores, ansiedades, incertidumbre, resentimientos, envidias, ignorancia e ilusiones de las clases inferiores, y combina una variedad de temas:

- La incompetencia y corrupción de la clase dirigente en general o de la facción que controla el poder político en un momento dado y sus aliados empresariales,
- La promesa de corregir los fracasos de la clase dirigente denunciada y gobernar para y con el pueblo,
- La grandeza de la nación y el pueblo,
- Los enemigos internos y externos que ponen en peligro la grandeza de la nación y el bienestar del pueblo,
- La nostalgia de un pasado que fue mejor,
- La restauración de ese pasado en condiciones aún mejores y con énfasis en los beneficios que tendrán las clases inferiores.

Cuando estos temas se mezclan se logra un discurso de alto contenido emocional. Esas emociones son muy vivas porque el discurso populista explota necesidades insatisfechas de las masas, fallas en el funcionamiento del estado, promesas incumplidas de gobiernos anteriores, disparidades de riqueza u oportunidades, inequidades en la distribución de beneficios del desarrollo económico.

Sin embargo, en el mundo contemporáneo de post-verdad y uso intenso y extenso de la propaganda ha ido perdiendo relevancia el hecho de si las quejas de las clases inferiores son objetivas o imaginarias, lo que importa es que el discurso despierte su disgusto y su deseo de castigar a los causantes –reales o imaginarios- de sus males. Un recurso favorito para ayudarles a creer es enfocar su atención en un blanco fácilmente identificable como ofensivo. 

Por ejemplo, insistir de modo cínico en

[1] Los que han disfrutado del poder hasta el momento,
[2] Algún grupo que en el imaginario popular sea responsable de la mala situación del momento.

Así, en el caso de Trump fueron las elites que han manejado a los Estados Unidos en los últimos tiempos, la población de color, los inmigrantes, los aliados militares internacionales, los países con los que hay déficits comerciales.

En la Venezuela chavista fueron los dos partidos tradicionales pre-chavistas y luego los hacendados y los tenderos, los inmigrantes colombianos, los enemigos internacionales, los miembros de la oposición, según la semana y el momento.
Los fanáticos cristianos y musulmanes han convertido los grupos sociales no conformistas en enemigos sociales: ateos, científicos que ignoran los textos sagrados en su trabajo, feministas, adúlteros, LGBT, etc.

En Colombia a pesar de la incompetencia y cleptocracia de la clase dirigente, las masas han sido manipuladas para que centren su disgusto en las guerrillas cuya influencia en la vida económica y social es menor que la de los funcionarios del estado –presentes y pasados- y sus socios del mundo empresarial.

Populismo y gobierno

Una vez llegado al poder con el respaldo popular el político populista puede, históricamente, ir en cualquier dirección: uno pondrá su poder al servicio de la clase dirigente que había denunciado, otro lo pondrá a servir los intereses de las masas (según su leal saber y entender), y el más práctico tratará de hacer un gobierno que combine ambas cosas.

El populismo es compatible con cualquier política económica. También es compatible con cualquier tipo de organización política, democrática o antidemocrática. Lo que permanece constante es la manipulación de las masas para mantenerlas en estado de agitación emocional y de rechazo a sus enemigos.

Trump, por ejemplo, entregó el gobierno estadounidense a la banca y a la industria extractiva que había denunciado en su campaña y con la ayuda del Partido Republicano ha tomado la iniciativa para neutralizar los avances sociales y políticos populares de los últimos gobiernos.

Sus esfuerzos por excluir al Partido Demócrata de la toma de decisiones, vilificar los medios independientes, obstaculizar el libre ejercicio del voto, ignorar las manifestaciones populares de oposición y debilitar las instituciones de “salvaguardias y contrapesos” [checks and balances] indican sus inclinaciones anti democráticas.

Este discurso ya no ataca a los empresarios que exportan fábricas y empleos; se enfoca ahora en los enemigos que describe como la oposición obstruccionista, los medios creadores de falsas noticias, los falsos amigos que no respaldan sus propuestas legislativas, los criminales inmigrantes, los países extranjeros que se aprovechan de la liberalidad estadounidense.

El difunto Chávez, por su parte, creó un sistema de subsidios generosos para la alimentación, la vivienda, la salud y la educación de las clases bajas al mismo tiempo que intentaba debilitar la influencia de las clases media y alta por medio de una reforma agraria improvisada y una política de expropiaciones de empresas industriales y comerciales caprichosa y errática.

Aunque el régimen chavista ha sufrido una oposición innecesariamente obstruccionista, la aplicación de tácticas similares a las trumpianas indica un sesgo antidemocrático que no es corregido por las organizaciones populares de respaldo al gobierno. Estas combinan tareas de coordinación local de los programas de alivio a la pobreza con las de grupo de choque paramilitar; sin embargo, en su funcionamiento interno no han institucionalizado mecanismos para dar voz y voto a sus beneficiarios o miembros.

Lula y Rousseff trataron de establecer una convivencia entre los planes en gran escala de alivio de la pobreza y la conservación del modelo de desarrollo económico ya existente en el país. El Partido de los Trabajadores hizo costosos esfuerzos por establecerse como un movimiento de masas, pero las múltiples rencillas internas por razones de ideología, tácticas electorales, propuestas de gobierno y escogencia de líderes impidieron que se convirtiera en un partido dominante.

Con todo, ambos presidentes trabajaron dentro de la estructura formalmente democrática del país y respetaron las instituciones de “salvaguardias y contrapesos”, pero este ejemplo de respeto a las instituciones no ha sido seguido por sus rivales.

Tipos de populismo

Estos ejemplos nos permiten hablar de dos tipos de política económica que  puede ser implementada desde el gobierno al amparo del discurso populista:
1] Distributivo, en el cual la facción de la clase dirigente que controla el poder lo usa primariamente para distribuir la riqueza social entre las masas o la clase baja de la sociedad;

2] Acumulativo, en el cual la facción de la clase dirigente que controla el poder lo usa primariamente para acelerar y consolidar el proceso de concentración de la riqueza en pocas manos.

En ambos casos, la facción en el poder puede usar este también con otros propósitos, y con mucha frecuencia, como enriquecerse y enriquecer a sus allegados; crear un régimen de subsidios y ayudas a las facciones por fuera del poder para comprar su aquiescencia; promover los intereses nacionales o entreverarlos con los de otros países; favorecer un sector de la economía a expensas de otro, hacerle ajustes al modelo predominante de desarrollo nacional, etc.
Nota sobre derechismo e izquierdismo

Eso de derecha e izquierda es una simplificación de lenguaje que nos permite referirnos a las prioridades aparentes de gobiernos, partidos, instituciones, organizaciones, individuos. Y en ese sentido se usa en este ensayo.

Se llama de derecha a quienes están de acuerdo en que los intereses de la clase dominante –esto es, el grupo social que controla el poder y los medios de enriquecimiento- tienen prioridad. Ahora, se llama de izquierda a quienes consideran que los intereses de las clases bajas tienen prioridad.

También se dice que los primeros están por el statu quo, los segundos por un cambio del statu quo llámese como se llame el sistema económico o político en que operan. Así, pinochetista chilenos, franquistas españoles, estalinistas soviéticos y castristas cubanos, por estar en el poder, reprimir las ideas de cambio y tener interés en el mantenimiento del statu quo eran considerados de derecha, mientras que sus opositores eran considerados de izquierda.

Ambas palabras son útiles en nuestra conversación y nos dan una idea general de las posiciones que la gente adopta con respecto a los problemas sociales; al mismo tiempo, su significado específico es flexible y varía con las circunstancias por las que esté pasando una sociedad.

Socialismo

Cuando la humanidad hizo la transición de recolectores trashumantes a agricultores sedentarios y pastores nómadas tuvo que contestarse dos preguntas de tipo económico: [1] cómo nos organizamos para producir lo que necesitamos para vivir en grupo, y [2] cómo repartimos lo que producimos.

En la historia ha habido muchas maneras de organizar los procesos productivos de una sociedad y de repartir su producido: economía del grupo familiar, la banda o la aldea, esclavismo, feudalismo, capitalismo (industrial, mercantil, financiero), capitalismo de estado, cooperativismo o mutualismo, socialismo, comunismo.

Sabemos por observación que cada una de estos sistemas económicos ha predominado en un momento dado pero que no es el único que funciona en ese momento, ni es inmutable, ni se da en un estado puro.
Igual que los demás sistemas mencionados, el socialismo tiene un aspecto económico y otro político.

En lo económico el socialismo hace énfasis en la organización de las fuerzas productivas para crear riqueza, distribuirla equitativamente en la población, ocupar a la gente y eliminar la pobreza y la riqueza extremas. Para ello se considera fundamental el control social de los medios de producción.
En lo político el socialismo hace énfasis en la organización democrática del estado, con fuerte participación popular en la toma de decisiones económicas. Por ello se considera fundamental la profundización de la democracia entre las clases inferiores.

Lo económico y lo político son temas de artículos separados en esta serie.

Populismo y socialismo

El populismo (o demagogia) es un discurso que se usa para llegar al poder a caballo de las emociones y sentimientos de las masas, es un discurso que denuncia el parasitismo de la clase dirigente del momento, su apropiación de las riquezas sociales y la falta de vivienda, salud, educación, alimentos de las clases interiores.
Pero, no es un programa de gobierno ya que como se ha dicho una vez en el poder el político populista puede ir en cualquier dirección. Es un discurso de oportunidad, dependiente de la vida y la fortuna política de un caudillo, un movimiento o un partido.

El populismo distributivo probablemente se enfocará en repartir la riqueza existente, el populismo acumulativo en consolidar el control de la riqueza existente en manos de la clase dirigente. En uno y otro caso, el enfoque será el momento inmediato.

Hacer que el sistema de producción continúe creando riqueza no es parte necesaria de la propuesta populista de gobierno. Esto no demerita la importancia de poner pan en la mesa y techo sobre la cabeza de los pobres aunque solo sea por un tiempo.

El socialismo, en cambio, es un programa de gobierno; ofrece una transformación de la manera como la sociedad produce y reparte los frutos del trabajo de todos; si es efectivo va a acabar con la pobreza como condición de la mayoría de la población y a cambiar las relaciones de poder entre los miembros de esa sociedad.

¿Es posible que los políticos socialistas lleguen al poder con un discurso socialista? Sí. Hay transformaciones políticas que ocurren cuando las clases subalternas adquieren conciencia de la discriminación, marginalización y sumisión en que han vivido y se organizan y movilizan para corregirlas. El discurso populista tiene un papel en ese proceso.

Pero, la tarea de los líderes socialistas va a ser la distribución de la riqueza y el ingreso de una manera sostenible, duradera, con un enfoque a largo plazo. Si ellos quiebran la economía han fracasado.

Estadísticas: Documentando la acción de un gobierno

Los eventos ocurridos en Venezuela desde febrero de 1999, cuando Hugo Chávez tomó posesión como presidente, deberían permitirnos hacer una evaluación de los cambios sociales que su gobierno y el de sus sucesores han logrado establecer.

Los logros de un gobierno se visualizan en un flujo de datos fehacientes sobre indicadores sociales y económicos, recolectados de manera sistemática, presentados en formas estandarizadas y reportados por fuentes confiables. Por supuesto que hay críticas a la metodología y contenido de dichos indicadores pero muchos analistas consideran que esa información es [1] una aproximación a la realidad, [2] es una aproximación relativamente objetiva y [3] es mucho mejor que no tener información y dejar que cada quien invente sus datos.

En general, la información publicada por las oficinas estadísticas de los gobiernos goza de una presunción de autenticidad y confiabilidad mientras esas oficinas operen con relativa independencia profesional, autonomía administrativa, recursos suficientes para sus tareas y sin presiones desmedidas de gobernantes, políticos o instituciones para que manipulen datos o encubran la realidad.

La información publicada por organismos internacionales de desarrollo y observación económica tiende a seguir la proveída por las oficinas nacionales de estadísticas cuando estas siguen los estándares aceptados de calidad. Otra gran fuente de información son los medios; la confiabilidad de esta información depende de la línea ideológica, los conocimientos técnicos y la capacidad de observación de los reporteros que la generan.

Estadísticas de Venezuela

Dicho esto, debo informar a mis lectores que al usar las herramientas de búsqueda de internet para documentar la realidad venezolana he observado lo siguiente:
1
  Las oficinas de estadísticas del gobierno venezolano publicaron datos sobre muchos indicadores sociales y económicos, de manera estandarizada y regular, hasta el 2008,
2.   A partir del 2009 el flujo oficial de datos se hace irregular, hay cambios en las bases de datos y un abandono de los índices para hacer énfasis en números absolutos sin referencia al universo poblacional, lo cual hace difícil identificar tendencias y observar avances y retrocesos en el tiempo,
3
.   Hay temas, como la tenencia de la tierra, la reforma agraria, los efectos de la reforma agraria en la economía familiar y la producción agropecuaria, la expropiación de empresas, los niveles de producción de las empresas expropiadas, en los que no pude encontrar información oficial; los datos disponibles son informados por los medios con base en documentos no publicados o en entrevistas con funcionarios públicos no identificados por su cargo y responsabilidades o en discursos oficiales sin sustento documental.

Es posible que un comentarista con contactos en el gobierno venezolano o mejor conocedor de las herramientas de búsqueda llegue a conclusiones diferentes.
Todo este preámbulo para poner de relieve las dificultades que uno encuentra para darle solidez a sus opiniones sobre el impacto –permanente o pasajero- que el régimen inaugurado en 1999 ha tenido en la sociedad venezolana.

Venezuela chavista: ¿populismo distributivo o socialismo?

Como he mencionado antes, hay una diferencia entre el populismo distributivo y la transformación socialista de un país. Lo primero tiene impacto inmediato en la educación, la salud, la alimentación, los beneficios de jubilados e incapacitados para trabajar, las variaciones estacionales de empleo y los índices de pobreza. Como se observa en las tablas que siguen, los logros del chavismo en estos campos parecen sólidos.

Pobreza (INE)
Año
Pobreza
Pobreza extrema
GINI
1998
49.0
21.0
0.486
2008
27.7
7.5
0.410
2013
33.1
9.5
0.381

Escolaridad (Unesco)
Escolaridad primaria neta
1999
87.20
2007
95.27
2015
93.08
Escolaridad secundaria neta
1999
73.70
2007
90.07
2015
90.39

Empleo (INE, CEPR)
1998
88.7
2008
92.2
2015
93.0

Beneficios de vejez, incapacidad y supervivencia (% de población) (CEPR)
1998
1.7
2008
4.4
201-
¿?

Mortalidad infantil (per 1.000 nacimientos) (INE, CEPR)
1998
21.4
2008
14.2
2012
13.8 (est.)

Salud (CEPR)

Clínicas de urgencias
Centros de rehabilitación
Centros de cuidado primario
1998
417
74
1628
2007
721
445
8621
201-
¿?
¿?
¿?

Salud pública (% población) (INE, CEPR)

Agua potable
Recolección de basuras
1998
80.0
62.0
2007
92.0
82.0
2014
95.o
¿?

Inflación (INE, CEPR)
1999
29.5
2008
36.0
2013
488.1 (base: Dic 2007=100)
Fuentes para estas tablas:
Estadisticas oficiales: http://www.ine.gov.ve/

Sin embargo, es la distribución de la propiedad y el ingreso, el control de los medios de producción, las políticas de desarrollo industrial y comercial, la generación permanente de empleo, la creación sostenida de riqueza, lo que hace que la pobreza desaparezca. Faltando esa dimensión estructural el alivio a la pobreza es temporal y contingente a la disponibilidad de fondos públicos que lo financien.

La tasa de inflación reconocida por el gobierno venezolano es un indicador de problemas estructurales. No parece que estuviéramos frente a una etapa del ciclo inflación-deflación típico de la economía de mercados no regulados sino frente a una inflación generada por el gasto público financiado con crédito público y emisión de moneda, lo que se puede continuar haciendo con las consecuencias conocidas en la Alemania de los años 30 y la Argentina en los 80.

El correctivo de esta situación a mediano plazo es un plan de choque para aumentar la producción industrial y agropecuaria, lo que sería posible dada la escasez creciente de productos para satisfacer las necesidades básicas de la población según reportan  organizaciones promotoras de derechos humanos y prensa crítica del régimen.

 Pero, para validar esta hipótesis necesitaríamos datos sobre capacidad productiva instalada, inventarios de materias primas y existencia de mano de obra calificada, por ejemplo, a los que no tenemos acceso. Y aún si pudiéramos validar la hipótesis, no sabemos si el régimen será capaz de utilizar el personal competente para diseñar e implementar las políticas que activen la producción y si dada la situación social tendría tiempo para hacerlo.

El otro correctivo es un recorte drástico del gasto público lo que reversa los logros del alivio a la pobreza.

La discusión de si Venezuela bajo el régimen chavista se ha acercado al socialismo está abierta.

Luis Mejía
5 de agosto del 2017
Publicado en blogluismejia.blogspot.com




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