UNIVERSIDADES PÚBLICAS,
JUSTICIA E IZQUIERDA EN COLOMBIA
Miguel Angel Herrera Zgaib
El contexto
En los últimos días,
el proceso de paz en Colombia se
enrareció, por el escalonamiento de las acciones militares de guerrilla
y gobierno, cuyos delegados siguen, como corresponde a lo acordado, sentados
en La Habana.
De estas escaramuzas, sin
embargo, sacó el máximo provecho el partido de la guerra, que lidera el senador
Álvaro Uribe Vélez. Entretanto, la opinión que miden las encuestadoras, que no
es la de todo el país, Datexco, en particular, dio unos resultados que
perturbaron al presidente Santos, porque sufrió una inocultable, tremenda caída
en la última medición conocida.
Tal fue la dimensión del
descalabro mediático registrado, que la cabeza negociadora en La Habana,
Humberto de La Calle tuvo que salir de cuerpo entero a torear la embestida deslegitimadora que tiene varios
frentes. Vino la entrevista con Juan Gossaín, en lugar de Yamit Amat, en la que
Humberto se despachó con una amenaza: la brevedad que resta al proceso de paz con las Farc-ep.
El titular de El Tiempo del 5 de
julio definió este clima crítico, citando a de la Calle a tres columnas: "Por bien o
por mal, el proceso de paz se está acabando."
Mientras tanto, en otro escenario no tan lejano, que dicen es el vecino Ecuador, los delegados del Eln y el
gobierno discuten sin llegar a acuerdo para iniciar la otra negociación de paz,
porque hay aparentes "inamovibles" que la tienen en vilo ya por
varios meses, con las secuelas que ello produce en Colombia.
Una trayectoria incierta
Desde,
cuando menos el mes de mayo de 2014, los cuerpos de seguridad y la misma
Fiscalía están atentos a las acciones militares y políticas atribuibles al Eln;
o a gente u organizaciones pretendida o realmente cercanas a él, para
reprimirlas, contrarrestarlas y desacreditarlas en lo posible. Pues el gobierno
quiere torcerle el brazo a esta guerrilla en el pulso que libra en el asunto de
la paz.
Como es sabido por todos, las acciones
represivas fijan la atención en espacios
y lugares de convivencia, donde se forma y circula otro tipo de opiniones que
no miden las encuestas y sondeos, como son las universidades que tienen
actividad política y social autónoma, de alguna naturaleza.
En el caso de Bogotá están en la
mira y el monitoreo ilegal, las universidades públicas, cuyas realidades conflictivas
son también conocidas, derivadas de la
precariedad y el abandono que la educación superior experimenta por décadas de
parte de los sucesivos gobiernos.
Sin embargo, fue el 2 de julio el
detonante de una operación terrorista, con preaviso y 9 heridos, que se tradujo
en la posterior captura espectacular de 15 personas, con el concurso de cuerpos
especializados de la Policía nacional y la Fiscalía.
Lo ocurrido, la explosión de
sendos petardos, en la calle 72 y en Puente Aranda, en Bogotá, en sedes del
conglomerado financiero de Luis Carlos Sarmiento Angulo, al día siguiente de
los (in)sucesos, hasta motivaron que el
presidente Santos hablara de las acciones terroristas, comprometiéndose a
presumir como imputables de estas a células del Eln.
Un cambio de causa en el camino
A los pocos días, en show mediático,
repartido entre el general Rodolfo Palomino, al frente de la Policía Nacional,
y el Vicefiscal Perdomo, mano derecha del Fiscal general, se anunció la captura
de 15 personas, señalados como miembros
de una red terrorista.
Desde el mismo momento se habló,
sin ninguna prudencia, de su pertenencia a universidades públicas; con dizque
un “profe” incluido, junto con estudiantes y egresados, y también funcionarios
vinculados con el Distrito entre los presuntos componentes de la red.
Después del espectacular anuncio
por prensa, radio, y redes, porque el general Palomino tiene una, en la que
muestra tomas de la captura del profe. Pero, luego del escándalo mediático, de los 15 iniciales capturados, 2 de los
estudiantes quedaron en libertad inmediata, porque resultó que estos ni
siquiera tenían orden de captura. Así, la cosa comenzó a caminar “chueca”.
Pero la investigación siguió con
los restantes 13 hasta el jueves 9, cuando la jueza de garantías validó, en
audiencias cerradas, - por tratarse de presuntos actos de terrorismo -, las
demás capturas. Hubo cambio de juez en las diligencias, mientras que los
abogados defensores tenían que cubrir
esta maratón en muy precarias circunstancias, como ellos lo la han denunciado.
Lo hecho supone que para el día
viernes, puesto que la justicia señala el plazo perentorio de 72 horas para
presentar cargos concretos a los capturados, que a eso de las 3 de la tarde se
lean las correspondientes acusaciones en sesión, igualmente, privada en el
complejo de Paloquemao, horlado en las afueras por carteles de denuncia y apoyo.
En este lugar se han hecho presentes familiares, compañeros
de los estudiantes, profesores, y de organizaciones sociales, así como los
medios en procura de la noticia. Todos enterados y sorprendidos, por decir lo menos,
con estos procederes, esto es, el cambio de la causa porque se les investiga,
para brindarles solidaridad y respaldo en semejante impasse y exposición
públicas.
A hoy, los 15 capturados (incluidos los 2 libres),
desplegando la fuerza del estado y medios espectaculares, incluido un
helicóptero y un grupo especial del Goes, contra la persona llamada el profe/cucho,
quien no es profesor ni de la Nacional ni tampoco de la Pedagógica, de donde
provienen la gran mayoría de los capturados, resultaron ser ahora
"encartados" en la comisión de 8 acciones terroristas, que según se
filtra ahora, empezaron a cometerse desde mayo de 2014.
Destapando incoherencias
Al proceder de esta manera, no solamente se engañó en forma flagrante a
la opinión pública, inducida en principio a pensar, que las personas objeto de
esta acción policial, lo eran por su presunta responsabilidad en la doble acción petardista del 2 de julio, en las
horas de la tarde en Bogotá.
Tal temeridad inicial fue
desvirtuada pronto para el caso de 5 estudiantes activos, y 1 inactivo de la
Pedagógica, por la declaración del
propio rector Atehortúa, quien indico
que el día de los atentados, ellos se encontraban en un trabajo de campo rumbo a
Fusagasugá; y que destacó uno de los
capturados es representante ante el Consejo Superior de la Pedagógica, y todos
reconocidos activistas de causas sociales y humanitarias.
De las personas relacionadas con
la Nacional, egresadas o estudiantes, se ha destacado el caso de la abogada
Paola Andrea Salgado, quien prestaba sus servicios profesionales con el
Hospital de Suba desde el 18 de junio, quien defiende las causas de las
mujeres, así como el derecho al aborto en el sonado caso de una niña de 12
años, violada, y a quien una EPS le impidió abortar.
Lo que es común a todos estos
jóvenes es su simpatía con la izquierda, su participación en organizaciones
sociales que defienden la causa de los pobres, los excluidos, a la vez que
tienen actividades en organizaciones estudiantiles, y espacios de confluencia
política como el Congreso de los Pueblos.
A ellos se les han encontrado
ilustraciones de Camilo Torres, Monseñor Romero, y es posible que de otras
figuras de tradición revolucionaria en América Latina, que son objeto de
estudio y debate en las universidades de Colombia y del mundo, de quienes han
tenido noticia en el curso de sus estudios.
Por supuesto que se sepa hasta
ahora, no son militantes del Centro Democrático, el Partido de la U, Tradición,
Familia y propiedad. Tampoco se
entusiasman con las campañas del procurador Alejandro Ordoñez, ni son elogiosos
de las políticas educativas del actual gobierno o los anteriores, que
abandonaron a la Universidad pública a su suerte, privatizándola en la medida
de lo posible, y buscando la contrarreforma de lo que aún queda a cualquier
costo. Seguramente que no pocos entre ellos, son críticos del orden
capitalista, como entre otros, lo es también nadie menos que el propio papa Francisco
en la actual gira que hace por Suramérica.
Delitos políticos, terror y parapolítica
¿Qué responsabilidades le quepan en la comisión de actos delictivos, y
en particular en el terrorismo que se les endilgó “alegre e
irresponsablemente”, en las primeras horas? Esto se determinará a partir de
hoy, a las 3 pm., pero el daño está causado individual, institucional y
colectivamente.
Si alguno resultara responsable
de terrorismo, después de ser vencido en juicio, ninguno de ellos lo ha sido en
situación de flagrancia, que se sepa,
nos pondrá en situación de debatir abiertamente sobre el asunto no
resuelto de los delitos políticos, y de la condición de guerra no declarada que
vive Colombia por más de 50 años, en la cual hemos visto la mar de
bestialidades inenarrables.
El penúltimo episodio es el de
los “falsos positivos”, los asesinatos colectivos perpetrados por unidades del
ejército y la policía, en gentes humildes, como las que atienden estos jóvenes,
y que fueron objeto de firme denuncia por parte de HRW, y su vocero principal
José Miguel Vivanco, recordando que hay un sinnúmero de coroneles y también
generales, quienes tienen que responder ante la justicia ordinaria, por acción
o por omisión. Y hace apenas unos días,
la propia mineducación en funciones, le cantó la tabla al Centro Democrático y
su líder, de la connivencia con el paramilitarismo, dándole entrada en el
propio Palacio de Nariño, como ocurrió en el caso de Job.
Que sepa la opinión hasta la
fecha no ha prosperado ninguna causa contra el expresidente Uribe Vélez, quien
habla de terrorismo a diestra y siniestra; y llamaba públicamente a conseguir
el voto de los congresistas encartados en la parapolítica antes que fueran
procesados criminalmente.
Estos coinciden con buena parte
de los mismos que se pusieron de pie, algo más del 33 porciento de los
congresistas electos, para aplaudir la “visita de cortesía” de Mancuso, Báez,
Giraldo y Castaño al Congreso reunido en pleno. Así lo recordó Gina
Parody, señalando que solo ella y Rafael
Pardo del uribismo se mantuvieron sentados en sus curules, y luego con unos
buenos meses tomaron las de “villadiego”.
Democracia , antagonismo y diferencia
“No. Los que realmente estén en
contra de las bases del pluralismo no son adversarios: son enemigos. Y no
tendrán opción de organizarse como partido, ir a elecciones, etc.” Chantal
Mouffe, en ET, entrevista de María Paulina Ortiz, 9/07/15, p. 13.
En la
universidad colombiana, en la sociedad de la que somos partes no es posible
perseguir a nadie por sus ideas, por sus creencias, y sus simpatías, aunque la
confusión en relación con la comisión de delitos políticos, y, en particular,
lo que concierne al terrorismo se haya puesto tristemente de modo, durante el
aciago tiempo de la “seguridad democrática” en Colombia, y la guerra declarada
por George W. Bush contra Irak, a raíz del ataque del 11 de septiembre.
Conviene recordar lo dicho por
Chantal Mouffe, en su condición de académica, en su conferencia “Democracia y
pasiones: enfoque para la resolución de conflictos,” en un auditorio de más de
800 asistentes sobre su entendimiento actual de democracia. Ella dijo, y lo
ratificó en la entrevista recién publicada en El Tiempo:
“La mayoría de las teorías políticas dicen que el objetivo de la
democracia es ver cómo se puede poner de acuerdo todo el mundo…Para mí, en
cambio, la democracia debe reconocer que siempre habrá disenso…Siempre habrá un
pluralismo de posiciones, y esto va a suponer un antagonismo irreconciliable.
La tarea de la democracia es organizar ese disenso, encontrar la manera de que
la gente pueda vivir junta y las diferencias sean reconocidas. Es lo que llamo
consenso conflictual.” (Ver ET, “debes leer”, 9/07/15, p. 13).
Este es un buen colofón de la
polémica abierta con la causa de las 13 personas, que aparecieron en boca de
Palomino y Perdomo como presuntas
autores de los atentados del 2 de julio, y quienes ahora, por otra
causa, distinta a la publicitada en este remedo de sociedad del espectáculo que
es Colombia, esperan conocer de qué se les acusa en verdad.
Todos tenemos que estar atentos
al devenir de esta torcida manera de administrar la justicia en Colombia, para
precaver cualquier abuso, además de censurar los ya cometidos, en estas personas,
y en cualquier colombiano; sin distingo de creencias, posiciones o simpatías
intelectuales, afectivas o morales, incluida la desobediencia civil, y la
rebeldía ejercida sin causarle daño o violencia material a ningún congénere.
Sin perjuicio de establecer
también una distinción entre pluralismo y pluralidad, que es una problemática
que se encuentra presente en el pensamiento democrático que defiende Chantal
Mouffe, cuya visita resulta significativa al tratar de la democracia y las
pasiones en un tiempo de paz y guerra como el que define la actual coyuntura
nacional.
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