EL PAPA EN ECUADOR, Y EL REFERENDO EN GRECIA
miguel angel herrera zgaib
Este es un domingo inolvidable para quienes, y son legión, piensan que el mundo actual no solo puede cambiar, sino que es necesario que esto ocurra. Las voces se levantan al unísono desde Atenas hasta Quito, que recibe hoy la visita de Francisco, en prédica abierta por los derechos de la naturaleza toda.
Esta revolución democrática en curso, hecha de mil colores y sonidos, así lo proclama; a la vez que reclama otra condición humana y natural, sin pobreza, exclusión y destrucción. Hablando la lengua de los evangelios cristianos, y la del ateo Carlos Marx, desde el centro del mundo, en el Ecuador, hasta Atenas, con la bisagra que conecta los dos mundos: la invención de la democracia y las transformaciones que las luchas sociales le han incorporado en 2600 años.
La práctica política como un quehacer autónomo entre iguales, que resuelve los grandes asuntos humanos, la paz y la guerra fue una invención griega. Hoy, con una versión mejorada, le ha puesto un alto al despiadado y depredador ritmo expoliador del capital global, y sus instituciones.
Ha parado el invierno en las costas de Grecia, y permitido que el sol alumbre los corazones y mentes de 11 millones, cuyas mayorías activas dieron un "NO" rotundo al chantaje, que quiso repetir la letal receta del corralito de 2001, que golpeó y sublevó a los argentinos contra radicales y peronistas por igual. Pero, el gobierno peronista sucesivo no logró hasta la fecha poner la casa en orden.
En Quito, hoy, en la tarde Francisco, el primer papa latinoamericano; siendo sus fieles, el mayor sostén numérico de la catolicitad, algo más de 400 millones de fieles, apenas hasta ahora tienen a uno de los suyos en esta alta dignidad. Lo recibió Rafael Correa, quien respondió las palabras del papa jesuita, diciéndole que el paraíso esta en Ecuador.
Pero, claro, Correa para nada hizo mención a la reserva de Yasuní; ese lugar en que tendría que ponerse a prueba el principal contenido y el mensaje de la reciente encíclica de Francisco. Podría incluso ser la oportunidad de revertir la decisión presidencial de explotar el petróleo, y las riquezas naturales, en algo más de 250 has, ante la indiferencia de los potenciales donantes alrededor del planeta.
Estas primeras pisadas en tierra suramericana, podrían marcar el inicio de una nueva cruzada, no sangrienta, verde, vital, para proteger las riquezas naturales de Yasuní, que mostraran a todos, cómo es que este papa peregrino de otro modo, se compromete de palabra y de obra con la causa de la tierra, que, en últimas, es la causa de los hombres.
Cerremos con una cita del escrito de Esperanza Martínez, activista de Acción Ecológica (Ecuador), del texto publicado en la revista La Tendencia en el n. 14 de abril/mayo 2015:
"El Yasuní es el último pedazo de una Amazonía en donde centenares de comunidades respetan y defienden la vida, sino el primer paso para la construcción de la utopía." (La tendencia, 103)
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