INTERLOCUCIÓN SOBRE ECUADOR HOY
Y LA REELECCIÓN DE CORREA
QUIEBRE EN EL PROYECTO DESARROLLISTA
HEGEMÓNICO
Por: Francisco
Hidalgo Flor
Director de Sociología y Ciencia Política
Universidad Central, Quito- Ecuador
En el marco de
las movilizaciones sociales de mayo y junio del 2015 se generaron variaciones sustanciales en el proceso
político ecuatoriano, la consecuencia más importante es la puesta en cuestión
de una próxima reelección presidencial de Rafael Correa en la etapa electoral
venidera del 2017 (que a esas alturas, cumplirá diez años ininterrumpidos en el
poder), a esto se suma el debilitamiento
del modelo económico basado en las rentas
crecientes de las commoditties, provocado en especial por la caída en los precios en los hidrocarburos, con lo cual
el proyecto desarrollista hegemónico
muestra grietas que pudieran agrandarse de continuar impertérrito un programa
político aplicado por la vía de un caudillismo autoritario y progresismo extractivista,
denominado “cambio de la matriz productiva”.
Otras consecuencias
son el rol protagónico que adquieren los líderes locales de la derecha, los
alcaldes de las principales ciudades del Ecuador, Rodas en Quito y Nebot en
Guayaquil, como portaestandartes de una oposición urbana.
No se puede
dejar de mencionar una cierta recuperación en capacidad de convocatoria de los
movimientos populares sindical e indígena, y los partidos de izquierda tradicional,
alrededor de la defensa de los derechos laborales y sociales históricos.
Paradójicamente los acontecimientos que precipitaron la
situación de quiebre fueron diferentes proyectos de ley que golpeaban, en unos
casos a las clases trabajadoras clásicas; y, en otros, a los sectores de gran
capital inmobiliario y grupos de poder familiar.
A continuación
bien vale exponer con algún detalle los planteamientos señalados en los
párrafos anteriores, pero además de los contenidos de las normas jurídicas planteadas,
es pertinente detenerse en las formas de construcción política de las mismas.
Los acontecimientos
de abril y mayo del 2015 estuvieron
incididos por los debates y aprobación de la denominada “Ley de Justicia Laboral” que
entre otros puntos planteaba la supresión del aporte estatal del 40% al
presupuesto del Instituto Ecuatoriano de
Seguridad Social, para financiar a largo plazo la jubilación de los
trabajadores (1), norma que había estado vigente desde los años 40 del siglo
veinte y cuya supresión vulnera fuertemente derechos sindicales adquiridos (2)
Cabe indicar que
en el proceso de discusión el gobierno no solo que no consideró los
planteamientos de las centrales sindicales sino que tomo la iniciativa de
formar públicamente otra central sindical afín al oficialismo, denominada CUT.
Las agrupaciones
sindicales reunidas alrededor del Frente Unitario de los Trabajadores – FUT,
respondieron con una serie creciente de movilizaciones, la de mayor trascendencia
aconteció en la marcha del 1 de mayo que aglutinó no solo a miles de trabajadores sindicalizados sino que logró
colocar tras suyo a sectores de las clases medias.
No hubo
protestas que valieran y el presidente Correa rápidamente puso en vigencia esta
ley.
En cambio, los
acontecimientos de junio estuvieron marcados por los debates alrededor de dos
proyectos de ley presentados por el ejecutivo, recurriendo a la vía de
“económico urgente”, el primero que
incrementaba el impuesto a la plusvalía sobre suelos y edificaciones urbanas y
rurales, bajo la denominación de reformas al Código de Ordenamiento Territorial (3), y
el segundo proyecto, denominado “Ley Orgánica de Redistribución de la Riqueza”
cuya parte sustancial consiste en el incremento
del impuesto a las herencias directas con una tabla impositiva que va
del 2% al 45% (4) .
El argumento
principal del Ejecutivo al respecto ha sido atacar a la injusta distribución de
la riqueza por la vía impositiva fuerte, donde el estado asume el rol de
controlador y redistribuidor sobre las grandes fortunas.
Es importante
detenerse un poco en estos dos proyectos, en primer lugar señalan “un giro a la
izquierda” en el discurso político del régimen, que durante casi dos años,
desde el inicio de su segundo periodo presidencial consecutivo ( 2013), había
estado marcado por la estrategia del denominado “cambio de la matriz
productiva” cuyo eje central implicaba una alianza dura entre el gobierno y los
sectores empresariales (5); en segundo lugar con ellos el presidente Correa
expresa su horizonte de cambio, de hecho en una entrevista televisiva (6) manifestó que en ellos estaba presente la
esencia de su visión sobre lo que es el socialismo del siglo XXI, apelando a
dos fuentes teóricas: las encíclicas del Papa Bergoglio; y, el texto de Piketty sobre el rol de las
herencias en la la concentración de la
riqueza. (7)
Estas dos propuestas
lanzadas con el estilo vertical y economicista propios de Correa, abrieron la franca oposición de la derecha, por
medio de sus alcaldes, que apelaron al discurso de la defensa de la propiedad y
de la familia, ganaron rápidamente la adhesión de las clases medias,
especialmente urbanas, y se lanzaron a las calles, ahora ya no a la cola de las
centrales sindicales, como había acontecido en el reciente primero de mayo,
sino ellas al frente y dejando descolocados a los sindicatos.
En respuesta Correa apeló
a una conciencia de clases por la redistribución de la riqueza, pero
“olvidando” que durante todos los años anteriores precisamente uno de sus
flancos de ataque, según él por pecar de “infantilismo de izquierda”, fueron precisamente las organizaciones
sindicales, los partidos de izquierda
tradicional y el movimiento indígena.
En los tres
casos planteados Correa llevo al extremo su estilo legislativo: a) las
principales normas legales se aprueban previamente en el Ejecutivo, y queda
evidente el rol subordinado de la Función Legislativa; b) la denominada
“socialización” de las propuestas de ley son muy acotadas, no generan consensos
sociales alrededor de ellos; c) están fuertemente marcadas por una lógica
tecnocrática, la racionalidad economicista del discurso las legitima, no la
construcción política.
Hasta ahora la
legitimidad provino de una hegemonía alrededor del discurso que apela a la modernidad, al
progreso y la fidelidad al proyecto que exhibe el caudillo, que tiene un
agenciador principal en el Estado con un
Ejecutivo fuerte.
Exactamente así había acontecido, por ejemplo, alrededor de la
resolución presidencial de dar por concluida la iniciativa Yasuní y la
autorización para iniciar por la exploración y explotación petrolera dentro de
la principal reserva de biodiversidad de la amazonia ecuatoriana.
Este proceso
político construido desde arriba es el que empieza a resquebrajarse, por un lado con el agotamiento de la vía
caudillista, ya afectada en el proceso electoral alrededor de la renovación de
gobiernos municipales en febrero del 2013; y, por otro lado, con el
debilitamiento del poder económico del estado por la reducción de los ingresos
provenientes de los precios altos en los hidrocarburos.
La vía política planteada
por Correa, de ir a la reelección
indefinida e inmediata de todos los representantes electos, desde concejales
municipales, pasando por los legisladores y llegando hasta el Presidente de la
República, a estas alturas asoma como fuertemente impopular y jurídicamente inconstitucional,
está fuertemente cuestionada.
En el Ecuador
actual se presentan nuevos escenarios y probablemente, desde una lectura
popular, la problemática central es si los movimientos sociales alternativas y
las izquierdas lograran construir una autonomía necesaria, tanto frente a la
opción de derecha, como frente a la opción desarrollista, para recuperar en el mediano y largo plazo una
capacidad de convocatoria hacia un programa de cambio con transformaciones
profundas al orden burgués modernizador apuntalado por el gobierno actual.
Siempre será
necesario recalcar que no
es la vía una salida golpista (lo cual
es recurrente en la historia política del Ecuador), sería un gravísimo error apuntalar cualquier putch cívico – militar, que aborte procesos en
maduración, como la renovación de una izquierda popular.
Notas:
(1)Consultar “Mayoría
oficialista aprobó reforma”. En: www.elcomercio.com/actualidad/politica-asamblea-nacional-proyecto-ley.html.
(2) Ver el boletín informativo de Cedocut: cedocut.org.ec/la-prensa-informa-sobre-reforma-que-suprime-derechos-laborales-y-de-jubilados/
(3) Consultar
“Dos proyectos en trámite”. En: www.eluniverso.com/noticias/2015/05/26/nota/4913786/dos-proyectos-tramite-disposiciones-sobre-plusvalia
(4) Consultar
“Impuesto a herencia tendrá deducciones”. En: www.elcomercio.com/actualidad/impuesto-herencias-ecuador-rafaelcorrea-asambleanacional.html
(5) Consultar
“Correa se reúne con empresarios”. En: www.vistazo.com/seccion/pa%C3%ADs/correa-sobre-reuni%C3%B3n-con-empresarios-estos-acercamientos-benefician-al-pa%C3%ADs
(6) Consultar “Correa defiende Ley de Herencia
como justicia social”. en: www.lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1101827584#.VZn80FKpKbc
(7) Thomas Piketty (2014). “El capital en el siglo XXI”. Edit. Fondo
de Cultura Económica. El periódico oficial “El Telégrafo” se sintetice así el contenido de la
mencionada obra: “…llega a la conclusión de que la desigualdad tiene un
carácter fundamentalmente patrimonial (o lo que es lo mismo parásita), ya que
se basa fundamentalmente en la herencia y no en el mérito, bajo cualquier forma
en que se lo defina”
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