25 de julio de 2015

GRAMSCI, EL FÚTBOL Y LA  ESCOBA

"Nos llaman "perros rabiosos": ¡muy bien! Son los perros rabiosos los que, recorriendo las calles de la ciudad bajo el flagelo de la canícula, obligan a las señoritas de las aceras a correr, a levantar sus falditas y a mostrar sus repugnantes calzones."  Antonio Gramsci, "Perros rabiosos", 22 de febrero de 1916.

MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB
Proyecto Fútbol, política e Ideología

                                                                          Hace ya unos días, al homenajear a dos paisanos uruguayos, Galeano y Ghiggia, reproduje unos apartes del texto de Gramsci que mencionaba el fútbol. Este jueves, cuando visitaba la bella y cómoda biblioteca de los Jesuitas, me topé en la estantería, bajo el rótulo "comunismo," con un libro que está hecho de las columnas, una selección, que Antonio Gramsci escribiera entre 1916-1920. El nombre del espacio era Bajo la Mole, y ese el nombre del libro con el añadido Fragmentos de Civilización.

Una de estas columnas, a la que me voy a referir y a citar en particular, Antonio la tituló: "El Fútbol y la escoba". Apareció publicada el 26 de agosto de 1918, en plena revolución bolchevique, cuando la suerte del proletariado mundial se jugaba a lo ancho y largo de Europa.

Gramsci era para ese tiempo parte activa de la redacción turinesa del periódico Avanti, el órgano oficial del partido socialista italiano, del cual era militante desde 1913. Su baño periodístico lo había tenido escribiendo algunas notas sobre Cerdeña, su tierra, en la prensa local y regional. 

Pero, desde 1914 escribía con regularidad para Il grido del popolo (El grito del pueblo), primero, y luego para Avanti, que fue fundado casi a la par con este gran partido de masas, reformistas, que inició en el año 1896 sus luchas.

"Sotto la Mole"

La razón del nombre general de esta columna regular, yo la supe hasta hace una decena de años. Respondía al hecho que Gramsci, y muchos habitantes de Turín miraban entre arrobados y circunspectos a la llamada Mole Antonelliana, una torre y edificación monumental que le daba identidad al centro de la ciudad capital de la unidad italiana.

Era a su modo, un equivalente de la Tour Eiffel para los parisinos, y recordaba al joven que había venido de la provincia más lejana, Ghilarza, en una isla, que había sido parte del Reino de Nápoles bajo dominio español hasta el siglo XVIII.

Con una modesta beca de estudiante, Antonio llegó a cursar una carrera en la Facultad de Filosofía y Letras, de la que a la postre se retiró para dedicarse de lleno a su militancia política, y ser un joven dirigente, protagonista de los sucesos del "bienio rojo", 1919-1920, con los obreros de Turín, la ciudad del automóvil, de las fábricas Fiat y Lancia. Esto ocurría dos años después de haber escrito la columna que es motivo de esta crónica reflexión.

El fútbol y la escoba

Así empieza la columna "El fútbol y la escoba" escrita por Gramsci en Avanti, y ahora reproducida en el libro Bajo la Mole, de Ediciones Sequitur, Madrid, 2009, con traducción del italiano de Francisco Ochoa de Michelena:

Los italianos aman poco el deporte; los italianos prefieren la escoba al deporte. Antes que el aire libre prefieren la clausura de la taberna; antes que el movimiento, prefieren la quietud en torno a la mesa.

Observen un partido de fútbol: es un modelo de la sociedad individualista: se ejerce la iniciativa, pero ésta definida por la ley; las personalidades se distinguen jerárquicamente, y la distinción se da no por antigüedad sino por méritos específicos; hay movimiento, competición, lucha, pero todo está regulado por una ley no escrita que se llama "lealtad" y que un árbitro se encarga de recordar en todo momento. 

Paisaje abierto, libre circulación del aire, pulmones sanos, músculos fuertes, siempre dispuestos a la acción.

El autor de esta nota entiende, observa se conmueve con la modernidad crece con él ante sus ojos de provinciano, dispuesto a transformar el mundo. Es un joven nacido en Ales, Cagliari (Cerdeña), el 22 de enero de 1891. A la sazón tenía 27 años, y en un breve escrito logra captar la relación entre deporte y capitalismo. 

Un colofón

Este escrito de Antonio Gramsci es el emblema del proyecto "Fútbol, Política e Ideología". Esta vez, lo aquí referido nos sirve para presentar dos actividades centrales en el segundo semestre del Grupo Presidencialismo y participación que cumplirá quince años de existencia ininterrumpida. La preparación de la celebración  pronto comienza: 

El curso electivo sobre su pensamiento, "Subalternidad, hegemonía y autonomía," de una parte; y de otra, el proyecto colectivo: X Seminario Internacional A. Gramsci, que realizaremos durante la última semana de Octubre. 

Están tod@s invitad@s, a hacerlos realidad en común también virtualmente. 

Email: presid.y.partic@gmail.com. 

14 de julio de 2015

UNA INTERLOCUCIÓN A DOS VOCES
LA SITUACIÓN ECUATORIANA Y LA REELECCIÓN DE
 CORREA

Francisco Hidalgo Flor, FHF:
¿Quiebre en el proyecto desarrollista  hegemónico?
En el marco de las movilizaciones sociales de mayo y junio del 2015 se generaron  variaciones sustanciales en el proceso político ecuatoriano. La consecuencia más importante es la puesta en cuestión de una próxima reelección presidencial de Rafael Correa en la etapa electoral venidera del 2017. 
A estas alturas, cumplirá diez años ininterrumpidos en el poder, a esto se suma  el debilitamiento del  modelo económico basado en las rentas crecientes de las commoditties, provocado en especial por la caída en  los precios en los hidrocarburos; con lo cual el proyecto desarrollista  hegemónico muestra grietas que pudieran agrandarse de continuar impertérrito un programa político aplicado por la vía de un caudillismo autoritario y progresismo extractivista, denominado “cambio de la matriz productiva”.
Miguel Angel Herrera Zgaib, MAHZ:
Encuentro claro tu planteamiento. Hay dos procesos contrarios en marcha, que se disputan el espacio político y social urbano, donde estaba la mayor fortaleza de la revolución ciudadana. Autoritarismo sin plata no camina, y estrecha márgenes de acción con los de abajo, que dan la mayoría de votos al populismo de Correa.

¿De dónde sacar el billete? De las riquezas existentes que no son commodities?. Para redistribuir más, ¿sin productividad viable?

¿Desmontar las pensiones y garantías de los trabajadores para flexibilizar los costos de producción?

Está en crisis el proyecto, antes hegemónico, del extractivismo Pero, ¿qué lo puede reemplazar?

No aparece en tu escrito. Para que viabilice una propuesta deseable y viable frente a la derecha de las dos alcaldías, ¿o sí? Correa se parece, sin revolución socialista, a Stalin. Pero no parece poner el peso de la acumulación en los hombros de los kulakes ecuatorianos, indígenas ricos, y medios.

Espero precisiones sobre tu entendimiento en concreto de la hegemonía económica y política y sus combinaciones posibles en un escenario erizado de garantías jurídicas a la propiedad privada.

FHF:
¿Cómo ha sido  posible la hegemonía política y económica de la revolución ciudadana?:
a) Obedece a procesos de largo y corto aliento. Entre los primeros, a) una izquierda que en las ultimas décadas jugo demasiado, en la disputa de poder, al caudillo, incluso si ello proviniera de filas militares.

Así, a fines de los 80s, alrededor del militar Frank Vargas Pazzos hubo una alianza de partidos de izquierda alrededor de dicho personaje; a inicios de los 2000 alrededor de Lucio Gutiérrez; de todos ellos el mejor, sin lugar a dudas, es Rafael Correa, un caudillo tecnocrático.
b)  Luego la ausencia de una crítica al Estado; es más en la contraposición al modelo neoliberal llegó a ser bandera de partidos de izquierda la demanda de recuperar el Estado, y eso se ha pagado caro. Ahora tenemos más Estado, pero al mismo tiempo implica control, disciplinamiento, eliminación de espacios de autonomía del movimiento social, y cooptación generalizada.
Pero, en esa visión de largo plazo, reconozcamos también virtudes de la izquierda ecuatoriana:
 i) Recuperación del aporte indígena en la construcción del proceso de cambio, no solo como capacidad de movilización, también como portador de planteamientos estratégicos para un horizonte de cambio: plurinacionalidad, y buen vivir - sumak kawsay;
ii) Tuvo una capacidad política propia, que llegó a girar entre el 15% y 20% de la votacion y con eso pudo colocar puntos de agenda y dio un sentido común de cambio (y precisamente este es uno de los puntos mas graves que se han perdido.
Creo sostener en el artículo que en la coyuntura 2015 se evidencia un sentido común conservador; por ejemplo,  el planteamiento de la defensa de la propiedad privada, según encuestas, bordea una aceptación del 70%. Esto era impensable hace pocos años atrás.
Procesos de corto plazo para la hegemonía política y económica, pues:
 a)  En primer lugar que el estado hace suyo un discurso que asume partes sustanciales del discurso de izquierda y del legado histórico de la lucha social: se declara como estado plurinacional; y sin dejar de mencionar la cooptación de propuestas en verdad revolucionarias: derechos de la naturaleza y buen vivir, las reprocesa colocándolas bajo su "estrategia de combate a la pobreza";
b)  En segundo lugar la hegemonía la construye alrededor de la aspiración de progreso y modernidad. Aquí está el famoso "tren de la historia" que avanza ineluctable: son carreteras, escuelas, hospitales.
Quien ve con claridad ese horizonte de desarrollo es el estado, es su capa tecnocrática; 

c) En tercer lugar, los movimientos y partidos  maduros son los que entienden este rol de revolución y cambio desde el estado y con alianzas con el capital. Los otros se quedaron en el pasado y expresan el "infantilismo de izquierda". A este sector se le castiga con el aislamiento y la persecución. 
He aquí el tan deseado segundo grito de independencia: son los gobiernos progresistas; en el caso que analizamos, es el gobierno de Correa.
En ocasiones, Rafael Correa llega a ser cínico en sus planteamientos. Recientemente él ha indicado que su visión es la de un capitalismo de sociedades anónimas, no de núcleos familiares. Ese es el tipo de capital con el cual el estado debería  asociarse; y uno de los horizontes de esa alianza es la "sociedad del conocimiento," donde junto con las transnacionales se generan valores agregados hacia la gran tecnología.
Finalmente, y eso si está indicado en el artículo, para los movimientos sociales y la izquierda un paso fundamental es recuperar una situación y perspectiva de autonomía, de que los sectores recuperen un quehacer político con sus propios pies y con programas renovados. 

Ahí un rol fundamental está en los circuitos intelectuales, así como recuperar el espíritu rebelde, el cuestionamiento al poder. Pero esto lleva tiempo.
Creo haber resuelto algunos de los puntos planteados.
INTERLOCUCIÓN SOBRE ECUADOR HOY 

 Y LA REELECCIÓN DE CORREA

QUIEBRE EN EL PROYECTO DESARROLLISTA  

HEGEMÓNICO


Por: Francisco Hidalgo Flor
Director de Sociología y Ciencia Política
Universidad Central, Quito- Ecuador

                                                             En el marco de las movilizaciones sociales de mayo y junio del 2015 se generaron  variaciones sustanciales en el proceso político ecuatoriano, la consecuencia más importante es la puesta en cuestión de una próxima reelección presidencial de Rafael Correa en la etapa electoral venidera del 2017 (que a esas alturas, cumplirá diez años ininterrumpidos en el poder), a esto se suma  el debilitamiento del  modelo económico basado en las rentas crecientes de las commoditties, provocado en especial por la caída en  los precios en los hidrocarburos, con lo cual el proyecto desarrollista  hegemónico muestra grietas que pudieran agrandarse de continuar impertérrito un programa político aplicado por la vía de un caudillismo autoritario y progresismo extractivista, denominado “cambio de la matriz productiva”.

Otras consecuencias son el rol protagónico que adquieren los líderes locales de la derecha, los alcaldes de las principales ciudades del Ecuador, Rodas en Quito y Nebot en Guayaquil, como portaestandartes de una oposición urbana.

No se puede dejar de mencionar una cierta recuperación en capacidad de convocatoria de los movimientos populares  sindical  e indígena, y los partidos de izquierda tradicional, alrededor de la defensa de los derechos laborales y sociales históricos.

Paradójicamente  los acontecimientos que precipitaron la situación de quiebre fueron diferentes proyectos de ley que golpeaban, en unos casos a las clases trabajadoras clásicas; y, en otros, a los sectores de gran capital inmobiliario y grupos de poder familiar.

A continuación bien vale exponer con algún detalle los planteamientos señalados en los párrafos anteriores, pero además de los contenidos de las normas jurídicas planteadas, es pertinente detenerse en las formas de construcción política de las mismas.

Los acontecimientos  de abril y mayo del 2015 estuvieron incididos por los debates y aprobación de la denominada “Ley de Justicia Laboral”  que entre otros puntos planteaba la supresión del aporte estatal del 40% al presupuesto del  Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, para financiar a largo plazo la jubilación de los trabajadores (1), norma que había estado vigente desde los años 40 del siglo veinte y cuya supresión vulnera fuertemente derechos sindicales adquiridos (2)
Cabe indicar que en el proceso de discusión el gobierno no solo que no consideró los planteamientos de las centrales sindicales sino que tomo la iniciativa de formar públicamente otra central sindical afín al oficialismo,  denominada CUT.

Las agrupaciones sindicales reunidas alrededor del Frente Unitario de los Trabajadores – FUT, respondieron con una serie creciente de movilizaciones, la de mayor trascendencia aconteció en la marcha del 1 de mayo que aglutinó no solo a miles de  trabajadores sindicalizados sino que logró colocar tras suyo a sectores de las clases medias.

No hubo protestas que valieran y el presidente Correa rápidamente puso en vigencia esta ley.
En cambio, los acontecimientos de junio estuvieron marcados por los debates alrededor de dos proyectos de ley presentados por el ejecutivo, recurriendo a la vía de “económico urgente”, el primero  que incrementaba el impuesto a la plusvalía sobre suelos y edificaciones urbanas y rurales, bajo la denominación de reformas  al Código de Ordenamiento Territorial (3), y el segundo proyecto, denominado “Ley Orgánica de Redistribución de la Riqueza” cuya parte sustancial consiste en el incremento  del impuesto a las herencias directas con una tabla impositiva que va del 2% al 45%  (4) .

El argumento principal del Ejecutivo al respecto ha sido atacar a la injusta distribución de la riqueza por la vía impositiva fuerte, donde el estado asume el rol de controlador y redistribuidor sobre las grandes fortunas.

Es importante detenerse un poco en estos dos proyectos, en primer lugar señalan “un giro a la izquierda” en el discurso político del régimen, que durante casi dos años, desde el inicio de su segundo periodo presidencial consecutivo ( 2013), había estado marcado por la estrategia del denominado “cambio de la matriz productiva” cuyo eje central implicaba una alianza dura entre el gobierno y los sectores empresariales (5); en segundo lugar con ellos el presidente Correa expresa su horizonte de cambio, de hecho en una entrevista televisiva (6)  manifestó que en ellos estaba presente la esencia de su visión sobre lo que es el socialismo del siglo XXI, apelando a dos fuentes teóricas: las encíclicas del Papa Bergoglio; y,  el texto de Piketty sobre el rol de las herencias en la  la concentración de la riqueza. (7)

Estas dos propuestas lanzadas con el estilo vertical y economicista propios  de Correa,  abrieron la franca oposición de la derecha, por medio de sus alcaldes, que apelaron al discurso de la defensa de la propiedad y de la familia, ganaron rápidamente la adhesión de las clases medias, especialmente urbanas, y se lanzaron a las calles, ahora ya no a la cola de las centrales sindicales, como había acontecido en el reciente primero de mayo, sino ellas al frente y dejando descolocados a los sindicatos.
En respuesta  Correa  apeló a una conciencia de clases por la redistribución de la riqueza, pero “olvidando” que durante todos los años anteriores precisamente uno de sus flancos de ataque, según él por pecar de “infantilismo de izquierda”,  fueron precisamente las organizaciones sindicales,  los partidos de izquierda tradicional y el movimiento indígena.
En los tres casos planteados Correa llevo al extremo su estilo legislativo: a) las principales normas legales se aprueban previamente en el Ejecutivo, y queda evidente el rol subordinado de la Función Legislativa; b) la denominada “socialización” de las propuestas de ley son muy acotadas, no generan consensos sociales alrededor de ellos; c) están fuertemente marcadas por una lógica tecnocrática, la racionalidad economicista del discurso las legitima, no la construcción política.
Hasta ahora la legitimidad provino de una hegemonía alrededor del discurso que apela a la  modernidad,  al  progreso y la fidelidad al proyecto que exhibe el caudillo, que tiene un agenciador principal en el  Estado con un Ejecutivo fuerte.
Exactamente así  había acontecido, por ejemplo, alrededor de la resolución presidencial de dar por concluida la iniciativa Yasuní y la autorización para iniciar por la exploración y explotación petrolera dentro de la principal reserva de biodiversidad de la amazonia ecuatoriana.
Este proceso político construido desde arriba es el que empieza a resquebrajarse,  por un lado con el agotamiento de la vía caudillista, ya afectada en el proceso electoral alrededor de la renovación de gobiernos municipales en febrero del 2013; y, por otro lado, con el debilitamiento del poder económico del estado por la reducción de los ingresos provenientes de los precios altos en los hidrocarburos.
La vía política planteada por Correa,  de ir a la reelección indefinida e inmediata de todos los representantes electos, desde concejales municipales, pasando por los legisladores y llegando hasta el Presidente de la República, a estas alturas asoma como fuertemente impopular y jurídicamente inconstitucional, está fuertemente cuestionada.
En el Ecuador actual se presentan nuevos escenarios y probablemente, desde una lectura popular, la problemática central es si los movimientos sociales alternativas y las izquierdas lograran construir una autonomía necesaria, tanto frente a la opción de derecha, como frente a la opción desarrollista,  para recuperar en el mediano y largo plazo una capacidad de convocatoria hacia un programa de cambio con transformaciones profundas al orden burgués modernizador apuntalado por el gobierno actual.
Siempre será necesario recalcar que no es  la vía una salida golpista (lo cual es recurrente en la historia política del Ecuador),  sería un gravísimo error  apuntalar cualquier putch  cívico – militar, que aborte procesos en maduración, como la renovación de una izquierda popular.
Notas:
(1)Consultar “Mayoría oficialista aprobó reforma”. En:  www.elcomercio.com/actualidad/politica-asamblea-nacional-proyecto-ley.html.
(4) Consultar “Impuesto a herencia tendrá deducciones”. En: www.elcomercio.com/actualidad/impuesto-herencias-ecuador-rafaelcorrea-asambleanacional.html
 (6) Consultar “Correa defiende Ley de Herencia como justicia social”. en: www.lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1101827584#.VZn80FKpKbc
(7) Thomas Piketty (2014). “El capital en el siglo XXI”. Edit. Fondo de Cultura Económica. El periódico oficial “El Telégrafo” se sintetice así el contenido de la mencionada obra: “…llega a la conclusión de que la desigualdad tiene un carácter fundamentalmente patrimonial (o lo que es lo mismo parásita), ya que se basa fundamentalmente en la herencia y no en el mérito, bajo cualquier forma en que se lo defina”


Humberto de la Calle y el Proceso de  Paz

CARLOS MEDINA GALLEGO
Docente- Investigador
Universidad Nacional de Colombia
Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz
@CarlosMedinaG1 

El proceso no se puede mirar por un solo ojo…

La entrevista de Humberto de La Calle, jefe de la delegación del Gobierno en las conversaciones de La Habana con las FARC-EP, realizada con el periodista Juan Gossaín, amerita una reflexión en cuanto ubica el estado actual de las conversaciones, en la versión estatal; pero sobre todo, hacen evidente que la agenda de la oposición al proceso esta superponiéndose a la agenda del Acuerdo General para una Paz Estable y Duradera, que es la que guía las conversaciones.

Hay que saludar la franqueza con que De la Calle aborda la entrevista, pues en ella sopesa de manera contundente las razones del Gobierno-Estado en relación con el proceso y permite desde allí establecer con toda claridad las posibilidades del mismo, no solo en materia de paz, sino en materia de guerra. Siempre he pensado que el lenguaje tiene un peso específico en unas conversaciones de esta naturaleza y que lo primero que hay que hacer es "desescalar" la palabra, que el diálogo debe ser inteligente e incluyente, y que hay que ser cuidadoso con no amenazar o extorsionar al adversario en relación con lo que se está haciendo y con lo que se puede hacer. 

El instrumento más importante de una negociación es la persuasión no la amenaza, de ahí que sea equivocado anunciar, ante la nación, colocándola como cortina de justificación, que “La paciencia de los colombianos se está agotando”, y que por lo tanto “el proceso está llegando a su fin o por bien o por mal”, y que agregue: “Yo sí quiero decirles a las FARC con toda seriedad: Esto se puede acabar. Algún día es probable que no nos encuentren en la mesa de La Habana”. Y que concluya: “Realmente lo que está ocurriendo es insoportable para los colombianos”.

Habría que preguntarle a Humberto de cuáles son los colombianos que habla… porque aunque parezca vergonzoso e incomprensible, este “país” se acostumbró a vivir en la guerra, sobre todo el “país” que no la padece, porque el país que si la padece ha buscado y se ha comprometido con la paz por las vías del diálogo y la solución negociada. Movimientos sociales, partidos políticos y sectores democráticos y la sociedad civil en general, que es distinta a la sociedad en general, se han movilizado masivamente para defender ese proceso y lo han hecho a tal grado que posibilitaron la reelección presidencial de Juan Manuel Santos. 
O está hablando de los colombianos que se han comprometido con la guerra y se han opuesto al proceso de paz, como los sectores de empresarios, élites económicas tradicionales y trasnacionales, élites políticas tradicionales y autoritarias, que le apostaron y le siguen a apostando a un proceso de pacificación y de sometimiento de la insurgencia sin cambios posibles . 
O está hablando de los colombianos domesticados por los medios, que son los que construyen la realidad que perciben las comunidades, que no les importa ni la paz ni la guerra; marchan detrás de los discursos de los arrieros políticos, vociferando sin criterio alguno, ni comprender el alcance y las implicaciones de sus discursos contra la paz y por la guerra, o de los colombianos que desde las fuerzas militares presionan al Gobierno para que pongan fin a las conversaciones espantados por el fantasma de que con el proceso de paz la institución se va a acabar.

No son las encuestas, ni los acontecimientos del momento los que deben mantener el pensamiento de un estratega de la paz. No pueden ser los estados de ánimo con que se levante el país por los hechos que están ocurriendo en materia de acciones militares los que definan el comportamiento del Gobierno-Estado para parar una guerra de 50 o más años. Esta guerra no se divide entre antes de Buenos Aires y después de Buenos Aires, no han sido once, ni doce, ni un centenar los muertos de la Fuerza Pública, han sido millares, como millares han sido los muertos de la guerrilla y de la población. 
Es eso lo que cuenta, porque si por muertos fuera, las FARC ya se debían haber ido hace meses de la mesa de conversaciones: a los once de Buenos Aires, el Gobierno retalió con 36 o más guerrilleros. Lastimoso lo de Tumaco, criticable, pero no es la primera voladura de oleoductos que ocurre en este país. Ni es agua potable lo que beben los habitantes de Tumaco desde sus acueductos. La guerra siempre afecta a las poblaciones y por eso hay que pararla. La guerra afecta al medio ambiente y por eso hay que pararla.

El peor momento del proceso de paz... ¡¡¡qué bueno!!!

Qué bueno que el proceso de paz este en el peor momento de sus tres años, eso quiere decir que va bien…, todos los procesos de paz del mundo cuando se acerca su final se vuelven más difíciles, son mayores los retos, las angustias, los aceleres y es ahí, no en otro momento, cuando se requiere de la grandeza de quienes conversan para no dejarse arrastrar de las fuerzas que los presionan y terminar por darles la razón a los opositores, como parece ser lo que está ocurriendo y evidencia sin escrúpulos el jefe de la delegación del Gobierno. Desde luego que hay que recuperar la serenidad, la sindéresis y desde luego que este es el momento de las decisiones de fondo, sobre dos temas de agenda que son cruciales: víctimas (verdad y Justicia) yterminación del conflicto.

Uno no conversa con el enemigo para llegar a acuerdos políticos diciéndole que se les agota su tiempo militar y su tiempo histórico. No, uno los persuade para que se convierta en su aliado estratégico para construir la paz, la democracia y el bienestar que requiere el país. Uno le abre el camino para que se incluyan como protagonistas en la construcción histórica de la nación. De eso es de lo que se trata la finalización del conflicto y la paz. Uno no le dice al interlocutor que no es nadie, sino le señala las rutas que se pueden seguir en una sociedad que se abre a un universo pluralista desde el cual se puede construir el bienestar global.

La agenda de los opositores está minando el proceso…

Al menos en tres puntos la agenda de los opositores ha sido asumida por el Gobierno Nacional y es eso lo que ha reversado el proceso.

Primero. Resulta absolutamente claro que este es un momento distinto al de los procesos anteriores, pero no le pueden cobrar a las FARC lo que no hicieron con las organizaciones que se desmovilizaron en el noventa, ni lo que dejaron de hacer con el proceso con los paramilitares en materia de justicia y víctimas. Es el Gobierno el que tiene que tramitar ante las Cortes Internacionales en razón de los acuerdos que contrajo y de los tratados que firmó las seguridades jurídicas del proceso.  
Por la experiencia histórica en otros procesos del mundo lo que debe prevalecer son los intereses de la paz nacional sobre los compromisos internacionales, y seguramente, una adecuada gestión ante los espacios que señala Humberto va encontrar las comprensiones que se han hecho evidentes de la comunidad internacional con este proceso. Sería trágico y vergonzoso para un país, no poder llegar a la paz interna porque sus acuerdos con el Tribunal de Roma y la Corte Interamericana se lo impiden, y que no logre adecuar la legislación interna incluyendo los fallos de Corte Constitucional.

Segundo. Equipar justicia para las víctimas igual a privación de la libertad de  los victimarios es otro de los elementos de la agenda de oposición que se ha impuesto. Ese tema debe ser el resultado de una discusión en la mesa de todas las posibilidades que existen y de la más conveniente para el proceso. Del reconocimiento en amplitud y profundidad de las múltiples responsabilidades, comenzando por las del Estado.  El concepto de justicia debe ser un concepto amplio que en primera instancia favorezca la verdad, la reparación integral y un compromiso auténtico de no repetición, las víctimas han hecho más énfasis en estos tres puntos que en la exigencia de privación de la libertad de los victimarios, la que se puede dar, como en el caso de los paramilitares: sin verdad, sin reparación integral y sin compromiso de no repetición.

Tercero. La propuesta de Álvaro Uribe Vélez de la  creación de centros de concentración, para pagar penas es otro de los elementos que se incorporó a los imaginarios del Gobierno y que Humberto hace explícita con la variante de la incorporación a la vida civil en el proceso de dejación de armas: “Me parece sumamente constructiva. Y creo que el ex presidente Uribe tiene razón. Se puede discutir si es oportuna, pero la idea que uno tiene para acabar el conflicto es que sí es necesario y realista promover esas zonas de concentración, que pueden ser para gente temporalmente armada que se someta a un proceso de dejación de armasque es una condición esencial para que haya acuerdo y se reincorporen a la vida civil”.

El Gobierno ha asumido la idea de la oposición en el sentido de que cualquiera que sea la forma debe descargarse el peso de la justicia sobre los responsables de los delitos y que no existe manera de eludir la privación de la libertad, así se escoja dentro de los delitos cometidos unos y se asigne a unos responsables: “Una comisión independiente hace esa selección que le sería entregada a la Fiscalía para que escoja quiénes fueron los que cometieron esos delitos que tienen carácter internacional. Lo que se busca es limitar la acción penal a ese tipo de delitos y a sus máximos responsables. A ellos se les aplicaría la misma pena que dictan las leyes vigentes, pero que podría reducirse a una pena alternativa que se pague en condiciones de dignidad, sin rejas ni piyamas rayadas. 
Pero hay que asumir las consecuencias judiciales de los actos”. No sé si las FARC acepten que se les aplique un modelo de justicia que les da tratamiento de delincuentes, con las mismas penas vigentes y los mismas prerrogativas que tiene un delincuente común que colabora con la justicia y se les saque del delito político y los conexos, con todos los atenuantes que este implica. 
Creo que ese no es el camino. El delito político debe tener un lugar en la justicia y en los procesos políticos del país.  Pero esto, igualmente,  en materia de acuerdo debe ser el  resultado de una discusión persuasiva e incluyente, que no se cierre en inadmisibles y se torne inmodificable.

No sé si los campos de concentración de guerrilleros sea el mecanismo que ha de utilizarse para la normalización de los miembros de las FARC en la vida social, económica, política e institucional del país,  todavía eso está por definirse, pero cualquiera que sea,  debe ser lo menos traumático para el proceso y para la sociedad colombiana y debe contar, en lo posible, con el mayor acompañamiento internacional y las mayores garantías. 

No se ve con suficiente claridad la postura del Gobierno frente a la extradición. Las declaraciones del presidente desde España hace algunos meses a este respecto fueron muy bien recibidas, pero hoy no esta tan claro ese tema y no se puede dejar a la deriva y a la voluntad presidencial el futuro de ese tópico. La experiencia de los comandantes paramilitares durante la administración Uribe es un mal precedente.

Cese al fuego y las hostilidades

El tema de cese al fuego y las hostilidades tiene una lectura distinta entre en las partes. De La calle ha señalado “Nosotros hemos dicho: cese del fuego bilateral y definitivo, pero no solo del fuego sino también de las hostilidades, la extorsión, el narcotráfico”.  Para las FARC, el cese bilateral es posible, así existan otros actores del conflicto con los que también es necesario entrar a conversar o no va a existir paz verdadera.

La sub-comisión técnica, para la terminación del conflicto, puede establecer desde ya unos territorios de paz, puede someterlos a veedurías e incluso a verificación con delegados de la comunidad internacional y de Naciones Unidas. Puede probarse un cese bilateral selectivo y escalonado sobre los territorios donde el conflicto ha sido más agudo e irlo extendiendo a todo el territorio. Se puede iniciar con un proceso dedes-escalamiento focalizado que apunte a crear ambientes amables para la paz. Hay que involucrar a la población como garantes de ese des-escalamiento.
 Si para el Gobierno el cese de hostilidades es no más secuestros, no más extorsión, no más narcotráfico, para las FARC es no más persecución a líderes campesinos, a líderes populares, sindicales, magisteriales, defensores de derechos humanos, dirigentes políticos de izquierda, no más muertes, no más desapariciones, no más represión, judicialización y criminalización de la protesta legitima,  no más desplazamiento, no más muerte de reclamantes de tierra… entre otras acciones contra la población civil y sus formas de organización social y política.  
Estas dos concepciones pueden hacerse coincidir y llegar a un acuerdo sobre Cese de Hostilidades, porque esa es la puerta de entrada al postconflicto, que como lo evidencia De La Calle no es la ausencia de conflictos, sino su reactivación legal y legítima.

Resulta lesivo para el proceso descalificar los esfuerzos de la contraparte y sus gestos de paz, sugiriendo que han sido poco serios, cuando el mismo Gobierno reconoció en distintas ocasiones que las FARC cumplieron con el cese al fuego unilateral y venían desarrollando una importante agenda de desescalamiento. El cese bilateral no puede ser condicionado por una de las partes, sino acordado en conveniencia por las dos y como un componente esencial  de mutua credibilidad en la etapa de terminación del conflicto. Están bien los elementos de verificación nacional e internacional, cuando son las dos partes las comprometidas. 

El Cese Bilateral al fuego es un compromiso de las partes con el país, de parar definitivamente la guerra, y debe generar una actitud en los territorios que permitan detener la acción de otros actores. Existe un sabotaje militar al proceso que no procede necesariamente de la Fuerza Pública, sino de sectores interesados en que la guerra se mantenga, porque ella es su vehículo de acumulación capitalista criminal y de enriquecimiento ilícito. 

Sobre la verdad y las víctimas

Una de las conclusiones más relevantes de la Comisión Histórica del Conflicto y las Víctimas fue haber señalado que no existe una única verdad, sino una pluralidad de verdades, por tanto no puede ni debe existir una verdad oficial. En eso, pese a que no se ha sometido al rigor del escrutinio político de la mesa de conversaciones el informe, se pudo avanzar en la creación de los fundamentos de la Comisión para el esclarecimiento de la  Verdad, la Convivencia y la No Repetición, en el marco de la discusión del tema de víctimas que mas allá de todas las valoraciones y descalificaciones que se le puedan hacer a la misma,  lo que hay que permitirle es que se construya y haga su tarea.

La entrevista del periodista Juan Gossaín a Humberto De La Calle muestra, como es lógico,  la versión del Gobierno sobre el proceso y no lo que debe ser un balance equilibrado y compartido de  las partes sobre el proceso,  por eso Juan Gossaín le está debiendo al país la otra versión del estado del mismo en una entrevista similar con el jefe de la delegación de las FARC-EP: Iván Márquez.

Aliados estratégicos en la victoria de la paz sobre la guerra

Considero que ya es hora que el Gobierno y las FARC-EP defiendan conjuntamente el proceso frente a los opositores y a los escépticos, que al finalizar cada ciclo los plenipotenciarios del Gobierno y FARC se vengan al país a hacer pedagogía de paz, a reunirse con los movimientos sociales, con los empresarios, con los medios, con la Fuerza Pública, con los opositores y que se ponga a prueba la oferta de seguridad que el Estado debe ofrecer a los que se van a normalizar y a convertir en sujeto político, legal y legítimo,  en el marco del orden constitucional existente en el postconflicto.

Este es el momento en que el Gobierno Nacional y las FARC-EP, en lugar de estarse descalificando, sembrando incertidumbre y desconfianza en la gente De La Calle,  debían convertirse en aliados estratégicos en la victoria de la paz sobre la guerra.

Bogotá, 8 de julio de 2015   


        

12 de julio de 2015

UNIVERSIDADES PÚBLICAS, JUSTICIA  E IZQUIERDA                                          EN COLOMBIA

Miguel Angel Herrera Zgaib


El contexto                             
                                                                En los últimos días, el proceso de paz en Colombia se  enrareció, por el escalonamiento de las acciones militares de guerrilla y gobierno, cuyos delegados siguen, como corresponde a lo acordado, sentados en  La Habana.

De estas escaramuzas, sin embargo, sacó el máximo provecho el partido de la guerra, que lidera el senador Álvaro Uribe Vélez. Entretanto, la opinión que miden las encuestadoras, que no es la de todo el país, Datexco, en particular, dio unos resultados que perturbaron al presidente Santos, porque sufrió una inocultable, tremenda caída en la última medición conocida.

Tal fue la dimensión del descalabro mediático registrado, que la cabeza negociadora en La Habana, Humberto de La Calle tuvo que salir de cuerpo entero a torear la  embestida deslegitimadora que tiene varios frentes. Vino la entrevista con Juan Gossaín, en lugar de Yamit Amat, en la que Humberto se  despachó  con una amenaza: la brevedad  que resta al proceso de paz con las Farc-ep.

El titular de El Tiempo del 5 de julio definió este clima crítico, citando a  de la Calle a tres columnas: "Por bien o por mal, el proceso de paz se está acabando."

Mientras  tanto, en otro escenario  no tan lejano, que dicen es  el vecino Ecuador, los delegados del Eln y el gobierno discuten sin llegar a acuerdo para iniciar la otra negociación de paz, porque hay aparentes "inamovibles" que la tienen en vilo ya por varios meses, con las secuelas que ello produce en Colombia.

Una trayectoria incierta

                                                                             Desde, cuando menos el mes de mayo de 2014, los cuerpos de seguridad y la misma Fiscalía están atentos a las acciones militares y políticas atribuibles al Eln; o a gente u organizaciones pretendida o realmente cercanas a él, para reprimirlas, contrarrestarlas y desacreditarlas en lo posible. Pues el gobierno quiere torcerle el brazo a esta guerrilla en el pulso que libra en el asunto de la paz.
Como es sabido por todos, las acciones represivas  fijan la atención en espacios y lugares de convivencia, donde se forma y circula otro tipo de opiniones que no miden las encuestas y sondeos, como son las universidades que tienen actividad política y social autónoma, de alguna naturaleza.
En el caso de Bogotá están en la mira y el monitoreo ilegal, las universidades públicas, cuyas realidades conflictivas son también conocidas, derivadas  de la precariedad y el abandono que la educación superior experimenta por décadas de parte de los sucesivos gobiernos.
Sin embargo, fue el 2 de julio el detonante de una operación terrorista, con preaviso y 9 heridos, que se tradujo en la posterior captura espectacular de 15 personas, con el concurso de cuerpos especializados de la Policía nacional y la Fiscalía.
Lo ocurrido, la explosión de sendos petardos, en la calle 72 y en Puente Aranda, en Bogotá, en sedes del conglomerado financiero de Luis Carlos Sarmiento Angulo, al día siguiente de los (in)sucesos, hasta motivaron  que el presidente Santos hablara de las acciones terroristas, comprometiéndose a presumir como imputables de estas a células del Eln.

Un cambio de causa en el camino

                                                                                              A los pocos días, en show mediático, repartido entre el general Rodolfo Palomino, al frente de la Policía Nacional, y el Vicefiscal Perdomo, mano derecha del Fiscal general, se anunció la captura de 15 personas,  señalados como miembros de una red terrorista.
Desde el mismo momento se habló, sin ninguna prudencia, de su pertenencia a universidades públicas; con dizque un “profe” incluido, junto con estudiantes y egresados, y también funcionarios vinculados con el Distrito entre los presuntos componentes de la red.
Después del espectacular anuncio por prensa, radio, y redes, porque el general Palomino tiene una, en la que muestra tomas de la captura del profe. Pero, luego del escándalo mediático,  de los 15 iniciales capturados, 2 de los estudiantes quedaron en libertad inmediata, porque resultó que estos ni siquiera tenían orden de captura. Así, la cosa comenzó a caminar “chueca”.
Pero la investigación siguió con los restantes 13 hasta el jueves 9, cuando la jueza de garantías validó, en audiencias cerradas, - por tratarse de presuntos actos de terrorismo -, las demás capturas. Hubo cambio de juez en las diligencias, mientras que los abogados defensores tenían  que cubrir esta maratón en muy precarias circunstancias,  como ellos lo la han denunciado.
Lo hecho supone que para el día viernes, puesto que la justicia señala el plazo perentorio de 72 horas para presentar cargos concretos a los capturados, que a eso de las 3 de la tarde se lean las correspondientes acusaciones en sesión, igualmente, privada en el complejo de Paloquemao, horlado en las afueras por carteles de denuncia  y apoyo.
En este lugar  se han hecho presentes familiares, compañeros de los estudiantes, profesores, y de organizaciones sociales, así como los medios en procura de la noticia. Todos  enterados y sorprendidos, por decir lo menos, con estos procederes, esto es, el cambio de la causa porque se les investiga, para brindarles solidaridad y respaldo en semejante impasse y exposición públicas.
A hoy,  los 15 capturados (incluidos los 2 libres), desplegando la fuerza del estado y medios espectaculares, incluido un helicóptero y un grupo especial del Goes,  contra la persona llamada el profe/cucho, quien no es profesor ni de la Nacional ni tampoco de la Pedagógica, de donde provienen la gran mayoría de los capturados, resultaron ser ahora "encartados" en la comisión de 8 acciones terroristas, que según se filtra ahora, empezaron a cometerse desde mayo de 2014.

Destapando incoherencias

                                                      Al proceder de esta manera, no solamente se engañó en forma flagrante a la opinión pública, inducida en principio a pensar, que las personas objeto de esta acción policial, lo eran por su presunta responsabilidad en la doble  acción petardista del 2 de julio, en las horas de la tarde en Bogotá.

Tal temeridad inicial fue desvirtuada pronto para el caso de 5 estudiantes activos, y 1 inactivo de la Pedagógica,  por la declaración del propio rector Atehortúa,  quien indico que el día de los atentados, ellos se encontraban en un trabajo de campo rumbo a Fusagasugá; y que destacó  uno de los capturados es representante ante el Consejo Superior de la Pedagógica, y todos reconocidos activistas de causas sociales y humanitarias.
De las personas relacionadas con la Nacional, egresadas o estudiantes, se ha destacado el caso de la abogada Paola Andrea Salgado, quien prestaba sus servicios profesionales con el Hospital de Suba desde el 18 de junio, quien defiende las causas de las mujeres, así como el derecho al aborto en el sonado caso de una niña de 12 años, violada, y a quien una EPS le impidió abortar.
Lo que es común a todos estos jóvenes es su simpatía con la izquierda, su participación en organizaciones sociales que defienden la causa de los pobres, los excluidos, a la vez que tienen actividades en organizaciones estudiantiles, y espacios de confluencia política como el Congreso de los Pueblos.  
A ellos se les han encontrado ilustraciones de Camilo Torres, Monseñor Romero, y es posible que de otras figuras de tradición revolucionaria en América Latina, que son objeto de estudio y debate en las universidades de Colombia y del mundo, de quienes han tenido noticia en el curso de sus estudios.
Por supuesto que se sepa hasta ahora, no son militantes del Centro Democrático, el Partido de la U, Tradición, Familia y propiedad.  Tampoco se entusiasman con las campañas del procurador Alejandro Ordoñez, ni son elogiosos de las políticas educativas del actual gobierno o los anteriores, que abandonaron a la Universidad pública a su suerte, privatizándola en la medida de lo posible, y buscando la contrarreforma de lo que aún queda a cualquier costo. Seguramente que no pocos entre ellos, son críticos del orden capitalista, como entre otros, lo es también nadie menos que el propio papa Francisco en la actual gira que hace por Suramérica.

Delitos políticos, terror y parapolítica

                                                              ¿Qué responsabilidades le quepan en la comisión de actos delictivos, y en particular en el terrorismo que se les endilgó “alegre e irresponsablemente”, en las primeras horas? Esto se determinará a partir de hoy, a las 3 pm., pero el daño está causado individual, institucional y colectivamente.
Si alguno resultara responsable de terrorismo, después de ser vencido en juicio, ninguno de ellos lo ha sido en situación de flagrancia, que se sepa,  nos pondrá en situación de debatir abiertamente sobre el asunto no resuelto de los delitos políticos, y de la condición de guerra no declarada que vive Colombia por más de 50 años, en la cual hemos visto la mar de bestialidades inenarrables.
El penúltimo episodio es el de los “falsos positivos”, los asesinatos colectivos perpetrados por unidades del ejército y la policía, en gentes humildes, como las que atienden estos jóvenes, y que fueron objeto de firme denuncia por parte de HRW, y su vocero principal José Miguel Vivanco, recordando que hay un sinnúmero de coroneles y también generales, quienes tienen que responder ante la justicia ordinaria, por acción o por omisión.  Y hace apenas unos días, la propia mineducación en funciones, le cantó la tabla al Centro Democrático y su líder, de la connivencia con el paramilitarismo, dándole entrada en el propio Palacio de Nariño, como ocurrió en el caso de Job.
Que sepa la opinión hasta la fecha no ha prosperado ninguna causa contra el expresidente Uribe Vélez, quien habla de terrorismo a diestra y siniestra; y llamaba públicamente a conseguir el voto de los congresistas encartados en la parapolítica antes que fueran procesados criminalmente.
Estos coinciden con buena parte de los mismos que se pusieron de pie, algo más del 33 porciento de los congresistas electos, para aplaudir la “visita de cortesía” de Mancuso, Báez, Giraldo y Castaño al Congreso reunido en pleno. Así lo recordó Gina Parody,  señalando que solo ella y Rafael Pardo del uribismo se mantuvieron sentados en sus curules, y luego con unos buenos meses tomaron las de “villadiego”.

Democracia , antagonismo y diferencia

“No. Los que realmente estén en contra de las bases del pluralismo no son adversarios: son enemigos. Y no tendrán opción de organizarse como partido, ir a elecciones, etc.” Chantal Mouffe, en ET, entrevista de María Paulina Ortiz, 9/07/15, p. 13.

                                                                               En la universidad colombiana, en la sociedad de la que somos partes no es posible perseguir a nadie por sus ideas, por sus creencias, y sus simpatías, aunque la confusión en relación con la comisión de delitos políticos, y, en particular, lo que concierne al terrorismo se haya puesto tristemente de modo, durante el aciago tiempo de la “seguridad democrática” en Colombia, y la guerra declarada por George W. Bush contra Irak, a raíz del ataque del  11 de septiembre.
Conviene recordar lo dicho por Chantal Mouffe, en su condición de académica, en su conferencia “Democracia y pasiones: enfoque para la resolución de conflictos,” en un auditorio de más de 800 asistentes sobre su entendimiento actual de democracia. Ella dijo, y lo ratificó en la entrevista recién publicada en El Tiempo:
“La mayoría de las teorías  políticas dicen que el objetivo de la democracia es ver cómo se puede poner de acuerdo todo el mundo…Para mí, en cambio, la democracia debe reconocer que siempre habrá disenso…Siempre habrá un pluralismo de posiciones, y esto va a suponer un antagonismo irreconciliable. La tarea de la democracia es organizar ese disenso, encontrar la manera de que la gente pueda vivir junta y las diferencias sean reconocidas. Es lo que llamo consenso conflictual.” (Ver ET, “debes leer”, 9/07/15, p. 13).

Este es un buen colofón de la polémica abierta con la causa de las 13 personas, que aparecieron en boca de Palomino y Perdomo como presuntas  autores de los atentados del 2 de julio, y quienes ahora, por otra causa, distinta a la publicitada en este remedo de sociedad del espectáculo que es Colombia, esperan conocer de qué se les acusa en verdad. 

Todos tenemos que estar atentos al devenir de esta torcida manera de administrar la justicia en Colombia, para precaver cualquier abuso, además de censurar los ya cometidos, en estas personas, y en cualquier colombiano; sin distingo de creencias, posiciones o simpatías intelectuales, afectivas o morales, incluida la desobediencia civil, y la rebeldía ejercida sin causarle daño o violencia material a ningún congénere.


Sin perjuicio de establecer también una distinción entre pluralismo y pluralidad, que es una problemática que se encuentra presente en el pensamiento democrático que defiende Chantal Mouffe, cuya visita resulta significativa al tratar de la democracia y las pasiones en un tiempo de paz y guerra como el que define la actual coyuntura nacional.

VII SEMINARIO INTERNACIONAL ANTONIO GRAMSCI

DEMOCRACIA, GUERRA Y NUEVA REPÚBLICA, 1512-2012.

GRUPO DE INVESTIGACIÓN PRESIDENCIALISMO Y PARTICIPACIÓN.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Carlos Bohrt; Sandro Mezzadra, Justo Soto, Francisco Hidalgo, Miguel Angel Herrera