21 de diciembre de 2013

DESPEDIDA DEL  2013, CON CULTURA POLÍTICA

RECORDANDO SITUACIONES EN "HORA 20"

Diana, la conductora de Hora 20, en su selección de ayer 20, se le pasó por alto incluir un momento crítico del programa, cuando un congresista vocero del PIN, que ya cambió de piel, "la sacó de quicio". Pero, sí incluyó momentos igualmente relevantes. Yo quiero recordar cuando menos dos, en los que los consabidos invitados no aceptaron el formato que les imponían quienes los invitan.

La disputa entre Antonio  y  Alfredo.

A raíz de la negociación con las Farc-ep, Alfredo Rangel mencionó que el M-19 había entregado las armas, y se reincorporó a la vida civil. Navarro contestó que eso era falso. El interlocutor insistió que él había visto a Carlos Pizarro entregar su pistola en la ceremonia que fue transmitida a todo el país.
Antonio repitió con más volumen que eso era falso. Rangel reiteró su decir, y Navarro, le dijo no sea mentiroso, hombre! Y la algarabía aumentó, por lo que la conductora les llamó la atención a los chicos que casi se insultaban. 
Volvió la calma, y Antonio hizo la diferencia entre entregar las armas, que el M-19 no lo hizo, y la dejación de los fierros. Aclaró que esta guerrilla no se rindió.

Él mismo recogió las armas, y supongo que también la pistola de Carlos Pizarro Leóngómez, luego asesinado en un avión, y las llevó todos a una fundición en el Valle del Cauca. Añadió también que otro grupo, el PRT, hizo lo propio, en la dejación previa a la Constitución de 1991. Pero, en este caso, las armas fueron arrojadas al mar, en las vecindades del Golfo de Morrosquillo. Eso sí, no discutieron acerca de qué "contamina más" el ambiente.

La pelotera entre Daniel  y Carlitos.

Sobre el conflicto con Nicaragua, y la conducción que le ha dado la canciller Holguín, se enfrentaron dos panelistas, Daniel Jaramillo, caracterizado internacionalista, cachorro de Alfonso "mijo", expresidente hijo de presidente, y Carlos Gustavo, el exprocurador, que tiene "fama" de ser constitucionalista, pero, antes que nada, de consultor y asesor muy bien pago.

Daniel llamó "en el aire" a la Canciller de Colombia, "ligera" en sus aseveraciones, porque acusó a Daniel Jaramillo de hacer infidencias a la prensa, y a la opinión. Carlitos se vino lanza en ristre, en defensa de su empleadora.

Se subieron los humos de los adversarios. Daniel reiteró su señalamiento, y amenazó con proceder judicialmente contra la funcionaria consentida del "establecimiento", y del "partido de la U", esto es, de la comparsa que tiene la absoluta mayoría en el Congreso, donde mangonean de modo general.

Una ñapita

Otro incidente radial tuvo con ver con la disputa en torno a la denuncia del exconstituyente conservador Yepes, quien denunció "con alma, vida y sombrero", como hubo una operación de apoderamiento de las altas cortes, orquestada desde la sala administrativa del llamado Consejo Superior de la Judicatura, donde un par de togados, salidos de la CSJ, utilizando las fórmulas del cartel de la cooptación colocan a "sus validos" en las magistraturas.

El ex constituyente Yepes dió nombres. Su interlocutor, Juan Manuel Charry, ex decano del Rosario, ripostó con una "fórmula salvadora", que también esgrime el ex Alvaro Uribe Vélez y sus coequiperos, de cuando en vez. 

A lo cual se opusieron de inmediato el mismo Yepes y otro partícipe, el doctor Bejarano, célebre por su "batalla" judicial contra la Contralora, amante de los zoológicos. Dieron como antecedente nefando lo que pasó con la que aun llaman "asamblea constituyente" de 1991, cuando la CSJ, con un conjuez, se reconoció de modo directo que el poder constituyente, el pueblo soberano, no reconoce los límites prefijados por la Constitución. Ver la C.Nal vigente, artículo 3, para comprobarlo.

¡Qué susto! 
El Poder Constituyente y el fantasma populista.

                               Qué susto, con la excepción de Charry, con visos democráticos, enfrentado a liberales y conservadores entusiastas del constitucionalismo, a quienes aún hoy les aterra la democracia, y los riesgos que entraña frente al quehacer de los demagogos. Y uno caracterizado, al parecer, sería Uribe. 

Con todo, sabido es, que la Constituyente de 1991 no pasó de ser una asamblea constitucional. Tampoco  trajo la revolución, pero  sí propició salvaguardas a los D.H y los llamados fundamentales con la acción de tutela, la que ahora se busca limitar al máximo, a través del llamado "incidente fiscal", perla del collar del actual presidente y sus asesores de "rancia" estirpe liberal.

En la "Constituyente" de 1991, por demás, no hubo refrendo democrático, mediante un referendo, con el cual se insiste ahora para el cierre de las negociaciones de paz de La Habana, en lugar de la Asamblea Constituyente, sobre la cual, hoy, insisten, en cambio, Las Farc-Ep.

Esta guerrilla, respondiendo al coro, ya entró "en razón". Señala que la Constituyente que proponen versará exclusivamente sobre 12 puntos, y pare de contar. 

Colofón ejemplar

Dicho lo cual, las Farc-ep entraron por el aro de los constitucionalistas, y dejaron a un lado el real ejercicio democrático. Ojalá que el barco no haga agua, y recuerden las lecciones de la administración Barco, que sin quererlo propició lo que pudo ser y no fue: una oposición de verdad, sin armas, pero con una firme convicción y práctica democráticas.

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VII SEMINARIO INTERNACIONAL ANTONIO GRAMSCI

DEMOCRACIA, GUERRA Y NUEVA REPÚBLICA, 1512-2012.

GRUPO DE INVESTIGACIÓN PRESIDENCIALISMO Y PARTICIPACIÓN.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Carlos Bohrt; Sandro Mezzadra, Justo Soto, Francisco Hidalgo, Miguel Angel Herrera