16 de noviembre de 2015

¿Pesimismo u optimismo? luces y sombras

Giovanni MoraLemus

                                                                  Después de las intensas y animadas jornadas del décimo seminario internacional Antonio Gramsci (SIG) del mes pasado, nos embarcamos, algunos miembros del grupo presidencialismo y participación en la asistencia, por supuesto no pasiva, del séptimo congreso latinoamericano y  caribeño de ciencias sociales (Clacso).

El seminario Gramsci coge fuerza, la experiencia fallida y exitosa de los últimos años se evidenció en su versión de octubre pasado. Hemos aprendido y ganado en muchos aspectos, en la calidad de los ponentes, en la participación de diferentes universidades, asegurar los auditorios, no solo en lo referente a un espacio físico sino en cuanto a los asistentes es otro gran logro. Las video/conferencias nos permitieron darle ese carácter de internacional y andino-amazónico. 

Luciano Concheriro nos aportó luces y sombras desde México, nos recordó el papel del intelectual cercano a los procesos sociales, a propósito del trágico hecho de los estudiantes de Iguala. Cuarenta y más  de estudiantes de la escuela normal y rural de Ayotzinapa desaparecidos…pero no naturalizar este tremendo hecho y llamar las cosas por su nombre, a propósito  del extractivismo es una pista, una luz, para todos los cientistas naturales y sociales.

Pero pocos días después de nuestro décimo seminario un trágico accidente cegó la vida del colega Marco Chaux, suceso que nos colmó de desasosiego… 

Tanto en el congreso Clacso como en el Seminario Gramsci hubo una gran sombra y es la mínima participación femenina. La mayoría de ponentes fueron hombres, y en ocasiones tuvieron solo el papel de moderadoras. ¡Pero hubo luces! En el panel de estudiantes en la Escuela Superior de Administración Pública (Esap) y que fue compartido con la universidad Monserrate la mayoría fueron mujeres, esto en el marco del SIG.

¡Mujeres dirigid la política! 

Fue el grito y la invitación que el líder de podemos en España, Juan Carlos Monedero, hizo en el auditorio de Plaza Mayor en Medellín en el congreso Clacso.

Asumir el pesimismo o el optimismo frente a las actuales circunstancias es en verdad un debate. Monedero trató de sintetizar su postura frente a esta polémica señalando que él era un pesimista/optimista. Mientras tanto Pepe Mujica alentó a los jóvenes presentes en la conferencia con su renovado optimismo diciendo: ¡muchachos a construir nuevos partidos políticos!

Luis Ignacio Lula da Silva estuvo entre los optimistas y muchas ponencias y reflexiones sobre la América Latina señalaron y caracterizaron las dificultades económicas y sociales, aunque no quedaron claras las salidas y soluciones a dichos problemas tan graves ¿En verdad es posible en las actuales circunstancias asumir una posición optimista? ¿O será mejor asumir con toda crudeza lo irreversible de los problemas sociales?

Hoy Siria y Francia se parecen, padecen en carne propia los fundamentalismos de Occidente y de Oriente. Por su parte, la guerra en Colombia tiene al  mismo tiempo matices de luces y sombras, entre la paz neoliberal y la paz subalterna, entre la paz que proponen los gobiernos y la paz de los movimientos sociales y la sociedad civil.

Pero yo prefiero pensar como lo haría el teólogo brasilero Guy Cote, para resolver la pregunta entre el optimismo y el pesimismo:

La esperanza, escribe él, se vuelve un combate de cada día, una forma de resistencia al mismo tiempo política y espiritual hecha de rechazo y creatividad.

                                           Y usted colega X  ¿Qué piensa?      
                               
  



















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VII SEMINARIO INTERNACIONAL ANTONIO GRAMSCI

DEMOCRACIA, GUERRA Y NUEVA REPÚBLICA, 1512-2012.

GRUPO DE INVESTIGACIÓN PRESIDENCIALISMO Y PARTICIPACIÓN.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Carlos Bohrt; Sandro Mezzadra, Justo Soto, Francisco Hidalgo, Miguel Angel Herrera