¿LA ELECCIÓN GRIEGA, UN MENTÍS AL POSNEOLIBERALISMO?
Miguel Angel Herrera Zgaib
Con más del 70 % escrutado y una abstención del 53.4%, Alexis Tsipras y su coalición Syriza volvió a ganar la elección. LLeva contabilizado el 35.55 ", elegiendo directamente 95 diputados, y aventajando al segundo, Nueva Democracia que elige 75 , y un tercer lugar de la agrupación pro nazi, Aurora Dorada que aumentó diputados, a 18 con el 6,99 % de la votación. Syriza hará alianza con ANEL de Kamenos que obtuvo 10 diputados.
Como novedades se registran también, la derrota de la escisión de izquierda de Syriza, la Alianza Popular, que no logró elegir ningún diputado, así como la emergencia de la Unión Centrista de Vasilis Levendis que eligió 9 diputados con el 3,36 % de los votos.
No sobra recordar que Grecia tiene 300 diputados, y que quien gana en la votación recibe un premio extra de 50 escaños, por lo que Syriza ha quedado con 145. La escisión sufrida en lo interno, después de la aprobación del rescate, le significó disminuir su número de diputados que fueron a otras agrupaciones electorales, incluido el partido comunista de Grecia, quien es contrario a los rescates, y que propende por la salida de la Unión Europea.
Para los electores de "Podemos" y los del ex IRA de Gerry Adams en Irlanda, como los agrupamientos de la izquierda de Portugal, en Europa estos resultados son alentadores; pero, la vía política que se impone es un reformismo bastante limitado, que pareciera reencauchar a la socialdemocracia, cogestora del neoliberalismo, es decir, el capitalismo global, bajo el mando unificado de Alemania con un escudero que a ratos vocifera, la Francia de François Hollande, y pare de contar.
La era posneoliberal no parece ser del favor de la ciudadanía que vota, capaz de pensar fórmulas más radicales, como las que agenció el exministro de finanzas, Iannis Varoufakis, autor de un diagnóstico de la globalización capitalista, de cómo el déficit de Estados Unidos, y de las grandes potencias económicas, obra a la manera de un "Minotauro Global", que engulle con glotonería de modo regular, el plus producido en los demás países, que resultan sus tributarios, produciendo de contera el éxodo desesperado, dantesco de millones, que ya se atosigan también a las puertas de Grecia.
Y, mientras tanto, no se ve por ninguna parte que aparezca Teseo, el liberador y justiciero, y tampoco que lo acompañe Adriana, para salir del laberinto de la tercera guerra mundial, acerca de lo cual habló desde Cuba, el papa Francisco, una suerte de Tiresías del tercer milenio, eso sí, con los ojos bien abiertos, y una franca sonrisa que cautiva a creyentes y no creyentes tirados en medio del desierto.
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