4 de enero de 2014

LOS ORÍGENES DEL PODER , LA PROSPERIDAD Y LA POBREZA SEGÚN ROBINSON Y ACEMOGLU: 
EL CASO COLOMBIA ( Parte II)

Las elecciones antes: ¿un estado fracasado?

"El 35 por ciento del Congreso fue elegido en zonas en las que había bloques de los grupos de Autodefensa; en aquellos departamentos, nosotros éramos los que recaudábamos impuestos, los que impartíamos justicia y los que teníamos el control militar y territorial de la región..." Salvatore Mancuso, entrevista. Ver "Por qué fracasan los países", p. 445.

                                               Sacando provecho de lo dicho por Robinson y Acemoglu, el pacto para la "refundación del país" tuvo su banco de pruebas electoral. Un ejemplo lo ofreció  San Onofre, cuyo alcalde fue signatario del pacto de Santa Fe de Ralito (2001). Es importante recordarlo en prospectiva, porque estamos ad portas de un nuevo ciclo electoral que elige congresistas y presidente, en marzo y mayo de 2014.

Entre otros, fueron firmantes y animadores de primera línea del Pacto, los jefes de las Auc, Jorge 40, Adolfo Paz (Don Berna), Diego Vecino y Salvatore Mancuso, todos extraditados por orden de Uribe Vélez en su segunda presidencia. Además los senadores William Montes y Miguelito de la Espriella, quien comentó al respecto con dos expresidentes, primero a Pastrana, dicen; y después a Uribe Vélez, cuando se incautó el computador de Jorge 40.

Los autores del libro contemplan la probabilidad, que en efecto, una tercera parte de representantes y senadores fueron electos en 2002 con el apoyo paramilitar (p. 444). Ellos incluyen el mapa 20 que grafica la "Presencia paramilitar en Colombia, 1997-2005, que en lo territorial cubre la mayor parte del territorio andino, y deja relativamente libres la Amazonia, la Orinoquia, las zonas más despobladas del país. En proporción física se aproxima a la tercera parte del territorio de Colombia.

En los territorios que gobernaron, un caso ilustrativo es el departamento de Casanare, que controló Martín Llanos (Héctor Germán Buitrago), cubriendo los municipios de Tauramena, Aguazul, Maní, Villanueva, Monterrey y Sabanalagra. Sus alcaldes cumplían las órdenes impartidas por la organización de bolsillo llamada "Campesinos Paramilitares de Casanare", CPC. Estas eran, según el libro comentado, "Por qué fracasan los países", "PxQFP",  algunas de sus reglas escritas:

Dar el 50 por ciento del presupuesto; el 10 por ciento de cada uno de los contratos del municipio; asistencia obligatoria a todas las reuniones, inclusión de los CPC en todos los proyectos de infraestructura, afiliación al nuevo partido de los CPC, y cumplimiento de su programa de gobierno. (ps. 445, 46).

Con este caso se ilustra el papel de las instituciones extractivas, aquí, en poder de un jefe de las AUC, en el departamento colombiano con la mayor renta per cápita de Colombia, por tener los yacimientos petrolíferos más ricos entonces. De este modo se expropiaba la riqueza social en beneficio de la causa privada de la parapolítica.

Este ejercicio a cargo de instituciones políticas y económicas extractivas, legales e ilegales, no hicieron, dicen Acemoglu y Robinson, de Colombia un estado fracasado, pero sí prueba que era "un Estado sin centralización suficiente y con una autoridad lejos de ser completa sobre todo el territorio... existen partes significativas del país en las que proporciona pocos servicios públicos y prácticamente ninguna ley y orden." (p. 446)

En esos territorios anidaron los "huevitos de la serpiente", del que el grupo PyP denominó Régimen Parapresidencial ( El 28 de mayo y el presidencialismo de excepción, libro publicado en 2007). Este régimen obró como la palanca para el desmonte del proyecto de Estado social de derecho, para la entronización del Estado comunitario de los propietarios privados de la tierra, legales e ilegales. 

Tal fue el "fruto prohibido" de la expropiación y el despojo de casi 4,5 millones de habitantes rurales desplazados internamente, según cifras del IDMC, del Consejo Noruego de Refugiados (Citado en: PxQFP, p. 445).

Ahora bien, para Acemoglu y Robinson, A y R. el análisis de la situación política colombiana, muestra un notable contraste, así:

"En algunas partes del país, las instituciones económicas funcionan bastante bien, y hay niveles elevados de capital humano y habilidad emprendedora; no obstante, en otras partes, las instituciones son muy extractivas, y n siquiera proporcionan un mínimo nivel de autoridad estatal." (p. 446)

Lo dicho conduce a la siguiente caracterización del régimen, aunque los autores de PxQFP hablen de Estado, que en rigor categorial tiene otras implicaciones tanto lógicas como heurísticas. Esto señalan A y R:

"La situación tiene una lógica propia, un tipo de círculo vicioso. La violencia y la falta de instituciones  estatales centralizadas de este tipo inician una relación simbiótica con políticos que dirigen las partes funcionales de la sociedad. Esta relación simbiótica surge porque los políticos nacionales explotan la falta de ley de las zonas periféricas  del país, mientras el gobierno nacional deja en libertad a los grupos paramilitares." (ps. 446, 47)

Continuará: revisar la cuenta facebook del Grupo de Investigación Presidencialismo y Participación.

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