HIPOCRESÍA
OLIGÁRQUICA, PRESIDENCIALISMO Y ELECCIONES
Miguel Angel Herrera Zgaib.
Profesor Asociado, Ciencia Política, Unal.
Director Grupo PyP.
presid.y.partic@gmail.com
La ley del embudo
El
expresidente Andrés Pastrana reclama a Santos, y a su canciller, que se haya
hecho reconocimiento del triunfo del presidente Nicolás Maduro, ante el hecho
que hay un reclamo de recontar el total de los votos. Según él, la estabilidad
regional está en peligro de prosperar la proclamación hecha por la mayoría de
los rectores del Consejo Nacional Electoral.
La auditoría ciudadana reclamada, y aceptada por los dos candidatos, al día
siguiente tuvo otro tratamiento, porque Maduro no lo aceptó. Las cifras que
ofrece el conteo oficial al público son cifras globales, y no discriminadas, es
lo que alegan.
Hoy se discute en Colombia la legitimidad de la elección en Venezuela, pero, la hipocresía
de la oligarquía nacional, y la que gobierna a España, es no aplicar este mismo
criterio, de ser cierto, en la elección estadounidense, por ejemplo, del año
2000. Entonces se disputó el resultado electoral que eligió a George W. Bush.
Allí no se aceptó el conteo voto a
voto en el estado de la Florida, donde se realizó el alegado fraude. La Corte
Suprema de Justicia avaló el no conteo, y quedó pendiente el reclamo de fraude.
Nada dijeron Andrés Pastrana y cía. No hubo ninguna exigencia, y menos una acción
moral o política para aquella elección trucada.
Igual pasó con el caso de México, desde el tiempo de la elección de Carlos
Salinas de Gortari. Hubo reclamo por fraude del perdedor, Cuauthémoc
Cárdenas, hijo de Lázaro Cárdenas, en la
elección de 1988. Luego se repitió contra el candidato del PRD, Andrés López
Obrador enfrentado a Felipe Calderón.
En México se auditó el 51/54 por ciento de los votos, y no aceptaron más. En el caso de la elección de Salinas de Gortari, no ocurrió esto. Pero, la oligarquía
gobernante en Estados Unidos, Colombia, y en España también se calló, y tampoco
dijo Andrés Pastrana y su hermano Juan Carlos, airado ante el recorderis de lo
que pasó en la elección de su padre Misael contra Rojas Pinilla, el 19 de abril
de 1970.
A contrario de lo que pasa en la actual Constitución de Colombia, que se
autoproclama democrática, la de Venezuela permite el auditaje del 54 por ciento de los votos
emitidos, y lo realizó de oficio en esta oportunidad, con la presencia de la
veeduría internacional. Para que, en
cambio, ocurra un reconteo del 100 por
ciento, que es distinto de la auditoría, ello tiene que ser demandado formalmente.
Lo que en efecto pasó el día
miércoles 17 de abril, es que Henrique Capriles y el MUD solicitaron ante el Consejo nacional electoral, CNE, que
se realice el auditaje del 46 por ciento restante de los votos emitidos. Lo
cual ya fue aceptado por el CNE, y tardará 30 días en conocerse el resultado.
Años después se dieron los testimonios del gobernador de Nariño, y del
tigrillo Noriega, quien fuera el ministro de gobierno, cuando hubo tal
“chocorazo”, el fraude reclamado. El decir popular es que el embuchado ocurrió
en el Departamento de Nariño que hizo posible el triunfo del candidato del
Frente Nacional. Será la ciudadanía del sur, la que lo avale cualquier día.
Pero lo que nadie olvida aquel 19 de abril es la ida de la luz, y la suspensión
intempestiva del conteo, que solo se reanudó en todo Colombia alrededor de las 10 de la
noche.
En esta comparación subsiste una diferencia numérica entre la elección de
Colombia y la actual de Venezuela está en la siguiente proporción. Aquí el
supuesto fraude se expresó en 64.000 votos, mientras que en Venezuela la
diferencia en votación entre Maduro (7.575.506) y Capriles (7.302.641) fue de 272.865.
Conviene recordar que hasta el día de hoy se sigue insistiendo en que la elección de Pastrana fue válida, pero no había representación paritaria de Anapo en el Consejo Electoral de Colombia, ni cosa que se le parezca. La mayoría la tenían liberales y conservadores, quienes eran los dueños del Frente Nacional que excluía a tercera fuerzas por sanción plebiscitaria.
Peor aún, aquel arreglo político había hecho nugatoria la democracia
liberal en el país hasta la promulgación de la Constitución de 1991, y casi
todos tan campantes, incluido el expresidente al que le cabía el país en la
cabeza, que lo que en verdad rechazaba con el MRL era la alternación
partidista, porque coartaba la libre competencia bipartidista.
La protesta, las irregularidades alegadas y la solución
“Hemos acordado en el marco de lo permitido en la norma electoral, ampliar
la auditoría de la verificación ciudadana en su fase dos que se inició el día
de hoy (jueves 18.04.13) para realizar la auditoría sobre el 46 por ciento de
las cajas de resguardo que no fueron auditadas el día de la elección.” Tibysay
Lucena, presidente del CNE, Venezuela.
“La embajada de Estados Unidos es la que ha financiado los hechos de
violencia… ¿Qué tiene usted que estar hablando de Venezuela? Nosotros hemos
decidido ser libres y vamos a ser libres e independientes, con ustedes o sin ustedes…”
Expresiones de las autoridades gobernantes en Venezuela.
En
Venezuela, Colombia, y en cualquier lugar del mundo tiene que existir una
auditoría de votos, cuando menos del 52
o 53 por ciento, atendiendo a lo que las estadísticas señalan. De modo regular,
en términos de tendencia ello garantiza
una prueba realista de que no hubo fraude.
En las condiciones de Venezuela por acuerdo entre la oposición y las
fuerzas de gobierno el auditaje cubre el
54 por ciento de la votación, hecho sobre puestos de votación escogidos en forma aleatoria con la presencia de testigos de las diversas candidaturas, y con
la presencia de la ciudadanía que quiera asistir a presencia este tipo de
“conteo”.
Colombia no aplica esta fórmula, y lo que sí ocurre es que en caso de
impugnación de elecciones se realiza un reconteo de los votos, que aquí es
todavía manual y con el cotejamiento de lo consignado en las respectivas actas
de votación que son firmadas por los jurados de las mesas respectivas.
Los partidarios de Capriles conocían de antemano dicho trámite, y
asistieron al auditaje y lo avalaron en su momento. Sin embargo, Capriles hizo
el llamado a la protesta callejera y al cacerolazo, reclamando un fraude
electoral a favor de su contendiente. El resultado está contabilizado a la
fecha, hubo ya 8 muertos, y cuando menos 61 personas heridas.
La última persona falleció el 17 de abril, Rosiris Reyes, militante del
PSUV, herida de bala por la espalda. Ella fue atacada cuando defendía el Centro
de Diagnóstico Integral (CDI) de La Limonera, en el municipio de Baruta, Estado
Miranda, donde el gobernador elegido fue Henrique Capriles, y donde el MUD es
la mayoría. Allí murieron también Luis E. García, José Luis Ponce del PSUV.
Hasta la fecha el MUD no reportó la muerte de ninguno de sus simpatizantes
o militantes, y tampoco ha dicho que alguno de los demás fallecidos, Ender
Bastardo, el niño Rey David Chacín, Henry Rangel , asesinado en su propia casa,
en el estado Táchira, el indígena wayúu José A. Hernández , o el policía Keller
Guevara, lo fuera.
En cambio, el ministro de comunicaciones, Ernesto Villegas, acompañado del
canciller Elías Jaua, sí desmintieron públicamente a Capriles, cuando denunció fraude en el
Municipio de Carache, Estado Trujillo, en el puesto de votación del Liceo
Saldivia. Sostenía que el acta de votación acreditaba 712 votos, superiores a
lo permitido según el respectivo listado. Aparecían según la denuncia 712 votos
contabilizados, y lo autorizado era 530.
La verdad probada por los funcionarios del gobierno señaló que la denuncia
omitía que las mesas de votación eran
dos y no una; sumadas tenían la capacidad, respectivamente de 530 y 536 votos,
así que el total de votos depositados
era de 712 votos, repartidos entre ambas mesas con capacidad de 1066 votos
posibles.
No es un nuevo
escrutinio
“La impugnación se da luego de la proclamación del candidato electo”.
Tybisay Lucena
“Esta lucha fue de ustedes y no ha terminado”. Henrique Capriles.
“Ustedes fascistas odian y odian, llenaron de violencia el país (y) ahora
dicen Yo No Fui…” Nicolás Maduro.
El jueves 18 de abril, en reunión extraordinaria convocada por el
presidente Ollanta Humala quien preside temporalmente a Unasur, concurrieron 20
jefes de Estado, y todos dieron aprobación a la elección del presidente Nicolás
Maduro, de conformidad con los trámites establecidos y cumplidos por la ley
electoral de Venezuela.
Se ha dicho, igualmente, que hubo voces de los presidentes de Chile,
Colombia y Perú en el sentido de señalar la conveniencia de hacer el auditaje,
que no el reconteo, de los restantes votos, y condenar los actos de violencia
ocurridos.
Enterado Henrique Capriles, con anterioridad al pronunciamiento de los
presidentes reunidos en Lima, que el CNE hará la auditoría del 46 por ciento
restante, hizo pública su aceptación. Y hoy viernes se realiza la posesión
oficial del presidente Nicolás Maduro. A la cual concurre el propio presidente
Juan Manuel Santos, en lugar del vicepresidente, acompañado de la canciller.
El pretexto era que Santos tenía que ir a la sesión de clausura de la
reunión de alcaldes reunida en Cartagena, donde los ministros del interior y de
vivienda, el día anterior fueron objeto de abucheos, reclamos y censura de sus
actuaciones por los burgomaestres asistentes.
Antes, la cuenta twitter de Maduro fue hackeada 48 horas, y se adujo que el
bloqueo se hizo desde Bogotá. Se realizó el saboteo del sistema eléctrico en
los estados de Vargas, Miranda y Aragua.
Se cortó la luz como pasó en la elección presidencial colombiana de 1970.
Ahora bien, si la oposición hecho el auditaje acordado sobre el 46 por
ciento restante no acepta el resultado, podrá realizar entonces una impugnación ante la sala
electoral del Tribunal Supremo de Justicia, para que se produzca el reconteo de
la totalidad de los votos. Ello podrá
hacerlo a partir de la proclamación del candidato electo.
Lecciones para todos
Después
de la tragedia vivida en Venezuela, encendida por una oposición que no confió
en el uso de los mecanismos institucionales frente al resultado adverso
obtenido, está en cuestión la confiabilidad del uso de medios electrónicos en
la elecciones, y el uso de la auditoría regular sobre le 54 por ciento de los votos.
Colombia acaba de vivir la experiencia de aplicar el voto electrónico en la
elección atípica del Huila, donde hubo un solo candidato enfrentado al voto en
blanco, para reemplazar a la gobernadora removida. Triunfó Camilo Iriarte,
pero, en cambio, hubo una abstención del 72 por ciento, a que se suman los
79.000, y tantos votos en blanco.
Cualquiera podría preguntarse, ¿cuál es la legitimidad de esta elección?.
Peor aún, a diferencia de Venezuela, Las minorías votantes han sido la
constante en las elecciones colombianas, incluyendo la elección de delegados
para la asamblea constituyente, 1990-1991, como se recordará.
En el caso actual de Venezuela, esta vez, votó algo menos del 79 por ciento
de la ciudadanía. En comparación con nosotros, o con Estados Unidos, o España,
cuál es el orden político legítimo, el de Colombia o el de Venezuela. De ahí
que, para las democracias liberales, y las que no lo son siquiera, la fórmula
de la legitimidad legal racional teorizada por Max Weber haya sido hasta
nuestros días la opción más socorrida y acatada.
Violencia y revolución informática
Pero, ¿qué decir, y concluir, entonces de la información contenida en los
discos duros, memorias capturadas y empleadas en contra de las Farc-ep, las
Auc, y los congresistas para-políticos, y los inversionistas ladrones? Es ella
confiable, ¿con cadena de custodia, y todo lo dicho, incluidos?
En ningún caso, hay razón para el uso de la violencia, de parte del partido
gobernante, ni tampoco de la oposición, para resolver la exigencia de verdad en
el proceso electoral venezolano.
Ahora es, como efecto no querido, la
oportunidad para que Venezuela muestre que, en efecto, avanzamos con ellos hacia la necesaria construcción de una
democracia real en América Latina. Por lo pronto, el resultado definitivo del
auditaje queda en suspenso, pero no la elección presidencial proclamada el
viernes 19 de abril, 203 años después de la independencia de Venezuela del
poder colonial español.
Se ha producido la ratificación por del presidente elegido del auditaje, y
seguramente no se opondrá, en el caso que se presentara una impugnación del
resultado general de la elección, por Capriles y el MUD. Se trata de respetar la palabra empeñada, cuando pronunció
su discurso de victoria, y darle inicio a un nuevo gobierno, que sin duda no es
el de Cdte Chávez.
Responder a los desafíos nuevos, tomando lo útil del legado chavista, y mostrando sus condiciones de estadista, y lo aprendido en su función de canciller de la república bolivariana de Venezuela, es lo que sigue para el nuevo presidente, sin tener que vivir la suerte de Nicolás de Maquiavelo, segundo secretario de la cancillería de Florencia, quien derrotado, se dispuso a escribir las lecciones aprehendidas contenidas en De Principatibus. De hoy a entonces apenas pasaron 500 años, y nos siguen ofreciendo lecciones.
Responder a los desafíos nuevos, tomando lo útil del legado chavista, y mostrando sus condiciones de estadista, y lo aprendido en su función de canciller de la república bolivariana de Venezuela, es lo que sigue para el nuevo presidente, sin tener que vivir la suerte de Nicolás de Maquiavelo, segundo secretario de la cancillería de Florencia, quien derrotado, se dispuso a escribir las lecciones aprehendidas contenidas en De Principatibus. De hoy a entonces apenas pasaron 500 años, y nos siguen ofreciendo lecciones.
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