28 de abril de 2013


EN CORTO.
AL OÍDO DE LOS REUNIDOS   EN EL CENTRO DE CONVENCIONES

miguel angel herrera zgaib.
profesor asociado, CPolítica, Unal
Proyecto Contravía de comunicación común. Blog:plataformaabiertaparalapaz

"nos tenemos que preguntar, si esta democracia, para hacer más y mejores ciudadanos, puede funcionar con los medios de comunicación en poder de los grandes monopolios... Fortalezcamos la tv pública de Colombia. No puede ser ese convidado de piedra que calma cuotas de políticos..." Hollman Morris, gerente de Canal Capital.


                                                  Arrancó el Foro de participación política, organizados por colegas de la Nacional y el PNUD. Pensaba que esta vez sí sería en el León de Greiff, la instalación, pero no fue así. Hubo cubrimiento parcial, de la primera jornada, por Canal Capital, y por Unimedios de la Nacional.

Así, la participación es, el mejor de los casos, una consulta de 1200 acreditados, juntos en el Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada. Ella recuerda la figura de un conquistador, destructor de las comunidades aborígenes, y autor del Antijovio, que contrasta con la poesía de León, que es el nombre del auditorio; un nuevo que denunció en la cotidianidad del siglo pasado el orden de privilegios que la participación con decisión, y no la simple consulta quiere cambiar.

Ambos medios públicos, Canal Capital y UNRadio anunciaron que  harían  transmisión al público, de nuevo, a partir  de  las 5 pm. Una transmisión, en particular,  centrada en la mesa relacionada con los medios de comunicación y la participación. Todo lo cual se retrasó, efectivamente, una hora. Sin que la audiencia por fuera del Centro sepa por qué pasó.

Hubo, sin embargo, dos paneles, el académico, y el de acceso a medios de comunicación. Los cuales  cerraron la jornada de la tarde. El panel de medios empezó a transmitirse a las 6 pm.. Abrió la presentación del profesor Fabio López de la Roche, e intervienieron en seguida con un tiempo no superior a 7 minutos, un periodista de Semana, y Carlos Lozano, de Voz. Él dijo que en Colombia se confunde espacio electoral con política, y que los medios de comunicación "nacionales" están en poder de empresas transnacionales.

La prensa colombiana funciona al revés. Está el caso de la campaña de destitución de Petro, quien defiende lo público, reclamando el monopolio en el tratamiento de las basuras. Pero, se hace silencio sobre el oligopolio que maneja los medios de comunicación quienes disfrutan de la publicidad oficial. En el caso de Voz, está excluido de la pauta publicitaria pública, y, además, se mata e intimida a sus periodistas. El régimen político está al servicio de los poderosos, es su conclusión.

Hollman Morris habla después, y responde a la pregunta ¿qué hacer para tener medios de comunicación más democráticos? En la gerencia de Canal Capital, busca recuperar la tv. pública para Bogotá. Pero, el alcalde ha sido también claro: la tv no es la de quien ganó la alcaldía. Para Morris, en lo personal : "en este sueño de país la tv pública...debe estar del lado de los D.H. y a una cultura de paz".  Se trata de acompañar el proceso actual, contextualizarlo, y abrirle los micrófonos también a las víctimas, y a los militares. Tener claras sus opiniones,  ¿de qué lado están jugando?.

Habla luego Teleantioquia. Juan Pablo dice que el canal público regional puede servir al clientelismo del gobernador de turno. Porque no hay legislación que blinde a los canales regionales frente a esta eventualidad, que garantice la pluralidad. Pero, por lo pronto, esto no ocurre con la gobernación de Sergio Fajardo, y Teleantioquia sirve a los propósitos de la paz y la verdad con sus menguadas posibilidades.

El primer ejercicio: interlocución internacional

                                                   Conviene recordar que el Foro sobre Participación arrancó con una intervención del sociólogo Francisco Leal Buitrago, vinculado con la Universidad de los Andes, y después con la creación y dirección del IEPRI, por decisión del entonces rector Marco Palacios. Leal Buitrago estuvo dedicado de modo regular, al estudio de la guerra y la seguridad en Colombia, y se hizo famoso coordinando el equipo de los violentólogos del IEPRI; y antes como estudioso del fenómeno del clientelismo con su discípulo y coequipero Andrés Dávila, cuando, en cierto modo pensaban como natural esa  fórmula, y que en cierto modo garantizaba la estabilidad del régimen político del Frente Nacional.

Ahora,  Leal se refirió a los enemigos abiertos del proceso de paz presente; denunció desde el atril los obstáculos producidos por el Procurador como vocero de hecho del partido que orienta el ex  Álvaro Uribe y sus trinos, el llamado Centro democrático. Y reclamó la necesidad de ponerle atención a las víctimas y sus dolientes, que en verdad es deber de todo el país. Pero, en la cuestión de la participación, casi que pasó de agache.

Después vinieron los delegados internacionales. Hablaron delegados de El Salvador, Suráfrica, Uruguay, Filipinas. En verdad, cada quien a su modo, muy poco casi nada de la participación como tal. Filipinas precavió sobre la cooptación de la participación no tradicional, molida por el sistema tradicional de la representación.

La representante Navarrete de El Salvador, una exguerrillera, quien es hoy diputada, comentó que llegar a la presidencia duró 17 años, y para nadie es un misterio que el país es un campo de batalla social. Terminó la guerra político militar pero no la guerra social, que lo subyacía. Las "maras" son un dato doloroso que conecta a El Salvador con el mismísimo Estados Unidos, donde viven y sobreviven miles de salvadoreños.

El senador Agazzi del Frente Amplio del Uruguay, quien fuera militante tupamaro insistió en que los jóvenes tienen otra perspectiva de hacer y pensar la política hoy. En lugar de discutir sobre los macro-programas, sí quieren discutir las formas de convivencia y familia actuales, y los auditorios se llenan.

Suráfrica mostró que los planes iniciales de transición fracasaron. La idea era, desde la perspectiva dominante, que el 80 por ciento de su población quedara circunscrita al 20 por ciento del territorio y la riqueza nacional, mientras que la minoría quedaba con el control del 80 por ciento del país.

Aquí  el compromiso internacional, los grandes de Europa y los Estados Unidos, con los bloqueos económicos, y en particular, la prohibición de participar Suráfrica con su equipo de rugby por una década, persuadieron al gobierno De Clerk para con el ANC, y Mandela, para hacer  la transición. Lo cual incluyó un connato de rompimiento con el asesinato de Chris Hanni, que casi produce un levantamiento popular, y un connato de golpe de estado de los Afrikanners.

¿Qué pasará con la participación en Colombia? 

Por sobre todo, la participación no puede ser con exclusiones, ni con un ejercicio de conciliábulo por bien intencionado que pueda ser, que fije caprichosamente la agenda y escoja a los partícipes. En verdad, no estamos todavía, siquiera a la altura de lo hecho en San Vicente del Caguán. Pero, la fórmula de la representación política sigue tan campante, se mantiene en el foro que organizan la Nacional y el PNUD, y que se extiende hasta el martes 30 de abril. 

Se requiere para conjugar en serio el verbo participar, la presencia activa, el poder de decisión del común, de los grupos y clases subalternas, en su pluralidad. Es el cambio de la narrativa, ahora es la vocería de los "vencidos", porque ellos son  los que animan, le dan identidad y potencia al Angelus Novus, con su verdad, con su juicio, para que desata sus alas, a pesar de las nuevas trampas de la representación. Es el ave fénix que remueve los escombros que los vencedores en la guerra han apiñado en su impotencia.


27 de abril de 2013

ESCRITOS Y CIFRAS PARA PENSAR  LA SITUACIÓN                             ACTUAL DE VENEZUELA

Sabido es hoy, que Henrique Capriles y el MUD preparan una impugnación de la pasada elección, y siguen insistiendo en que hubo fraude en el triunfo de Nicolás Maduro. Lo cierto es, que conforme a lo dispuesto por la Constitución Bolivariana, vigente desde 1999, la auditoría, y en este caso a realizarse esta vez, por disposición del CNE, sobre el restante 46 por ciento de la votación, se cumplirá en el plazo fijado de 30 días, y tirios y troyanos tendrán ocasión de asistir a dicha auditoría, esto es, el PSUV  y el MUD. Igualmente, la ley electoral autoriza la impugnación debidamente argumentada por los impugnantes. 

Lo que ya no tiene reparación son las 9 muertes producidas en las confrontaciones que surgieron del rifi rafe, animado por la beligerancia verbal del candidato perdedor. Ahora se vive el otro proceso, que busca criminalizar a Henrique Capriles, a través del juicio político que empieza a tomar cuerpo en la Asamblea de Venezuela. Más allá de la consideración incidental estas piezas de reflexión nos ayudarán a componer el actual estado de cosas sin la explicable ardentía y antagonismo que anima la democracia en tránsito de construcción a lado y lado de la frontera. N de la R.


La muerte pierde el combate frente a un pueblo protagónico

BorgesAl terminar este mes de marzo de 2013, compartir lo cotidiano del pueblo bolivariano es una experiencia cuya dimensión se hace difícil de describir: la realidad es una explosión de corazones en las calles de Caracas. Hace tiempo Hugo Chávez lo había anunciado “Ya no soy más Chávez. Chávez es un pueblo”. Hay muertos que, lejos de haberse muerto, gozan de buena salud. | JEAN ARAUD*
 Como hizo de su pueblo un pueblo protagónico y participativo, la respuesta fue inmediata. Los bolivarianos revolucionarios han contestado “Todos somos Chávez” y cada uno de ellos “Yo soy Chávez”.
 La muerte se complace en dictar lo que quiere como un punto final para la vida de los hombres. Cuando la enfermedad ganó su combate y la muerte piensa haberse llevado a Chávez, seguramente no se imaginó que no se la respetaría y le contestaría inmediata y espontáneamente: “Chávez vive, la lucha sigue”.
La muerte no pudo imaginar que en el mismo instante del fallecimiento de Hugo Chávez sería también el instante del nacimiento de millones de Chávez.
 Que la muerte es desaparición pierde en este momento en Venezuela su significado. Para comprobarlo sólo hace falta compartir diálogos y ser testigo de miles de expresiones:
— Es una joven que entrevistada por una periodista que pregunta “¿Su nombre y apellido?” contesta firmemente “Mi nombre es Hugo, mi apellido es Chávez”.
—Es el periodista venezolano que declara “Pensaba que se trataba de una pesadilla y que me iba a despertar. No. La verdadera pesadilla seria que Chavez no hubiera existido”.
— Es una verdadera marea de ciudadanos, venezolanos y también llegados de otras partes, que acompaña el cortejo fúnebre y tardan horas para cumplir su recorrido por causa de otra multitud que llegó para saludar a su presidente gritando consignas de “Yo soy Chávez”, “Chávez vive, la lucha sigue”.
 Habría que compartir durante horas la paciencia y determinación de los que mas de una semana esperaron con una disciplina ejemplar hasta treinta horas para presentarse un solo segundo delante del féretro de Hugo Chavez. Hay que estar atentos y no equivocarse para juzgar. Hay que escucharlos para saber que más que un último adiós se trata para ellos de reafirmar su lealtad y fidelidad a la ideología de una nueva forma de socialismo propuesta por su líder, el socialismo bolivariano.
Es una inmensa esperanza para un nuevo mundo posible, un mundo donde los desheredados y los abandonados encuentran por fin su puesto gracias a una dignidad que jamás conocieron.
 La muerte se otorgó desde lustros su música lúgubre y lo negro por bandera. Pero en Caracas y en este marzo 2013, los bolivarianos han decidido no respetar sus tristes emblemas. MaduroTodos viven un profundo dolor y una gran tristeza pero su luto es combativo. Están en la calles. Es una respuesta popular para expresar que el ejemplo ideológico será seguido al pie de la letra.
 La capilla ardiente donde reposó Chávez durante mas de una semana perdió todas sus significaciones convencionales. Por supuesto hubo recogimiento, guardias de honor, pésames. Pero también, segundo tras segundo, por un solo segundo, un incesante desfile.
Mujeres, hombres, jóvenes, viejos, niños, discapacitados, civiles, militares, indígenas, venezolanos, latinoamericanos, y también amigos que llegaron de otros continentes. Lágrimas derramadas pero más que todo puños alzados firmemente y manos sobre los corazones. Y en los alrededores de la Academia Militar donde reposó Chávez, centenares de personas que pasaban la noche en familia incluso durmiendo en el piso porque llegaron de lejos.
 También cantos del folklore tradicional venezolano, de expresiones populares que Chávez impulsó con su ejemplo. Al cuatro suceden el arpa, los tambores y todos los instrumentos típicos que llenan de vida esta capilla ardiente.
Muchos Chávez cantaron para Chávez las canciones que se complacía en interpretar.
 Y como vivimos en tiempos de nuevas tecnologías, en las pantallas de televisión o en las ondas de radio es el mismo Chávez en persona que sigue cantando, que declama y proclama sus mensajes por un mejor destino para su pueblo, por la protección de los niños, de las mujeres, de los menos favorecidos, de los indígenas, de los analfabetas que gracias a él ya leen y escriben, o de los ignorantes que ahora se instruyen.
 A Venezuela llegaban también las informaciones del mundo. Unos quince países que han declarado luto nacional. Mas de cincuenta delegaciones y mas de treinta jefes de Estado decidieron venir, acompañar al pueblo venezolano y rendir homenaje al amigo. Llegan también los actos de nacimiento a nombre de “Chavez” de los que nacen en otras latitudes.
 De lo que Chávez inspiró a todo un pueblo, numerosos jefes de Estado, ministros, oficiales, numerosas personalidades y periodistas aguerridos pueden atestiguar. Quizás no todos perfectamente porque la visión se enturbia cuando las lagrimas asoman y la voz se quiebra cuando la emoción es fuerte.
 Chávez durante más de diez años se impuso como un estratega que una por una ganó sus batallas contra los peores enemigos. Y Chávez desconfiaba también de la muerte que miraba de frente. Por esto se retiró sin olvidar dejar su testamento político para que su revolución bolivariana le sobreviva y tuvo el cuido de designar sus sucesores.
Y hoy día, los revolucionarios bolivarianos cuentan ya con las cinco líneas principales de un programa para la Patria y un Plan Nacional para el mandato 2013-2019 preparados por Chavez en persona.
 La muerte de Chávez permitió también que una vez más cayeran las mascaras de sus oponentes. Ya durante su enfermedad pudimos ver sus sórdidos deseos de muerte para un enfermo y hemos leído hasta un eclesiástico pretendido cristiano bendecir su cáncer.
 Estos días escuchamos las declaraciones de Capriles Radonski, el candidato de oposición, que no puede reprimir su perversidad y demostrar su torpeza política.
Declaro con una sonrisa cínica a un pueblo chavista de duelo que “Chavez ha muerto y nadie podrá devolvérselo”. Peor, ofendió personalmente a varios ministros y también directamente a la familia de Chavez.
 Si tales son las directrices de campaña presidencial que recibió en su muy reciente estadía en EEUU es de temer que presta equivocadamente más atención a las avenidas de Nueva York que a los mensajes de sus compatriotas en las calles de Caracas. María Gabriela, una de las hijas de Chavez que jamás apareció en el escenario político, Chavele expresó su respuesta por carta pública con algunas precisiones sobre lo que “no es justo”, lo que “no es humano”, pidiéndole “no jugar con el dolor de un pueblo” y aclarándole que sabía que “la política era sucia pero no imaginaba que tan sucia”.
¡Vergüenza ajena señor Capriles!
 Cuando los bolivarianos deciden que su campaña a las presidenciales para elegir su candidato designado por Chávez seria la “Campaña Chavez”, la oposición anuncia una provocadora y descarada “Campaña Simón Bolívar”. Realmente la oposición piensa que los venezolanos han olvidado que durante el golpe de abril 2002 descolgó de las paredes del Palacio Presidencial el cuadro de Bolívar y que su presidente de facto eliminó el honroso calificativo de Bolivariana del nombre de la República.
 A estas ofensas y ataques psicológicos sin piedad, el pueblo contestará claro y fuerte en las urnas a este candidato presidencial ya derrotado por Chávez.
 Desde más de una década algunos grandes medios han difundido una letanía de mentiras sobre Hugo Chavez. A las ordenes de otros intereses que los de un mundo mejor para los pueblos, han fabricado en sus sabios laboratorios informaciones para inculcar a sus audiencias la imagen de un “dictador y populista”.
Sin embargo realmente no han explicado por qué, ni como este sorprendente dictador venció a sus adversarios políticos quince veces sobre diez y seis en los desafíos de las urnas, contando con el reconocimiento inequívoco de todos los organismos internacionales.
 En cuanto al populismo es la mentira por omisión a la cual se dedicaron estos grandes medios, a menos que populismo sea por ejemplo y más que resumido sobre diez años:
— alfabetizar millón y medio de ciudadanos,
— reducir la tasa de desnutrición infantil en 40%,
— aumentar de 6 a 13 millones los niños escolarizados y la enseñanza secundaria de 53,6% a 73,3%,
— los estudiantes universitarios de 895.000 a 2,3 millones,
— la creación de 7.873 centros de salud, aumentar la atención de salud de 3 a 17 millones de ciudadanos,
—reducir en 49% la tasa de mortalidad infantil, operaciones de la catarata un millón y medio de condenados a la ceguera
— y mejorar la esperanza de vida de 72,2 a 74,3 años.
 De verdad se puede tratar de populismo:
— bajar la tasa de pobreza de 42,8 a 26,5% y la pobreza extrema de 16,6 a 6%, según el coeficiente GINI, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de la Naciones Unidas (PNUD) clasifica Venezuela como el país suramericano donde se encuentra la menor desigualdad:
—aumentar los presupuestos sociales en 60,6%, pasar las pensiones de jubilados de 387 mil a 2,1 millones, construir 700 mil viviendas populares, devolver un millón de hectáreas de tierra a sus etnias originarias, entregar tres millones de hectáreas de tierra a los pequeños campesinos;
— aumentar el consumo alimenticio en 81%, pasar de 250.000 a cinco millones los niños que reciben alimentación en sus escuelas;
— impulsar 50 mil cooperativas populares;
— aumentar el salario mínimo en 2.000% (de 16 a 330 dólares), ofrecer a los adultos en edad de retiro y aunque no “hayan nunca trabajado” 60% del salario mínimo como jubilación, 80% para las mujeres y los discapacitados, reducir la deuda pública de 45 a 20%, o mejorar el PIB por habitante de 4.100 a 10.810 dólares.
 Populismo nacionalista sin lugar a duda:
—Recuperar de los monopolios la soberanía energética, los sectores eléctricos y de comunicaciones y lanzar sus propios satélites.
— Retirarse del FMI y del Banco Mundial reembolsando sus deudas de manera anticipada.
— Llegar a una tasa de crecimiento de 5,5%, una de las mejores en el mundo.
 Y populismo internacional, por supuesto:
—Un apoyo directo al continente de 8.000 millones de dólares en donaciones, financiamientos y ayuda energética contra los 3.000 millones de la administración Bush.
— Crear Petrocaribe que ofrece a 90 millones de habitantes de 18 países de América Latina y del Caribe o inclusive a comunidades desfavorecidas de los EEUU un petróleo subvencionado entre 40 y 60% para su independencia energética.
 — Ofrecer con 8 países miembros del ALBA, una Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América para luchar contra la pobreza y la exclusión social.
— Crear con 33 naciones la CELAC, la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y del Caribe, para emanciparse de la tutela de los EEUU y de Canadá.
 Chávez dejó al pueblo bolivariano una inmensa luz de esperanza. Los programas de salud, educación, alimentación y vivienda están en marcha. No es el gobernador de uno de los Estados del país con los peores índices que lograra fácilmente convencerlos que lo hará mejor de lo que ya demostró; es decir: quitarles sus conquistas sociales para beneficio de una minoría de oligarcas.
 Chávez seguirá viviendo una larga vida en el seno de su Revolucion y muy probablemente su adversario terminara viviendo días apacibles en su lujoso apartamento de Nueva York —de una procedencia económica que queda por hoy misteriosa—. Pero tampoco se puede excluir que prepare un nuevo show que el pueblo conoce muy bien.
Por ejemplo retirarse de su campaña al último minuto para intentar deslegitimar las elecciones, o bien como buen perdedor anunciar vía las clásicas maniobras mediáticas internacionales el eterno “fraude electoral” que permite justificar lo injustificable.
 Desgraciadamente para él ya nadie puede creer estas groseras maniobras pasadas de moda desde hace mucho tiempo.
——
* Productor y coconductor del programa Así de Simple en la Radio del Sur. Fundador de Trincheras Amiga y Coordinador General de Hermes Internacional.
Articulo traducido del francés, publicado en Michelcollon info. Revisión del texto de Amarilys Raymond).

26 de abril de 2013


CONTRIBUCIONES A UNA HISTORIA DE LA SUBALTERNIDAD EN A. LATINA

Sirio López, investigador, filósofo, y militante con la causa de los de abajo, quien reside en Uruguay nos comparte este texto de autoría de Jorge Zabalza, quien da cuenta de unos de los más extraordinarios dirigentes de la causa de los grupos y clases subalternas en el Cono Sur. Por supuesto, como cualquier escrito tiene la exigencia de ser leído con atención, capacidad crítica, y puesto bajo el tamiz ineludible del presente.

Salió en "VOCES": SUEÑOS HEREJES (En memoria de Raúl Sendic, 28 de abril de 2013) por Jorge Zabalza.
                                                                                                                                                                             En memoria de Raúl Sendic (28-04-2013)    
                                     SUEÑOS HEREJES              

Cuenta  el Flaco Beletti que a fines de los ’50 encontró a Raúl Sendic repartiendo unos pequeños volantes en un acto electoral del Partido Socialista. Estaban escritos a mano e interrogaban  imperativamente a quienes los recibían:  “¿Diga si los trabajadores en la URSS participan en la determinación de su salario?”.
Las contradicciones  que agitaban el experimento soviético no estaban a la vista, por el contrario, las velaban un sinfín de complejidades culturales, políticas y hasta socio-sicológicas. Para explorar mares tan procelosos,  Raúl Sendic utilizó como brújula la forma de fijar el monto de los salarios en la URSS. La anécdota sirve para revelar los caminos que transitaba el pensamiento de Raúl, un estudioso de  los clásicos del marxismo y profundamente comprometido con la emancipación de los asalariados. 

El capitalismo transforma al trabajador en un objeto que se compra en el mercado laboral al menor precio posible. No tiene en cuenta sus necesidades vitales y culturales, lo considera una simple cifra de la ecuación económica, le hace perder la naturaleza humana y lo convierte  en instrumento que sólo sirve para generar ganancias. En el acto de fijar el precio de la fuerza de trabajo alcanza su máxima intensidad la alienación;  hasta el propio individuo forzado a venderse actúa como si se considerara  un objeto. 

De ahí que la preguntita del volante casero no tuviera nada de inocente. Entrañaba una crítica muy seria al Partido Comunista de la URSS y al Estado soviético. Por más que el primero se autodenominara representante de los intereses de la clase obrera y el segundo cubriera todas las necesidades terrenales de la población (alimentación, trabajo, vivienda, educación y salud), los trabajadores no participaban en la determinación de su salario y, en consecuencia, seguían siendo considerados una cosa, una cifra en el plan de producción. .

A pesar de este  hecho innegable, quienes en Uruguay se encargaban de hacer apología, sostenían que en la URSS se había avanzado hasta casi tocar el comunismo con la punta de los dedos. En los ’90 estos feligreses fueron sorprendidos  por el derrumbe de la iglesia y recién entonces, rotos los cordones umbilicales  y para explicarse las causas del desastre, se vieron obligados a pensar por sí mismos. En cambio Raúl Sendic, que jamás se dejó encadenar a dogmas y versos oficiales y que siempre fue capaz de percibir lo esencial con su ojo crítico, ya antes de lo ’60  había comprendido que en la URSS las “armas melladas”  estaban empujando hacia la restauración del capitalismo. 

Raúl percibió que el hecho sustancial consistía en que,  por debajo de las versiones y los números “oficiales”,  los asalariados soviéticos estaban tan lejos de su emancipación como antes de  octubre de 1917, mientras que él entendía que los asalariados eran lo suficientemente adultos como para hacerse cargo de la resolución de sus propios asuntos y determinar por sí mismos el monto de sus propios ingresos en función de sus necesidades y las de la comunidad. Y sabía que ésa era la senda de la emancipación social. Como Ernesto Ché Guevara creía que la revolución era esencialmente un fenómeno de consciencia.

El salario, un motivo para laburar    

En la antigüedad se utilizaron argumentos más que contundentes para persuadir a los esclavos que trabajaran hasta el fin de sus días. En el medioevo los siervos también supieron de la fuerza bruta de los señores.  Debieron sucederse varias revoluciones para descubrir que el mejor negocio  era colocar la gente en condiciones que los forzaran a venderse por un salario. Desde entonces la necesidad de ganarlo para consumir, despierta al trabajador cada mañana y lo impulsa a correr para marcar tarjeta en hora. 
Aún con los asalariados constreñidos a venderse,  los dueños de todo debieron tejer una complicada y gigantesca urdimbre de instituciones destinada a lograr el consentimiento pacífico de los sometidos a trabajo forzado. 
La superestructura ideológica inserta en cada persona el microchip de los valores éticos, morales y culturales  que necesita la reproducción del capital, tal es el sentido último de la democracia burguesa, principal escenario de la tramoya que maquilla la ferocidad del sistema y aliena las consciencias. Sin embargo, dado el carácter social de la producción, los asalariados no pueden ignorar que son una clase sometida a explotación, su consciencia se debate entre gruesas contradicciones pero,  al mismo tiempo que viven en la alienación, saben de las consecuencias reales del  sistema capitalista. Sólo les queda por dar el paso siguiente y descubrir la necesidad de tirar abajo el sistema infame. 

Se supone que en el comunismo habrá desaparecido el dominio opresivo de una clase y que trabajar no se sentirá como la maldición de dios o un sacrificio necesario, fenómeno que plantea el problema fundamental y decisivo de cómo impulsar a trabajar y producir sin estímulos materiales. Sin temor a decir un disparate demasiado grande, cabe pensar que el ritmo de la transición al socialismo, estará pautado por la medida en que los estímulos morales y políticos vayan sustituyendo al salario. Los alienados se irán despojando de sus egoísmos, del afán de lucro y del espíritu de competencia, a la par que incorporarán los valores éticos y morales que motivan a trabajar conscientemente en beneficio de la comunidad. 
 Uno imagina que las mujeres y hombres del comunismo  trabajarán a pura conciencia, que los impulsará la cultura de la revolución social.  La lucha revolucionaria ya era un inicio en ese camino. El espíritu insurrecto de los revolucionarios fue crisol de nuevos valores, de entrega generosa y  desprendimiento total de lo material. Hubo mujeres y hombres que alcanzaron el estadio más elevado de la conciencia social, un proceso maravilloso que en el experimento soviético fue abortado por el surgimiento de la “nueva clase” que parasitó el Estado. Pasaron a vivir del trabajo ajeno como antes hacía la clase propietaria e hicieron  prevalecer sus intereses de casta sobre los del pueblo asalariado.

La epidermis revolucionaria de Raúl Sendic fue alérgica a esa imagen de sociedad adocenada, cuya vida política se reducía a obedecer las “líneas” bajadas desde el vértice partidario.  En todos sus escritos se trasunta la apuesta a la conformación de un sujeto político masivo, integrado por mujeres y hombres erguidos, insurrectos, altamente ideologizados, que han decidido individualmente transitar hacia  el socialismo y no necesitan estímulos materiales ni empujones para aportar generosamente su esfuerzo a la comunidad.  Quizás el tránsito al socialismo haya que verlo como un proceso de transformación del espíritu de cada uno de los constructores de la nueva sociedad, una práctica colectiva que va creando en cada individuo nuevas formas de relacionarse con los demás.

 Mujeres y hombres que asumen su responsabiliad individual frente a la comunidad, se vuelven capaces de conducir por sí mismos el proceso revolucionario y desarrollan al máximo su potencial intelectual, todos trabajadores, poetas y filósofos, todos artistas y científicos, pensadores y creadores al mismo tiempo. Esta visión de la sociedad es una conclusión de la crítica a los resultados de los experimentos revolucionarios del siglo XX, donde se condenó  los asalariados a una infancia  perpetua. 


Un  pueblo acampado
José Batlle y Ordóñez vivió en París los días de la Comuna de 1870 y fue contemporáneo de la insurrección de los soviets en  1917. Esas experiencias de poder popular y revolucionario marcaron a fuego sus propósitos políticos, toda la acción del batllismo estuvo dedicada a levantar barreras sanitarias para impedir que el virus de la revolución internacionalista contagiara al pueblo trabajador. Los Batlle no vieron en el Estado solamente una máquina de dar palos, comprendieron que además podía ser empleado como amortiguador para absorber rebeldías y adormecer consciencias. Estatizaron cuanto pudieron, incluso la vida política. Lograron enredar los cuadros políticos en las redes de las estructuras estatales, los transformaron en funcionarios públicos de la política, más preocupados por la defensa de su cargo que por la vida que llevaba el pueblo.

La fisiología del Estado funciona en base a burocratizar individuos...  Es el fenómeno que se tragó a buena parte de los movimientos revolucionarios del siglo XX. Ocurre hoy mismo en este país.
El Estado aborrece todos los cambios radicales, es contrarrevolucionario. Quizás por ello terminaron en desbarranque general los experimentos que quisieron gerenciar el tránsito al socialismo desde el Estado, errónea concepción que creó rígidas estructuras de ordeno y mando y cortó de raíz las formas soviéticas de autogobierno. 
Quizás para hacer revoluciones haya que irse bien lejos del Estado, es más, tal vez lo más saludable sea ubicarse en franca oposición a su aparato burocrático para no dejar que el estado se trague el movimiento de los de abajo, autoconvocarse y autoorganizarse para crear un nuevo orden totalmente separado del estatal, un orden sin imposiciones externas, surgido desde las entrañas del pueblo. La autorganización popular vista como el poder de una multitud acampada en calles, plazas y centros de producción o de estudio,  dándose esas micro-formas que se reproducen a sí mismas una vez liberada la fuerza de la iniciativa popular. El movimiento caótico a nivel molecular pero ordenado como sistema político. El orden que derriba los muros subjetivos que impiden hermanarse a los individuos, como bien dice Raúl Zibechi, una dialéctica en que el campamento reactúa sobre sus organizadores, revolucionando estructuras mentales, conciencias y valores morales, animando a organizar nuevos campamentos.

Quizás éste fuera el modo de impedir que una casta surgida de las entrañas del Estado haga abortar el nacimiento del ser humano de nuevo tipo. La cuestión es reconstruir lo subjetivo, crear una cultura de participación masiva en las decisiones políticas. Una cultura irreductiblemente opuesta  a la de votar cada cinco años y luego sentarse a mirar la política en la televisión. No es simplemente cuestión de aceitar y cambiar engranajes organizativos oxidados. El problema es cómo recuperar esa capacidad de gobernarse a sí mismos que los pueblos muestran donde sobreviven comunidades primitivas o en los momentos estelares de la lucha de clases. 
Las armas en manos del pueblo
Para apoderarse de las tierras, del trigo almacenado y de las mujeres, los más fuertes despojaron de sus armas a los más débiles y, para defender esas nuevas propiedades suyas se organizaron en ejércitos. La desigualdad nació de ese matrimonio por conveniencia entre la propiedad privada y el monopolio de las armas, pues mientras cada cual tenía su lanza, arco o espada era poco menos que inevitable el trato de igual a igual. 
Es con la división de los hombres entre quienes portan armas y quienes no las tienen que surgió la capacidad para disuadir, amenazar, coaccionar, coercionar y reprimir, o sea, la razón de ser del Estado y de sus instituciones (los parlamentos, el gobierno ejecutivo, la administración de justicia) . Sin ejércitos que los respaldaran, Montesquieu no habría tenido “poderes” que separar. El tan mentado Estado de Derecho es el derecho de los protegidos por las armas a dominar los desprotegidos que el ejército vegila y controla.      
Diez mil años de represión armada hacen que se vea como muy natural vivir sometidos a vigilancia  policíaco militar. Es un hecho universalmente aceptado. Nadie imagina formas no monopólicas para el uso de las armas, sólo se concibe la exclusividad en manos de un aparato verticalizado. ¡Cómo si ello fuera alguna garantía de paz y felicidad!  La gente recién cobra consciencia de la naturaleza real de los ejércitos cuando sufre en carne propia su terrorismo o el del  imperialismo y sus mercenarios. 

El verticalismo absoluto es el modo de ser de la pirámide de mandos, obedecer las órdenes superiores sin pensar, por reflejo automático. Por eso resulta incomprensible que algunos políticos de la actualidad uruguaya se digan “soldados” de fulano o de mengano, equivale a vanagloriarse de no pensar. La vida cuartelera funciona en base al miedo a la democracia y a la igualdad, por eso mismo su sola existencia pone límites a cualquier forma de libertad. Mientras los embriones de autoritarismo se mantengan vivos donde existe la disciplina militar, la democracia sólo llegará hasta las puertas de los cuarteles y estará siempre bajo tutela. 
El monopolio estatal de las armas perderá todo sentido una vez abolida la propiedad monopólica de las tierras y de los medios de producción, los pueblos sólo serán libres si recuperan las armas que les fueron arrebatadas en los albores de la historia y que hoy están en manos totalmente irresponsables e inescrupulosas.Es un verdadero contrasentido pensar formas de poder popular y autogestión con las miras de los fusiles apuntando desde los cuarteles. 
El poder popular es el poder del pueblo armado y organizado.
En las comunidades primitivas las lanzas no estaban sujetas a monopolio pero, sin embargo, los asuntos se resolvían en asamblea, pacíficamente, sus integrantes no se asesinaban entre sí hasta exterminarse.... la violencia ha sido el modo de vivir de las sociedades cuyos  pueblos fueron expropiados de su derecho inalienable a usar armas. El comunismo no podría ser una sociedad  desarmada, pues ello no sería jamás una garantía de paz e igualdad.
 Por el contrario, el alto grado de consciencia social que predominará en el comunismo, capacitará la gente para emplear las armas de manera racional y responsable en beneficio de la comunidad. Al estar todas y todos armados en el campamento del pueblo organizado nadie podrá imponer nada a nadie. La democracia armada exige un esfuerzo permanente de diálogo, intercambio y coordinación, la base imprescindible de la autogestión popular. Las armas en manos de milicias populares quizás sean la mayor garantía posible de que reine la paz entre las mujeres y los hombres. Un territorio libre de violencia.
 Abolición del patriarcalismo
El patriarcalismo es tan antiguo como los ejércitos. Durante milenios se ha educado a las niñas y los niños  para que lo masculino sea el ejercicio del poder y el rol femenino sea aceptarlo sin chistar. Esas diferencias se incorporan al comportamiento con la misma naturalidad que se aprende a caminar, hasta parece que vinieran codificadas en el ADN humano, que fueran instintivas. Milenios de impunidad  han hecho de la cultura patriarcal una lápida muy pesada que aplasta los sentimientos de justicia e igualdad y explican que la doble moral y del doble discurso hayan tardado tanto en cobrar visibilidad política. 
Pese a los esfuerzos realizados por Federico Engels, los movimientos revolucionarios  demoraron más de un siglo en descubrir que para alcanzar la emancipación social es preciso  abolir definitivamente el patriarcalismo. Los cambios en la propiedad no eliminan al bichito  patriarcal ni la doble moral ni  la discriminación. ¿Cuán democráticas pueden ser las organizaciones del poder popular si en la intimidad de la pareja reina la hipocresía patrircall?  El fin de la dominación de clases es el fin de  todas las formas de discriminación,  en particular y especialmente, el sometimiento de lo femenino a lo masculino. 
La lucha por desarraigar de las mentalidades las tradiciones del machismo y patriarcalismo será, quizás, el desafío más trascendental del tránsito al socialismo. El proceso debería conducir a nuevas formas institucionales, tal vez un inicio de elllo sea el retroceso de la homofobia frente a la aceptación cultural del matrimonio igualitario. También estamos hablando de relaciones afectivas entre padres e hijos que nada tendrán que ver con las actuales, determinadas por la propiedad privada. La familia burguesa es una forma de relación que parece invariable y eterna, pero que, simplemente por ser producto de la historia es una institución que será transformada en el curso de la revolución social. . 

Una nueva subjetividad diferenciará las mujeres y los hombres del comunismo de los seres deformados por la alienación y la violencia que produce la sociedad burguesa. Una revolución en las sensibilidades. Las emociones y los sentimientos de amor y solidaridad  nacerán naturalmente en las personas, no serán más obligaciones culturales  o el cumplimiento de  roles predeterminados por las reglas sociales.
Los paradigmas de belleza no serán más modelos impuestos por el consumismo forzoso o la publicidad mediática, una revolución estética en los conceptos de femineidad  y  masculinidad, en los  atributos que se valorarán para cada uno de los géneros y.que pautarán las aspiraciones y proyectos personales.  Un cambio radical en las relaciones entre géneros en el trabajo, la amistad y la política. Quizá por ser la revolución más profunda de la subjetividad será la más difícil de acometer y de concretar.

La ley del aparatismo 
En el batallar por sus reivindicaciones específicas, los trabajadores azucareros del norte uruguayo descubrieron la necesidad de  superar  formas de lucha que ya habían agotado, y el sindicato se propuso ocupar las 33.000 hectáreas de un latifundio para reclamar  “tierra para trabajar”, consigna  netamente política y nueva demostración de que no existe lucha social en estado puro.  Ese  campamento de “peludos” en el arroyo Itacumbú (1962) fue un hervidero de ideas; de juicios, valores y sentimientos, algunos que surgían de la experiencia propia y otros que llegaban junto con las noticias y relatos de las luchas campesinas lideradas por Julião en el norte de Brasil y por Hugo Blanco en el Perú. También soplaban vientos que venían de una lejana isla del Caribe. Ideas dispersas e inconexas, sentimientos de bronca y rebeldía, un revoltijo que circulaba de fogón en fogón, que despertaba la curiosidad e inducía a reflexionar. 
Las tradiciones del marxismo, expuestas en pocas y sencillas palabras por Raúl Sendic y otros luchadores, ayudaban a explicar y entender los porqué de los acontecimientos que estaban viviendo, cuáles eran las causas de la miseria, de dónde provenía la riqueza de los gringos y los estancieros, a qué juego jugaban los jueces,la policía y los políticos junta-votos.  
Al prepararse para tomar las dos estancias y defenderlas del previsible ataque policial, se hizo necesario pasar en limpio el borrador. Las ideas se fueron ordenando de forma elemental y espontánea para darle sentido a la práctica. 
Una teoría revolucionaria en ciernes, el anticipo de otra que vendría luego, más global y completa, un instrumento de orientación para sacudirse de encima y para siempre patronales, jueces y policía, sobre la cuestión del poder en una palabra. Con sus  “ 30 preguntas” de 1968, Raúl Sendic le puso letra a la música que ya sonaba en los oídos de los trabajadores, tanto de los organizados en el sindicato UTAA  como de los agrupados en el barrio montevideano de La Teja. La tendencia  espontánea a insurreccionarse, ya existente en esos sectores populares, fue la fuerza que dió  origen al movimiento tupamaro. Los primeros documentos del MLN(T) sólo  pretendieron encauzar hacia un horizonte socialista y revolucionario las luchas sociales que surgen por sí solas de la opresión y la explotación. El movimiento guerrillero de los ’60 se gestó en la lucha de los asalariados, pensaba y actuaba como una especie de intelectual orgánico del movimiento de esas masas insurrectas. 

Tiempo después las cosas cambiaron. Los documentos del MLN(T) en 1971 y 72  se parecen más a un invento intelectual que a una lectura del pensamiento que circulaba en bruto por el abajo en movimiento. Se perdió la conexión entre lo que surgía espontáneamente y el trabajo intelectual de la organización guerrillera. El trabajo intelectual fue haciéndose orgánico del aparato militar y dejando de ser orgánico del movimiento de masas. A partir de entonces las acciones armadas fueron dejando de ser comprendidas de inmediato por los destinatarios de su mensaje, no las reconocían como propias sino que las sentían ajenas. Paulatinamente se fueron convirtiendo en simples espectadores de la lucha guerrillera y se cayó en el mano a mano con las fuerzas represivas, el camino más corto hacia la derrota. 
Hubo otros factores determinantes por supuesto, pero a mi entender personal, el elemento decisivo de la derrota fue el abandono por parte del MLN (T) de la anterior organicidad de su pensamiento con sectores  asalariados en lucha. En esas condiciones  los integrantes de la organización se transforman forzosamente en predicadores del dogma partidario, revestido de infalibilidad y cientificismo, pero no por ello menos dogmático y sectario. Desprenderse del entendimiento popular fue la antesala ideológica del aparatismo militarista.

¿Es irremediable que degenere en aparato verticalizado de ordeno y mando lo que nació pensante, crítico e insurrecto?. ¿Es irremediable que el ser nacido en las entrañas de la clase asalariada, termine en aparato cuyos intereses sustituyen los  populares?  No, de ninguna manera, no es un destino inevitable.  No debía haberlo sido para el movimiento tupamaro.  Después de tantas derrotas inapelables, se está obligado a repensar tanto las relaciones con el movimiento de masas como las formas organizativas que los revolucionarios  se darán a sí mismos. La cuestión es encontrar una vía de escape a la ley del aparatismo que parece haber regido durante todo el siglo XX y en todos los continentes.

El horizonte y las tradiciones autoritarias. 
En el horizonte más lejano se vislumbra una sociedad donde las mujeres y los hombres no deberán vender su fuerza de trabajo y se asociarán para producir al impulso de su conciencia social. Habrán olvidado completamente las costumbres y la cultura del patriarcalismo, las funciones del Estado se habrán ido traspasando hacia el poder del pueblo organizado, que tendrá en sus manos la administración de las armas así como la planificación central, la  gestión y el control de la producción, el modo más directo de extinguir el Estado para siempre y de vivir pacíficamente en el comunismo, la democracia entre iguales.  
Parece obvio que los movimientos y partidos que proclaman la intención de hacer la revolución, deberían adecuar sus formas organizativas a los rasgos esenciales de ese horizonte comunista hacia el cual navegan. Sin embargo, por lo general copian esas estructuras verticalizadas propias del Estado burgués. Una verdadera paradoja porque en su discurso ideológico proclaman un rechazo frontal a esas formas que adoptan. ¿Cómo extrañarse entonces que el centralismo democrático derive en verticalismo y que la autodisciplina consciente se deforme en obedezco y mando?. 
¿Qué clase de revolución se puede pretender si los revolucionarios se organizan imitando al Estado que se proponen destruir?

Cada varios años se convoca a un congreso donde se discute el informe –revestido de cientificidad, por supuesto- que presentan los más destacados mandarines  Luego de aprobados los documentos por las bases del partido, el congreso  elige un parlamento denominado “comité central”, que a su vez designa el organismo ejecutivo que dirigirá la acción política de los organismos de base. Más que instancia democrática de elaboración de concepciones y estrategias, el rol de los congresos parece reducirse a legitimar el elenco que conducirá a la organización partidaria y que lo hará en base al precepto que subordina los organismos inferiores a las decisiones tomadas por los superiores. 
Teóricamente de esa manera se asegura que el partido actúe con eficacia y potencia pero, en la práctica, a medida que se suman errores en el vértice de la pirámide, la desconformidad y la disidencias van ganando el ánimo de la base. Rápidamente se pierde la capacidad de golpear como un puño único y el partido entra en crisis hasta desplomarse como castillo de naipes. Apoyado en esta historia de derrumbes, uno se atreve a mirar críticamente la regla clásica que regula la fisiología de los movimientos revolucionarios, y a pensar que quizás sea necesario deshacerse también de tradiciones organizativas ya obsoletas, por lo menos para no navegar con los ojos abiertos hacia una muerte anunciada: el aparatismo. 

Totalmente disciplinado por los actuales parámetros autoritarios, por mucho esfuerzo que haga uno no logra imaginarse en concreto el comunismo, le parece una utopía inalcanzable, tan difícil de concebir como el espacio-tiempo. La emancipación social es también una revolución total en el sistema de coordenadas mentales, un esfuerzo cultural tan tremendo como el ya realizado en la física de las partículas elementales y en las ciencias del cosmos, el esfuerzo de cambiar radicalmente el modo de concebir las relaciones entre los revolucionarios y de éstos con el pueblo...  ¿porqué entonces permitir resabios autoritarios que luego nos empujarán en caída libre hacia el aparatismo? 

Apostamos a la conformación de un movimiento de revolucionarios cuya teoría sea la síntesis orgánica de las corrientes de pensamiento que fluyen de las luchas sociales, un tejido más del pueblo armado y organizado, una red de múltiples centros de decisión anudados entre sí, todos ubicados en un mismo plano organizativo y abiertos al aire que respiran las masas en movimiento. Para ello quizás los revolucionarios deban olvidarse completamente del Estado hoy mismo. Cambiar la estrategia “toma del aparato burocrático-militar” por la de “estimular la organización consciente del poder popular” hasta que se apropie de las funciones del Estado y lo extinga para siempre. Es más largo de decir, pero tal vez refleje con mayor aproximación las concepciones históricas del marxismo. 


Brevísimas disculpas 
Tanto en lo nacional como en lo internacional hay temas muy candentes y de urgente consideración a los cuales hay que hincarle el diente. Tal vez uno debiera ahorrarle a los lectores estos “sueños herejes” y dedicarse a encarar cuestiones  de mayor interés. Uno se interroga si no está cayendo en ensoñaciones inventadas, en elucubraciones abstractas que se apartan de la vida social.  Sin embargo, está claro que no son sólo sueños, sino también  conclusiones extraídas de la experiencia revolucionaria del siglo XX, de la que triunfó en varios países y de la que fue derrotada en otros; que otro análisis más de ideas que hace medio siglo circulan entre la masa militante, entre esos amplios sectores que conservan el ojo crítico, la inquietud  intelectual y el espíritu insurrecto, aún después de sentir como resbalaba entre sus dedos la arena de castillos que creían muy sólidos. Sacarle punta al mundo futuro es más necesario que nunca, es un trabajo orgánico a los que pretenden  seguir navegando entre sombras y temporales. No existe otra forma de dar cuenta del presente que oteando el horizonte. 
En tiempos de calabozos microscópicos y horas infinitas, solíamos perdernos en  divagues  a través de cartitas clandestinas.  Fueron los días en que Raúl Sendic escribió su libro,  también  clandestino,  “Reflexiones sobre economía”,  sacado de contrabando de los cuarteles  y publicado en México con prólogos de Mario Benedetti y Ruy Mauro Marini. Privados del mundo sensorial nos refugiamos en el pensamiento abstracto para seguir vivos y, para no enloquecer del todo. Discutíamos arduamente sobre ese socialismo por el cual seguíamos luchando porfiadamente en las catacumbas. 
Raúl Sendic fue un hombre de pensamiento que, además de expresarlo muscularmente con “remolinos de hechos”, los dejó documentados por escrito, en decenas de artículos, cartas, poemas y entrevistas donde abordaba los problemas concretos del socialismo hacia el cual intentaba mantener firme el timón de su nave. Ellos revelan que sus mayores preocupaciones tenían que ver con los valores éticos y morales que impulsan a luchar contra las consecuencias sociales del capitalismo y transitar firmemente hacia el socialismo. Por eso mismo entiendo que intentar reflexionar sobre estos temas es el homenaje más adecuado a Raúl Sendic, el del pensamiento revolucionario,

25 de abril de 2013


SE RAJÓ EL CONGRESO, A REVOCARLO !!!

miguel angel herrera zgaib
Director Grupo presidencialismo y participación
Proyecto Ciudad Blanca, Ciudadanías Juveniles y Pedagogía de Ruptura

Una de las minorías más vapuleadas y estigmatizadas de la historia universal, y de Colombia en particular, vió ayer como se cumplió su sospecha, que las mayorías del Congreso, dizque liberales, y las conservadores con el procurador como portaestandarte, le dieron entierro de segunda a una reivindicación que tiene que ser resuelta más allá de los poderes legislativo y judicial, aunque queda la alternativa de segunda, a manos de los notarios y jueces, que estarán a partir de junio dándole figuración institucional a este nuevo tipo de familia.

De todos modos, urge limpiar el congreso de "augías", diría el revolucionario visionario que prendió la chispa de la transformación social. Urge poner en su sitio al poder de la iglesia católica, que en forma hipócrita quiere tapar el sol con las manos, y no solo negar que es alrededor de este dizque se mueve la tierra. Ese fue el cuento de Galileo Galilei reforzado por el demonio polaco Nicolás Copérnico (perdón, ¿Maquiavelo?).

Pues, bien, tod@s, somos LGTBI, será, probablemente, el canto que se entone en las calles y plazas de Colombia cuando nos animemos a impulsar la constituyente social, donde concurrirán las inmensas minorías a reivindicar su verdad.  Claro, no acompañarán los trinos de AUV, ni las letanías hipócritas del incinerador de libros. Qué alivio !!!

Y un acto en esa dirección será revocar al Congreso actual, y producir, construir como respuesta  una revolución (no revolcón) legislativa, eligiendo una representación de abajo con mandato revocatorio. Seremos capaces. Hoy están invitados a apoyar la iniciativa escuchando al joven congresista Camilo Romero, para cobrar responsabilidad política y humana, a l@s que tienen huevo!

19 de abril de 2013


HIPOCRESÍA OLIGÁRQUICA,  PRESIDENCIALISMO  Y ELECCIONES


Miguel Angel Herrera Zgaib.

Profesor Asociado, Ciencia Política, Unal.

Director Grupo PyP.
presid.y.partic@gmail.com



La ley del embudo
                                  El expresidente Andrés Pastrana reclama a Santos, y a su canciller, que se haya hecho reconocimiento del triunfo del presidente Nicolás Maduro, ante el hecho que hay un reclamo de recontar el total de los votos. Según él, la estabilidad regional está en peligro de prosperar la proclamación hecha por la mayoría de los rectores del Consejo Nacional Electoral.


La auditoría ciudadana reclamada, y aceptada por los dos candidatos, al día siguiente tuvo otro tratamiento, porque Maduro no lo aceptó. Las cifras que ofrece el conteo oficial al público son cifras globales, y no discriminadas, es lo que alegan.



Hoy se discute en Colombia  la legitimidad de la elección en Venezuela, pero, la hipocresía de la oligarquía nacional, y la que gobierna a España, es no aplicar este mismo criterio, de ser cierto, en la elección estadounidense, por ejemplo, del año 2000. Entonces se disputó el resultado electoral que eligió a George W. Bush.

Allí  no se aceptó el conteo voto a voto en el estado de la Florida, donde se realizó el alegado fraude. La Corte Suprema de Justicia avaló el no conteo, y quedó pendiente el reclamo de fraude. Nada dijeron Andrés Pastrana y cía. No hubo ninguna exigencia, y menos una acción moral o política para aquella elección trucada.


Igual pasó con el caso de México, desde el tiempo de la elección de Carlos Salinas de Gortari. Hubo reclamo por fraude del perdedor, Cuauthémoc Cárdenas,  hijo de Lázaro Cárdenas, en la elección de 1988. Luego se repitió contra el candidato del PRD, Andrés López Obrador enfrentado a Felipe Calderón.

En México se auditó el 51/54 por ciento de los votos, y no aceptaron más. En el caso de la elección de Salinas de Gortari, no ocurrió esto. Pero, la oligarquía gobernante en Estados Unidos, Colombia, y en España también se calló, y tampoco dijo Andrés Pastrana y su hermano Juan Carlos, airado ante el recorderis de lo que pasó en la elección de su padre Misael contra Rojas Pinilla, el 19 de abril de 1970.

La Ley Venezolana y la historia colombiana 


"La comparación es cobarde. Una puñalada trapera. No me parece válida." Reacción de Juan Carlos Pastrana a los comentarios y observación hecha por Felipe Zuleta en Blu Radio, Colombia.


                                         A contrario de lo que pasa en la actual Constitución de Colombia, que se autoproclama democrática, la de Venezuela permite  el auditaje del 54 por ciento de los votos emitidos, y lo realizó de oficio en esta oportunidad, con la presencia de la veeduría internacional.  Para que, en cambio, ocurra  un reconteo del 100 por ciento, que es distinto de la auditoría, ello tiene que ser demandado formalmente.


Lo que en  efecto pasó el día miércoles 17 de abril, es que Henrique Capriles y el MUD solicitaron  ante el Consejo nacional electoral, CNE, que se realice el auditaje del 46 por ciento restante de los votos emitidos. Lo cual ya fue aceptado por el CNE, y tardará 30 días en conocerse el resultado. 

Ahora, en su reclamo al gobierno nacional, escrito y verbal, el  expresidente Andrés Pastrana perdió la memoria de cómo resultó elegido su padre, Misael, quien ganó la elección por 64.000 votos, sobre el “incumbente” de entonces, el general Gustavo Rojas Pinilla. La protesta popular fue reprimida con el toque de queda decretado a las 7 pm., por el entonces presidente Carlos Lleras Restrepo.


Años después se dieron los testimonios del gobernador de Nariño, y del tigrillo Noriega, quien fuera el ministro de gobierno, cuando hubo tal “chocorazo”, el fraude reclamado. El decir popular es que el embuchado ocurrió en el Departamento de Nariño que hizo posible el triunfo del candidato del Frente Nacional. Será la ciudadanía del sur, la que lo avale cualquier día. Pero lo que nadie olvida aquel 19 de abril es la ida de la luz, y la suspensión intempestiva del conteo, que solo se reanudó en todo Colombia alrededor de las 10 de la noche.

En esta comparación subsiste una diferencia numérica entre la elección de Colombia y la actual de Venezuela está en la siguiente proporción. Aquí el supuesto fraude se expresó en 64.000 votos, mientras que en Venezuela la diferencia en votación entre Maduro (7.575.506) y Capriles (7.302.641)  fue de 272.865.


Conviene recordar que hasta el día de hoy se sigue insistiendo en que la elección de Pastrana fue válida, pero no había representación paritaria de Anapo en el Consejo Electoral de Colombia, ni cosa que se le parezca. La mayoría la tenían liberales y conservadores, quienes eran los dueños del Frente Nacional que excluía a tercera fuerzas por sanción plebiscitaria.
Peor aún, aquel arreglo político había hecho nugatoria la democracia liberal en el país hasta la promulgación de la Constitución de 1991, y casi todos tan campantes, incluido el expresidente al que le cabía el país en la cabeza, que lo que en verdad rechazaba con el MRL era la alternación partidista, porque coartaba la libre competencia bipartidista. 


La protesta,  las irregularidades alegadas y la solución 


“Hemos acordado en el marco de lo permitido en la norma electoral, ampliar la auditoría de la verificación ciudadana en su fase dos que se inició el día de hoy (jueves 18.04.13) para realizar la auditoría sobre el 46 por ciento de las cajas de resguardo que no fueron auditadas el día de la elección.” Tibysay Lucena, presidente del CNE, Venezuela.


“La embajada de Estados Unidos es la que ha financiado los hechos de violencia… ¿Qué tiene usted que estar hablando de Venezuela? Nosotros hemos decidido ser libres y vamos a ser libres e independientes, con ustedes o sin ustedes…” Expresiones de las autoridades gobernantes en Venezuela.


                                 En Venezuela, Colombia, y en cualquier lugar del mundo tiene que existir una auditoría de votos,  cuando menos del 52 o 53 por ciento, atendiendo a lo que las estadísticas señalan. De modo regular, en términos de tendencia  ello garantiza una prueba realista de que no hubo fraude.
En las condiciones de Venezuela por acuerdo entre la oposición y las fuerzas de  gobierno el auditaje cubre el 54 por ciento de la votación, hecho sobre puestos de votación escogidos en forma aleatoria con la presencia de testigos de las diversas candidaturas, y con la presencia de la ciudadanía que quiera asistir a presencia este tipo de “conteo”.


Colombia no aplica esta fórmula, y lo que sí ocurre es que en caso de impugnación de elecciones se realiza un reconteo de los votos, que aquí es todavía manual y con el cotejamiento de lo consignado en las respectivas actas de votación que son firmadas por los jurados de las mesas respectivas.
Los partidarios de Capriles conocían de antemano dicho trámite, y asistieron al auditaje y lo avalaron en su momento. Sin embargo, Capriles hizo el llamado a la protesta callejera y al cacerolazo, reclamando un fraude electoral a favor de su contendiente. El resultado está contabilizado a la fecha, hubo ya 8 muertos, y cuando menos 61 personas heridas.
La última persona falleció el 17 de abril, Rosiris Reyes, militante del PSUV, herida de bala por la espalda. Ella fue atacada cuando defendía el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de La Limonera, en el municipio de Baruta, Estado Miranda, donde el gobernador elegido fue Henrique Capriles, y donde el MUD es la mayoría. Allí murieron también Luis E. García, José Luis Ponce del PSUV.
Hasta la fecha el MUD no reportó la muerte de ninguno de sus simpatizantes o militantes, y tampoco ha dicho que alguno de los demás fallecidos, Ender Bastardo, el niño Rey David Chacín, Henry Rangel , asesinado en su propia casa, en el estado Táchira, el indígena wayúu José A. Hernández , o el policía Keller Guevara, lo fuera.
En cambio, el ministro de comunicaciones, Ernesto Villegas, acompañado del canciller Elías Jaua, sí desmintieron públicamente a  Capriles, cuando denunció fraude en el Municipio de Carache, Estado Trujillo, en el puesto de votación del Liceo Saldivia. Sostenía que el acta de votación acreditaba 712 votos, superiores a lo permitido según el respectivo listado. Aparecían según la denuncia 712 votos contabilizados, y lo autorizado era 530.
La verdad probada por los funcionarios del gobierno señaló que la denuncia omitía que  las mesas de votación eran dos y no una; sumadas tenían la capacidad, respectivamente de 530 y 536 votos, así que el total  de votos depositados era de 712 votos, repartidos entre ambas mesas con capacidad de 1066 votos posibles.
No es un nuevo escrutinio
“La impugnación se da luego de la proclamación del candidato electo”. Tybisay Lucena
“Esta lucha fue de ustedes y no ha terminado”. Henrique Capriles.
“Ustedes fascistas odian y odian, llenaron de violencia el país (y) ahora dicen Yo No Fui…” Nicolás Maduro.
                                                           El jueves 18 de abril, en reunión extraordinaria convocada por el presidente Ollanta Humala quien preside temporalmente a Unasur, concurrieron 20 jefes de Estado, y todos dieron aprobación a la elección del presidente Nicolás Maduro, de conformidad con los trámites establecidos y cumplidos por la ley electoral de Venezuela.
Se ha dicho, igualmente, que hubo voces de los presidentes de Chile, Colombia y Perú en el sentido de señalar la conveniencia de hacer el auditaje, que no el reconteo, de los restantes votos, y condenar los actos de violencia ocurridos.
Enterado Henrique Capriles, con anterioridad al pronunciamiento de los presidentes reunidos en Lima, que el CNE hará la auditoría del 46 por ciento restante, hizo pública su aceptación. Y hoy viernes se realiza la posesión oficial del presidente Nicolás Maduro. A la cual concurre el propio presidente Juan Manuel Santos, en lugar del vicepresidente, acompañado de la canciller.
El pretexto era que Santos tenía que ir a la sesión de clausura de la reunión de alcaldes reunida en Cartagena, donde los ministros del interior y de vivienda, el día anterior fueron objeto de abucheos, reclamos y censura de sus actuaciones por los burgomaestres asistentes.
Antes, la cuenta twitter de Maduro fue hackeada 48 horas, y se adujo que el bloqueo se hizo desde Bogotá. Se realizó el saboteo del sistema eléctrico en los estados de Vargas, Miranda  y Aragua. Se cortó la luz como pasó en la elección presidencial colombiana de 1970.
Ahora bien, si la oposición hecho el auditaje acordado sobre el 46 por ciento restante no acepta el resultado, podrá realizar entonces una impugnación ante la sala electoral del Tribunal Supremo de Justicia, para que se produzca el reconteo de la totalidad de los votos. Ello podrá  hacerlo a partir de la proclamación del candidato electo.
Lecciones para todos
                                         Después de la tragedia vivida en Venezuela, encendida por una oposición que no confió en el uso de los mecanismos institucionales frente al resultado adverso obtenido, está en cuestión la confiabilidad del uso de medios electrónicos en la elecciones, y el uso de la  auditoría regular sobre le 54 por ciento de los votos.


Colombia acaba de vivir la experiencia de aplicar el voto electrónico en la elección atípica del Huila, donde hubo un solo candidato enfrentado al voto en blanco, para reemplazar a la gobernadora removida. Triunfó Camilo Iriarte, pero, en cambio, hubo una abstención del 72 por ciento, a que se suman los 79.000, y tantos votos en blanco.  
Cualquiera podría preguntarse, ¿cuál es la legitimidad de esta elección?. Peor aún, a diferencia de Venezuela, Las minorías votantes han sido la constante en las elecciones colombianas, incluyendo la elección de delegados para la asamblea constituyente, 1990-1991, como se recordará.
En el caso actual de Venezuela, esta vez, votó algo menos del 79 por ciento de la ciudadanía. En comparación con nosotros, o con Estados Unidos, o España, cuál es el orden político legítimo, el de Colombia o el de Venezuela. De ahí que, para las democracias liberales, y las que no lo son siquiera, la fórmula de la legitimidad legal racional teorizada por Max Weber haya sido hasta nuestros días la opción más socorrida y acatada.

Violencia y revolución informática

                                              Sin embargo, estamos en presencia de la cuarta revolución técnica, la informática. En materia de confiabilidad electrónica, hay, parece, la disputa en torno a la manipulación de los programas de computación, y se alega tercamente también que no hay posibilidad de prueba de su validez. Y de paso se pone en entredicho la estadística que da sustento y rigor a los auditajes regulares.


Pero, ¿qué decir, y concluir, entonces de la información contenida en los discos duros, memorias capturadas y empleadas en contra de las Farc-ep, las Auc, y los congresistas para-políticos, y los inversionistas ladrones? Es ella confiable, ¿con cadena de custodia, y todo lo dicho, incluidos?

Es muy importante que al respecto respondan los expertos, empezando por el Registrador Nacional del estado civil, para hacer claridad de una vez por todas, en la utilización confiable de las cifras electorales en Huila y en las elecciones por venir.


En ningún caso, hay razón para el uso de la violencia, de parte del partido gobernante, ni tampoco de la oposición, para resolver la exigencia de verdad en el proceso electoral venezolano.
Ahora es, como efecto no querido,  la oportunidad para que Venezuela muestre que, en efecto, avanzamos con ellos  hacia la necesaria construcción de una democracia real en América Latina. Por lo pronto, el resultado definitivo del auditaje queda en suspenso, pero no la elección presidencial proclamada el viernes 19 de abril, 203 años después de la independencia de Venezuela del poder colonial español.
Se ha producido la ratificación por del presidente elegido del auditaje, y seguramente no se opondrá, en el caso que se presentara una impugnación del resultado general de la elección, por Capriles y el MUD. Se trata de  respetar la palabra empeñada, cuando pronunció su discurso de victoria, y darle inicio a un nuevo gobierno, que sin duda no es el de Cdte Chávez.

Responder a los desafíos nuevos, tomando lo útil del legado chavista, y mostrando sus condiciones de estadista, y lo aprendido en su función de canciller de la república bolivariana de Venezuela, es lo que sigue para el nuevo presidente, sin tener que vivir la suerte de Nicolás de Maquiavelo, segundo secretario de la cancillería de Florencia, quien derrotado, se dispuso a escribir las lecciones aprehendidas contenidas en De Principatibus. De hoy a entonces apenas pasaron 500 años, y nos siguen ofreciendo lecciones.
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Final del formulario

VII SEMINARIO INTERNACIONAL ANTONIO GRAMSCI

DEMOCRACIA, GUERRA Y NUEVA REPÚBLICA, 1512-2012.

GRUPO DE INVESTIGACIÓN PRESIDENCIALISMO Y PARTICIPACIÓN.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Carlos Bohrt; Sandro Mezzadra, Justo Soto, Francisco Hidalgo, Miguel Angel Herrera