30 de marzo de 2015

Debate en la Universidad Nacional

León Valencia, entusiasta y comprometido analista del proceso de paz colombiano tampoco se resistió a comentar el proceso de designación de rector, y le llama la atención a la ministra Gina Parody, quien pareció según él, atender a las voces de su círculo de yuppies, y ausentarse sin miramiento alguno del trámite en directo de la escogencia de la máxima autoridad de la Universidad Nacional de Colombia. Hasta la fecha ella ha hecho mutis por el foro, y quizáz eso impida que la "embarre" más por interpuesta persona, su viceministra, que resultó demasiado sincera en la enunciación del  prejuicio que acompaña al despacho más importante del país para el trámite exitosa y provechoso de la paz. NdR


No entendió, ministra, no entendió

por LEÓN VALENCIA

Se necesita un rector abierto a los avances del conocimiento en el mundo y dispuesto a enfrentar las exigencias de la paz y el posconflicto en el país.
  • Por Leon Valencia
 Por Leon Valencia Foto: Guillermo Torres- Semana
Hay una frase de Jorge Hernán Cárdenas, uno de los candidatos a la rectoría de la Universidad Nacional, que describe, con justificado dramatismo, lo que ocurrió en la elección del rector del principal centro académico del país: “Creo que hoy se perdió un momento histórico para la Universidad Nacional y lamento que el Consejo Superior Universitario no lo haya podido ver”.

En realidad fue la ministra Gina Parody, a la cabeza de este consejo, quien no entendió la trascendencia que tendría la elección de un rector con nuevas ideas, con pasta de líder, con visión de país, en la universidad emblemática de Colombia. No supo aprovechar el ambiente de cambio que había entre estudiantes y profesores para darle un impulso decisivo a la educación superior en el país. No respetó la consulta más votada, la más discutida, en la historia de la universidad.

Así no vamos a dar un salto en la educación, así Colombia no será nunca la más educada de América Latina, eslogan pomposo que nombra los retos educativos de Santos. No es con una hueca retórica de cambio y con una copia apresurada de indicadores de calidad del mundo desarrollado, como vamos a romper el atraso educativo del país. Es poniendo el oído en nuestra propia historia. Es aprovechando las oportunidades y los momentos para empujar las transformaciones. Es insistiendo en la formación profesional, doblando la inversión en educación pública y exigiéndoles a los privados rigurosos estándares de calidad.

La Universidad Nacional está en el corazón de nuestra historia. Ha sido el sueño de las clases pobres y medias de Bogotá y las regiones. Ha sobrevivido a dos siglos de tormentas y aún hoy, en pleno auge de lo privado, concentra el 30 por ciento de la producción científica del país y tiene el mayor número de estudiantes y de profesores de alta graduación. ‘La Nacho’ es más que un lugar de formación, es una pasión.

Pero ahora, cuando más la necesitamos para ponernos a tono con el ascenso del conocimiento en la región y en el mundo, cuando el país está cerca de terminar una larga guerra y soplan vientos de renovación social y política, la universidad emblemática no tiene capacidad para recibir siquiera una parte importante de más de 100.000 estudiantes que tocan año tras año sus puertas.

Para ampliar una planta de profesores que hace mucho rato fue desbordada. Para reconstruir unas instalaciones que se están cayendo a pedazos en su sede central. Para acceder a los desarrollos tecnológicos que jalonan la educación en otros lugares del mundo. La Universidad Nacional está en una crisis pavorosa. Esa es la verdad dolorosa.

Es lo que la ministra no entiende. Se necesita un rector con talante para defender la educación pública y reclamarle al Estado una inversión especial que permita resolver la crisis y darle sostenibilidad a la universidad. Un rector abierto a los avances del conocimiento en el mundo y dispuesto a enfrentar las exigencias de la paz y el posconflicto en el país. Un rector que sirva de aliado crítico de la ministra en su cruzada por darle un viraje a la educación del país.

Fue tal su incomprensión que ni siquiera se detuvo a mirar las cifras de la consulta. Esta vez, en medio de dificultades tecnológicas para votar, sufragaron 23.293 entre estudiantes, profesores y egresados, que duplicaron el número de la anterior elección de rector. De ellos solo 2.438 votaron por Ignacio Mantilla, rector en ejercicio, y más de 20.000 por el resto de candidatos, destacándose Mario Hernández, por quien votaron 11.869 personas. Allí había una señal inequívoca de rechazo a la actual administración.

Fue tal su incomprensión que después de la consulta citó a los candidatos a la rectoría para oírlos en sus propuestas y los dejó plantados para irse a un programa de variedades en la televisión de la mañana; fue tal su incomprensión que el día de la designación del rector, por parte del Consejo Superior Universitario, se fue a otro evento en Manizales.

Así fue como la ministra decidió darle su respaldo a Mantilla para continuar en la rectoría, asegurando su reelección. Así fue como prefirió a una persona que tiene indudables méritos como profesor universitario, pero está muy lejos de ser un gran líder, con interlocución política, espíritu de cambio, talante independiente y ambición de futuro. Una persona capaz de enfrentar la crisis de la universidad y de liderar su transformación para convertirla en la cabeza de la renovación de la educación superior pública.

Lo hizo muy mal la ministra en esta ocasión y es probable que siga actuando de esta manera en las elecciones que se avecinan en otras 28 universidades públicas, a no ser que cambie de actitud y oiga las voces que llegan desde afuera de su pequeño círculo de yuppies.
EL DEBATE EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL

                                               Este es el comunicado elaborado y difundido por la colega Beatriz Martínez, la representante del profesorado ante el CSU. Ella hace un recuento de cómo fue el voto que definió la re-designación del profesor Ignacio Mantilla. Se trata, como está remanido, no de una elección sino de una designación, aunque se confunda la terminología, según la conveniencia. 

En la consulta se vota, y lo hacen tres estamentos, uno de los cuales no tiene representación ante el CSU, los egresados, quienes que sepamos nunca han reclamado un asiento en esta instancia decisoria. Aquí se incluyen también las reflexiones de la representante profesoral que no votó en la misma dirección que lo hizo la mayoría de los profesores que le dieron triunfo al profesor Mantilla sobre Mario Hernández, quien ganó las otras dos votaciones con una distancia abismal, que aparece reducida por el hecho de tratarse en el caso de los tres estamentos de un voto ponderado. NdR

LA DESIGNACIÓN DEL RECTOR IGNACIO MANTILLA,
UNA DECISIÓN EN CONTRA DE LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA.

Quiero hacer un reconocimiento a los seis académicos, que conjuntamente con el reelegido Rector, participaron en el proceso de designación de Rector 2015 – 2018. Sus apuestas programáticas encaminadas a tener una financiación estatal justa, una planta física actualizada, una planta de profesores formalizada, una participación mayoritaria de la comunidad en la toma de decisiones, cambios estatutarios, más democracia, entre otras, fueron puestas a consideración de la comunidad universitaria a través de la consulta realizada el pasado 18 de marzo. Los seis académicos invirtieron inteligencia, recursos económicos y tiempo, sin embargo, el CSU no estuvo a la altura de los aspirantes a Rector ni de la comunidad universitaria que se expresó en la consulta.

A la sesión extraordinaria del CSU del 25 de marzo, no asistió la Ministra Gina Parody, quien por Ley 30, Decreto 1210 y Acuerdo 11 de 2005, Estatuto General, debe presidir las sesiones del CSU, aclaro que desde su posesión no ha asistido a ninguna sesión, quizás, debe estar segura del acatamiento del Rector Mantilla a las imposiciones del Gobierno Nacional en los asuntos de política y financiación de la universidad, así, para su reelección tampoco era necesaria su asistencia. La sesión fue presidida por la Viceministra Natalia Ariza.

En el desarrollo de la sesión se propuso fijar criterios para valorar las propuestas, leer las comunicaciones que la comunidad universitaria, miembros de sociedades científicas, de organizaciones sindicales y políticas, enviaron al CSU sobre los aspirantes, pero la mayoría negó adelantar proceso diferente a la votación directa. El CSU solo escuchó a los aspirantes en sesión informal el 24 de marzo pero nunca ponderó los programas frente al proyecto de universidad que en ejercicio de la autonomía tiene la comunidad universitaria, solo primó el mandato del gobierno de designar a quien cumpliera “fielmente” sus postulados. ¿Para qué entonces el debate, la consulta y el aporte de los aspirantes si al final la mayoría de los miembros del CSU no asumen con la altura debida este proceso?

El Rector Mantilla consiguió su reelección con el voto de la Viceministra, los dos votos de los representantes del Presidente, uno de ellos, Pablo Orozco, quien hace parte del CSU desde 2003 cuando el ex - presidente Uribe lo nombró y ha sido el encargado de velar por el control de la autonomía que se atribuyen las directivas; el voto del representante del Consejo Académico (Decano de la Facultad de Ciencias de la sede Medellín); el voto del ex – rector quien a pesar de exponer en las primeras dos rondas los motivos por los cuales no apoyaba la reelección, finalmente, en franca contradicción los deja de lado y vota por Mantilla; y el voto del representante del CESU quien inicialmente vota en blanco, al final invocando la unidad, también vota por Mantilla. Los representantes profesoral y estudiantil apoyamos a Mario Hernández quien obtuvo la mayor consulta en la historia de la universidad. 

Estamos en mora de exigir un cambio en las formas de gobierno universitario para contar con un CSU y un Rector que representen a la Universidad y al país y no que representen a un gobierno con un proyecto en contravía a la democratización de la educación.

BEATRIZ MARTÍNEZ
Representante Profesoral CSU
30 de marzo de 2105

19 de marzo de 2015

MIRADOR ELECTORAL 

LA CONSULTA EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

MIGUEL ANGEL HERRERA ZGAIB
Profesor asociado, Ciencia Política, Unal
Director Grupo Presidencialismo y participación

                                                            La gran triunfadora de la reciente consulta,  la medida de la opinión pública de tres estamentos en la Universidad Nacional de Colombia, es a las claras la diferencia que existe para estudiantes docentes y egresados entre una verdadera participación política, y un simulacro de esta, esto es, la representación que es el pariente pobre de la participación. Lo cual, de ninguna manera demerita los resultados obtenidos, y mucho menos la opción de análisis que ellos nos abren y entrañan para propios y extraños.

Los cinco candidatos que considerará el CSU, instancia que conviene recordarlo, los únicos miembros elegidos son los representantes profesoral y estudiantil, porque los demás son escogidos a dedo, son los  más votados, incluyendo en ese número al aspirante que obtuvo el favor mayoritario del estudiantado de la Universidad Nacional de Colombia en las ocho sedes con que cuenta. La lista es como sigue. 

1. Mario Hernández:     Total:   11.866,  Doc: 478, Est:  9.411, Egr: 1.980.
2. Ignacio Mantilla:                      2.438,  Doc : 599, Est: 1.092, Egr:   747.
3. Fabián Sanabria:                       2.287,  Doc:  145, Est:  1.633,Egr:    509
4. Jorge Cárdenas:                       1.870,   Doc:  384, Est:    986, Egr:    500
5. Oscar Almario:                            959,   Doc:  114, Est:    637, Egr:    208.

De otra parte, conviene destacar lo siguiente:

El voto en blanco:               1.806,  Doc: 153,  Est: 1.430,  Egr: 223


En seguida se presenta la relación entre votos efectivos  y potencial disponible de votantes para esta consulta del año 2015:


                       Docentes          Estudiantes     Egresados          Total

Potencial:         2.795                55.604              94.642               153.041
Efectivo:           1.912               17.014                4.367                 23.293
%                        68,4                 30,59                   4,6                    15,22%


Teniendo en cuenta la población escrutada, que es una parte de la ciudadanía cualificada por la formación superior recibida, está claro que el mecanismo de la representación, y la elección a dedo solo lo convalidan efectivamente el 15.22 % de los votantes.  El 84.78 % se abstiene. Por supuesto que existe la pregunta de qué tan expurgado está el censo electoral, donde algunos denuncian que hay, por ejemplo, entrecruzamiento de calidades en una misma persona. En resumen, hoy más que nunca, hay la urgencia de depurar el censo, o probar de modo fehaciente que el existente es confiable del todo. 


Volviendo sobre los guarismos, estos hacen claridad, en relación con la recurrente crisis de representación que afecta al régimen político colombiano, a partir de 1958, donde la abstención en términos de voto efectivo es recurrente, y supera siempre a la mitad más uno de los votantes habilitados. Hay, por supuesto, ejemplos en el mismo sentido en democracias liberales con similar frecuencia, y está el caso más notorio, la democracia representativa estadounidense donde por lo demás, no hay topes para el recaudo de fondos, pero sí para los aportantes individuales, como es sabido. 

Para el caso de la consulta en la Universidad Nacional, los resultados generales prueban la afirmación que en términos de medición de la legitimidad, el régimen político, y el régimen de gobierno universitario, fundados en la representación sigue rajándose frente al fenómeno de la abstención. En el caso de la fórmula impuesta a la Universidad Nacional, la "totazón" es abrumadora: 84.78 %.

Sin embargo, esta vez ha habido una significativa presencia de los estudiantes. Estos subieron su participación notablemente, en proporción al tradicional voto profesoral, que no creció en las mismas proporciones, comparando los resultados actuales con los de la anterior consulta. 

A pesar de todo lo dicho, esta vez  se pronunciaron 17014, con votos en blanco incluidos (1430). Ello  da un porcentaje del 30.59 % del total de estudiantes habilitados para votar: 55604. No hay duda que hay una perspectiva y una expectativa, cuando menos, de cambio, en relación a quién gobierne a la institución de educación pública superior más importante de Colombia. 

Es, igualmente clara, la distancia entre el voto por el más favorecido por la percepción estudiantil, Mario Hernández, con 9.411 sufragios, el rector que quiere reelegirse, Ignacio Mantilla, 1092 votos, y el segundo en preferencias, Fabian Sanabria, exdecano de Ciencias Humanas, quien obtuvo 1.633 votos. La relación en términos de votos emitidos es de 5,7 si se compara lo obtenido por Mario y los dos que lo siguen, Fabián Sanabria  e Ignacio Mantilla.

El mensaje es claro, y la preferencia manifiesta. Esta también tiene expresión en cuanto al voto de egresados. El aspirante puntero duplica en la consulta a los votantes en favor de Ignacio, y triplica a los que lo hicieron por Fabian. En el único caso en que el primero en la opinión universitaria expresada no lo favorece es el voto profesoral. Mario Hernández consiguió 478 votos, mientras que el actual rector y aspirante recibió 599 votos, con una diferencia de 121 a su favor, que ninguna manera se aproxima a los resultados y las diferencias conseguidas a su favor de parte de los demás estamentos.

Por último, es significativo, en materia de percepción es el grado de escepticismo frente a candidaturas y/o sistema de consulta  revelado por el voto en blanco de los docentes: 153, de un total  de 1.912 votantes, se compara en porcentajes con el voto en blanco estudiantil, 1.430 frente a 17.014. Lo que quiere decir que el escepticismo de la población universitaria más activa tiene coincidencias frente a los reparos al mecanismo de la consulta y la representación que implica. La proporción entre los egresados es superior: 223 votaron en blanco,  de 4.367 sufragantes.

¿Quién ganó en la consulta pública?

                                               Discriminado el voto estudiantil, cuyo incremento es la gran novedad, con respecto a la anterior elección, el triunfador es Mario Hernández, quien sin embargo, obtuvo menos votos de los docentes, con respecto al segundo en votaciones, Ignacio Mantilla, quien consiguió: 599, y Mario Hernández: 478. Esto es una diferencia de 121 votos. 


Pero, la distancia de Mario frente a Mantilla es abrumadora cuando lo que se comparan son los resultados del voto estudiantil y de egresados.
Tomados en consideración los guarismos indicados, el ganador en una consulta democrática sui géneris es Mario Hernández, inclusive, al hacerse la ponderación  del voto de los tres "estamentos" consultados, porque Mario obtuvo el 30.7, mientras que Ignacio el 26.7.

Así están las cosas en la Universidad Nacional, desfinanciada, con una crisis inocultable de infra-estructura por físico abandono de las obras civiles en la Ciudad Blanca, a lo largo de los últimos cuarenta años, que habla bien de lo entonces construido, que ha aguantado sin desgracias personales que lamentar, a la desidia gubernamental y estatal.

Pero, la paciencia universitaria no aguanta más. Si se repite el estilo monarco-presidencial en la instancia máxima del gobierno universitario, el Consejo Superior Universitario, lo cual no sorprendería, porque tal fue el proceder en las últimas rectorías, con la excepción de la que eligió como rector al docente Víctor Manuel Moncayo, quien sea escogido no contará con el favor mayoritario de dos de tres estamentos.

Adicional a lo  ya dicho, conviene contar con una diferencia no significativa de ventaja entre el profesorado que votó, pues aquí Ignacio Mantilla superó en 121 votos a Mario Hernández. Pero esta diferencia a su favor es contrastada por los 153 votos en  blanco de los docentes, que señalaría una diferencia de 32 votos. Por lo que es fácil concluir, que en la "oficialidad docente" hay una división entre dos eventuales conductores de la gobernabilidad al interior de la Universidad en los cuerpos colegiados.

La punta de lanza de una reforma democrática

                                                                   El escepticismo de los tres estamentos es explicable, pero visto la historia de las consultas, lo indudable es el ascenso incuestionable del optimismo inteligente de los estudiantes, que son el factor más notable en materia de reforma y transformaciones. 

Ell@s, como en el año 2011, vuelven a ser en el 2015, ahora no en términos de participación solamente, sino de representación política,  protagonistas en el reclamo de autonomía efectiva para la Universidad Pública, que haga posible una reforma democrática, y que impida que se cuele la contra-reforma, de modo descarado, por los entresijos del Plan Nacional de Desarrollo, que ya recibió una primera aprobación. 

Este estudiantado reclama un congreso universitario para hacer efectiva la reforma intelectual y moral. El congreso, su convocatoria, es una promesa hecha por Mario Hernández, el candidato más votado; y por hacerlo explícito, su rival principal, el actual rector lo llama públicamente politiquero. Al decirlo, no queda duda que Ignacio Mantilla en el mejor de los casos es un liberal a la manera colombiana, que desea de "todo corazón" que todo cambie para que todo siga igual. 

Pero, la Universidad Nacional, como todas las instituciones colombianas no resisten más dosis de gatopardismo. La revolución democrática se respira por todos los poros, y los estudiantes son uno de sus pulmones principales por segunda vez. La Mane tiene que ampliarse y reformarse si quiere ser efectivamente plural, y estar en capacidad de garantizar que el triunfo en la consulta sea convalidado por la institución  neo-feudal del Consejo Superior Universitario, CSU. 

Soplan vientos de reforma, pero nada está garantizado, que no tenga el respaldo de la movilización multitudinaria de todos los que entienden el valor estratégico de la Universidad Nacional en conseguir tanto la mayoría edad intelectual como política, que garantice el paso del orangután de la guerra al homo sapiens autonomus. 





18 de marzo de 2015

DEBATE SOBRE  LA EDUCACIÓN PÚBLICA SUPERIOR

LA GUERRA DE MOVIMIENTOS, EL BLITZKRIEG DE LA INTERNET
EL NEO-FEUDALISMO DE LA MEJOR UNIVERSIDAD DE COLOMBIA

Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor asociado, Ciencia Política, Universidad Nacional de Colombia

                                           Para cualquier persona de la comunidad universitaria de la Nacional, Bogotá está clara tanto la vulnerabilidad como la precariedad de los sistemas que hacen posible el servicio de internet, en condiciones normales, y de anormalidad relativa, lo que sucede para el tiempo de subir las calificaciones finales de cada semestre, o en los procesos de inscripción de materias al inicio de cada semestre.

Pero ninguno de estos problemas inquieta siquiera al ministerio de las TICS, que más bien debiese llamarse el "misterio de las tics", y qué decir del ministerio de educaciòn, cuya ocupante hace visita casi clandestina a la rectoría, temerosa, se supone, de ser objeto de "agresiones" o de interpelaciones incòmodas. Los dos "gobiernan" desde sus  (neo) feudos.

Pero

La real "novedad" tiene que ver ahora, tanto con la experiencia del "jaqueo" de las cuentas de los aspirantes a recot, como con el bloqueo al uso del servicio virtual para votar; como me ocurrió hace unos minutos apenas. Sin duda estamos afectados por una suerte de neo-feudalismo universitario.

Una caracterización

                                                     Este neo-feudalismo, en el que no sólo asistimos impávidos al derrumbe de la infraestructura, luego de 40 años de literal abandono, sino en el cual  también está sitiado el precario espacio virtual del que "gozamos" en relación con las experiencias de comunicación no presencial que en el día de hoy no podemos ejercitar libremente, no puede continuar impunemente.

Como si fuera poco, a las puertas de la universidad estàn parqueados esos jòvenes caballeros medioevales, el Esmad, dispuestos a participar de las confrontaciones, los torneos urbanos, sin caballo, que se protagonizan en días especiales como ayer, donde la fragilidad de la movilidad física se bloquea, como bloqueda aparece hace màs de medio siglo la movilidad social.

Una breve interlocución: ¿cuál autonomía?

El colega Andre Noel Roth ha escrito una columna al margen, donde hace un enjuiciamiento al modo como se designa rector en la Nacional, e hizo al mismo tiempo un barrido de las tres modalidades con que esto ocurre en el mundo de hoy, para señalar que el sistema de la U. Nacional es una suerte de híbrido de las tipologías dos y tres, y las llama una monarquía administrativa.

Por supuesto, la universidad pública y  privada requiere y exige autonomía  en materia de gobierno, en la decisión de sus autoridades, en lo administrativo, libertades plenas, y en lo financiero. Lo cual no quiere decir, para nada, que esté sometida a la lógica del oligopolio mercantil capitalista, o al clientelismo de los contratos inter-administrativos, o la privatización por la puerta de atràs.

Así las cosas, este simulacro de democracia, el día de hoy, con bloqueo y chacoterismo virtual, además de ser un signo de protesta, con "papeo electrónico", no es óbice para definir otro tiempo, y abrir, crear un espacio social diferente, tomando en cuenta, entre otros, los discursos de visitantes ilustres  y rebeldes del último tiempo universitario: Rancière, Negri, y el más reciente, Harvey.

¿Para qué?

Para comprometer a cualquiera de los designados universitarios, una vez escogido por el CSU, a la próxima rectoría. Hablamos aquí de designados, como ocurría con los vicepresidentes del pasado, quienes eran denominados designados. De ahí la calificación de neo-feudal de nuestro actual régimen universitario.

Dicho lo cual, se trata de comprometer al que resulta rector de este castillo "embrujado"a para participar efectivamente. Es decir, para  implementar un real escrutinio democrático tanto al designado, por los 9 del CSU, como al procedimiento; y para hacer posible un proyecto de reforma que se tramite con una fórmula, en efecto, democrática, esto es, como un ejercicio constituyente de toda la comunidad educativa, sin exclusiones, esto es, con la participación activa de trabajadores y padres de familia.

Hecho lo cual, seguirá la etapa de validación de refrendo constituyente, de parte de todos los ciudadanos de Colombia, que incluya en el ejercicio a todos los jóvenes que hayan cumplido 16 años, y quieran voluntariamente depositar su voto, en la Constituyente Social, de la que hará parte la Constituyente Educativa.

15 de marzo de 2015

DEBACLE DEL PODER JUDICIAL EN COLOMBIA
¿LA CORTE DE LOS MILAGROS?


                                                             Después de 3 semanas seguidas, se destapan las alcantarillas de los bajos fondos que intercomunican a los magistrados de la Corte Constitucional con lo que fue el régimen para-presidencial, un nido de la para-política que agoniza pero no muere aún, como decía Antonio Gramsci hablando de la crisis de un bloque histórico determinado.


Se ha descubierto, primero, por la prensa, y luego por las autoridades, cómo existen conexiones oscuras, de Jorge I. Pretelt, y de exmagistrados litigantes ante las cortes, con los negociados del petróleo en Casanare. 


Además, aparecen en escena los paramilitares que mandaron en Casanare están los que han despojado en Córdoba a un sinnúmero de campesinos, y entre otros, a los propietarios de tres fincas, que por triangulación, mediante la esposa del presidente milagroso de la actual Corte Constitucional, lo convirtió en propietario de esas tierras.

Por lo pronto, nuestra facultad de Derecho y Ciencia Política, en la Universidad Nacional de Bogotá, y en concreto el departamento de derecho y sus vinculados y adscritos nada dicen, nada dicen. Tampoco reaccionan tomando posición frente a esta agonía infecciosa, contagiosa de la justicia nacional. Ni siquiera hay un foro, un ademán de emergencia, que nos ponga a contravía de la corrupción.

¿Hasta cuándo?


                                                                  No hemos visto, por lo pronto, y por fortuna, que egresados de la Nacho mojen prensa como protagonistas de esta verdadera "Corte de los milagros", que ha difuminado en el mercado de favores y fortunas, lo que de bueno ha ofrecido a un país atravesado por la incumplida promesa de la igualdad real y efectiva.



Por el contrario, el quehacer de Pretelt y sus asociados, así como la deferencia de sus colegas en el tribunal de las libertades, horada y mermea con sus miasmas el primer paràgrafo del artículo 13. Esta trinchera parecía en algún sentido resguardada, después de haber "autorizado" la primera reelección de la cabeza del régimen para presidencial, y rectificado su rumbo equivocado al haber impedido la segunda.



Es necesaria la movilización general, de todos los modos posibles, contra esta nueva, abierta, descarada afrenta a las libertades de los colombianos, que no a la justicia, que duerme el brutal sueño de "los justos" desde que bloqueó la participación ciudadano, poniéndole talanqueras en el Congreso, y luego con la aprobación de la reelección por una vez, y hasta ahora. 

Pese a que muchos beneficiarios actuales o potenciales, porque están en turno de ser promovidos a esos estrados, se descosan en alabanzas que tienen apoyos en actuaciones pretéritas, con excepción de impedir el descaro de la segunda reelección, que fue la despedida triunfal del magistrado Humberto Sierra Porto, quien nos representa en la Corte Interamericana con sede en Washington.

¿Y los aprendices de abogado y jurista? 



                                                         La intelectualidad que se forja y que convive en la Nacional tiene que tocar a somatén; sin dejarse distraer por los esperpentos de una procuraduría afectada de sordera, y una comisión de acusaciones maniatada por corruptos partidistas de toda laya.



Vuelve a ser la hora de la sociedad civil de abajo, para limpiar, con cordura y firmeza al "establo de augías". Así las cosas, la universidad es atalaya y reserva de las mejores y más plurales energías de la nación, ¿o lo era?

Es urgente que se convoque a un congreso extraordinario de todas las facultades de derecho, sin excepción, para fijar correctivos y pautas de todo orden a nuestra administración de justicia, y al deshonroso ejercicio de la profesión de litigante, tratadista, o jurista de cualquier campo de este saber técnico. Es un plazo y una condición que se cumplieron hace rato, antes que la causa se pierda definitivamente, o repose en anaqueles repletos de causas no resueltas.

13 de marzo de 2015

EN EL HOMENAJE  A ZULETA

AVANCES DE UN LIBRO EN PREPARACIÓN
AUTOR: ESTANISLAO ZULETA. PUBLICADO EN SEPARATA ESPECIAL DE LA REVISTA CONTRAVÍA No. 7.

Miguel Angel Herrera Zgaib

Observación preliminar

La separata especial sobre "El nacimiento filosófico del liberalismo" apareció publicada por primera vez, en la revista Contravía, su número 7.  Pero este es un proyecto que quedó interrumpido en el número 10, por afugias presupuestales, y algunos desacuerdos internos de sus animadores principales.

El libro del que dicho es parte debió aparecer para entonces, en la colección Palabra y Acción, que en cambio si publicó de Zuleta, antes dos conferencias con formato de libro. Fueron pronunciadas durante el mismo año 1978, en el mes de julio, bajo el título "Acerca de la naturaleza de las ciencias sociales". 

Estas conferencias  tuvieron una nueva publicación como parte de otro libro de la mini colección de Fica. Apareció con el título "Ciencias naturales y ciencias sociales. Estanislao Zuleta", al cuidado del intelectual Fabio Giraldo, discípulo y contertulio de Estanislao. 

Este libro, con un extenso y sustancioso prólogo de Giraldo,  "Estanislao Zuleta: Precursor del pensamiento complejo en Colombia" circuló con renovado éxito durante el año 2003.

En el interim, el profesor y doctorante, Juan Carlos García Lozano, ofrecía un curso en el pensamiento de Zuleta durante tres semestre en la carrera de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Bogotá. 

Luego, la revista Escarabeo publicó, un ensayo de mi autoría en su número Letras Críticas. Esta es una publicación a cargo del poeta y editor, Héctor Peña Díaz, amigo de Estanislao en el último trayecto de su vida productiva. 

El ensayo se titula "Un diálogo: pensamiento, política y literatura". Se encuentra colgado en el sitio de la web Academia.edu, donde ha sido honrado con un nutrido número de visitas. 

Ahora, reproduzco unos apartes del texto publicado en CONTRAVÍA

EL Nacimiento Filosófico del Liberalismo

ESTANISLAO ZULETA

EL Racionalismo de Descartes

                                                    Vamos a comenzar, como les había anunciado a algunos de los amigos que programaron este pequeño curso, por hacer un examen del Discurso del método, en la perspectiva  de su época, y desde el comienzo también en diálogo con esta. Teniendo en cuenta que hoy, en polémicas iniciadas en 1977, en Francia, en Italia sobre el Eurocomunismo, por ejemplo, se resalta la vigencia e importancia de la obra cartesiana.

EL Discurso del método comienza por la proclamación de uno de los criterios fundamentales del racionalismo moderno, curiosamente redactada; y que en todas las corrientes del pensamiento social actual, psicoanalítica, antropológica, linguística, marxista no ha hecho más que acentuarse. Es el pricipio que podríamos denominar como el criterio de universalidad. 
La enunciación de Renato Descartes es la siguiente:

"El buen sentido es la cosa mejor repartida del mundo; pues cada uno piensa estar tan bien provisto de él que aquellos que son más difíciles de contentar con todo lo demás, creen que tienen bastante y, por consiguiente, no desan aumentarlo."

"No es verosímil que todos se equivoquen; eso nos demuestra, por el contrario, que el poder de juzgar rectamente, distinguiendo lo verdadero de lo falso, poder llamado por lo general buen sentido, sentido común o razón, es igual por naturaleza en todos los hombres; por eso la diversidad que en nuestras opiniones se encuentre, no procede de que unas sean más razonables que las otras, porque, como acabamos de decir, el buen sentido es igual en todos los hombres; depende de los diversos caminos que sigue la inteligencia y de que no todos consideramos las mismas cosas." (Separata especial, Contravía 7, p.3).

Esa es, pues, una muy famosa formulación inicial de Descartes. En tanto se trata, evidentemente, del Discurso del método, presenta en forma indirecta el concepto de método, diciendo que lo que hace diferente nuestras opiniones es éste; es decir, se trata de qué, cómo y a qué cosa le aplicamos el entendimiento y no el entendimiento mismo. 

El problema de la verdad no va  a ser -para decirlo en términos modernos- un problema tratado desde un relativismo, por ejemplo, psicológico o biológico, como el ejercicio de una facultad que si está muy desarrollada en el sujeto, entonces, lo conducirá a la verdad, pero que si está poco desarrollada, entonces lo conducirá al error.

Descartes comienza pues, por poner en cuestión la reducción de la diferencia, de lo que él llama nuestras opiniones, a una diferencia de lo que podríamos llamar nuestras capacidades. Los objetos que consideramos, la manera como los consideramos, el grado de sometimiento que tengamos a un conjunto de prejuicios, como dice él, que nos impiden considerar críticamente los objetos que tenemos ante nosotros, es lo que hace diferentes a nuestras opiniones." (p. 3)

(Continua)

VII SEMINARIO INTERNACIONAL ANTONIO GRAMSCI

DEMOCRACIA, GUERRA Y NUEVA REPÚBLICA, 1512-2012.

GRUPO DE INVESTIGACIÓN PRESIDENCIALISMO Y PARTICIPACIÓN.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Carlos Bohrt; Sandro Mezzadra, Justo Soto, Francisco Hidalgo, Miguel Angel Herrera