PROYECTO PASADO Y PRESENTE
UNA VUELTA A SUACHA
Miguel Angel
Herrera Zgaib
Caminando entre la
historia y el presente
Hace varios años, en
tiempo de elecciones de mitaca, con mi amigo Gustavo Moreno, hicimos una visita
a este municipio que habitan más de 800.000 personas, una buena parte de las
cuales se movilizan ahora desde la estación San Mateo hasta la lejana capital en
procura de su sostén material y su alimento espiritual.
Una parte considerable de sus habitantes siguen sometidos a
las dos empresas alimentadoras, privadas, que los traen hasta el punto de
partida de sus lugares de habitación en 6 Comunas, y dos corregimientos. Antes,
Suacha, y todavía, sigue en mala parte sujeta a los dictados del gran transportador,
Carlos Delgado, quien manejó los hilos políticos del municipio con tal que su
monopolio no fuera tocado.
No pocos creen que Carlos sigue haciéndolo en contacto con las
familias suachunas que hacen la política, y con Marco Tulio, el ex zar de los transportes
en Bogotá, quien iba a ser nombrado de nuevo por el alcalde Petro, cuando la
crisis del Transmilenio lo puso a hacer peroratas fuera del edificio tribunicio
de su alcaldía venida a menos.
Con todo, Suacha es y sigue siendo un territorio ancestral sepultado en
el recuerdo, y forjado en su existencia por las capas poblacionales que lo han habitado por algo más de 300 años
relativamente conocidos; pero sus antecedentes y glorias son casi ignorados por quienes la pueblan como un
lugar de "promisión". Muchos venidos de las esquinas del dolor, el terror y
la exclusión que no cicatrizan en el mapa aterido de la otra Colombia, que ellos no la gobiernan todavía.
El porqué de esta
visita
Luis Eduardo, un estudiante de maestría en la Nacional, a
quien conocí desde que se presentó para ser auxiliar docente en mi curso de
Teorías de la Cultura Política, se involucró en las experiencias del grupo
Presidencialismo y participación, en investigación y extensión, así convinimos en hacer esta jornada enriquecedora e inolvidable.
Claro, quien compartió la docencia conmigo durante un semestre, despuès, cualquier día me
invitó a conocer el trabajo comunal que adelanta en el barrio San Marcos, del cual es el presidente de la Junta, a la vez que el secretario de asuntos políticos de la
Asojuntas de la Comuna 6.
El día fue ayer, luego que la visita programada para el sábado inmediatamente anterior no
resultó. Nos encontramos a la altura de la gobernación de Cundinamarca, donde Luis
Eduardo como dirigente comunal adelanta una especialización. Desde allí, tomando por la
carrera 30 hicimos el consabido viacrucis de atravesar la ciudad de Bogotá para
llegar a nuestro destino un sábado por la tarde.
Esta es casi siempre una procesión laica, sin las solemnidades ni el lujo de
una semana santa payanesa. En cambio, se absorbe la contaminación de los
vehículos en prolongado trance de "chatarrización," se sufre la estrechez de las vías, la
aglomeración de vehículos de todo tipo, esquivando los
varados en la vía, y vadeamos la construcción de un puente que cual saurio
prehistórico se aposenta sobre la llamada autopista Sur;que pareciera no
querer ser terminado por contratistas, interventores, o otros
"gorrones" de ocasión.
La travesía duró 45 minutos. Entramos por una de las dos vías
de acceso los fines de semana, del lado izquierdo del municipio que
colinda arriba con parte de Ciudad Bolívar. Es donde está ubicada la comuna 6.
El sitio de la reunión
Recorrí las calles estrechas hasta llegar al salón comunal,
ubicada en una esquina de la calle pavimentada a medias. Un espacio cómodo
provisto de unas 100 sillas, donde los
organizadores de la reunión tenían dispuestos o videobeam, y que se engalanó
luego con tres banderas, de Colombia,
Suacha, y la Acción Comunal.
La cita era a las 5 pm. Arrancó a las 5.30, con la asistencia de unos
cuarenta comunales, entre ellos los presidentes de 20 juntas; dispuestos de
hace varios meses a torcerle el cuello al clientelismo, que parasita al
municipio y sus recursos por una buena cantidad de años. Comoejemplo, la
construcción del la estación de Transmilenio, para beneficiar todo lo que se
pudo, el monopolio en el transporte bajo dominio privado; a cambio de
votos y prebendas,màs los negociados de rigor con que se esquilma a las administraciones locales con poquísimas excepciones, a lo largo y ancho del país .
La deliberación planeada hasta las 7 pm., se extendió hasta
las 7.30 pm. Hubo la intervención ordenada de los asistentes, presidida por la
presentación de una joven activa en la causa comunal, que compartió un video
que explicó con sencillez el asunto electoral en relación con los concejos, y
hubo una lectura de los asuntos que compete decidir a los concejales, que en el
caso de Suacha son 21 en total.
Dispuestos en círculos los ciudadanos de diversas edades
hicieron comentarios, críticas, y propuestas que se escribían en un pliego de
papel fijo en la pared. Había camaradería, y disposición para el cambio. Antes,
claro está, nos presentamos cada uno por su nombre, y procedencia. Lo que
permitió identificar a los organizadores principales, con el presidente Omar, a
la cabeza, Luis, los nuevos asistentes que ya suman en dos reuniones a un
número representativos de presidentes de juntas de acción comunal que reclaman
para sí y la gente que representan autonomía en la gestión de los asuntos
comunes.
Al cierre de la rica, y provechosa reunión, acordaron una
tercera reunión con una agenda que define la tarea de consultar a sus bases
barriales, y configurar un proyecto de escuelas ciudadanas en los tres sectores
urbanos en que está dividida la comuna para avanzar en el conocimiento político,
y preparar los ejercicios de auto-organización y participación activa en las
elecciones del 30 de octubre.
Hubo, cómo no, autocríticas, claridad y brevedad en las apreciaciones
de los asistentes, y camaradería, que fue sellada con un convite de empanada y
jugo que animó la parte final del ejercicio para preparar la despedida y fijar
las tareas de la entrante semana.
Una visita y un recuerdo vivo
En un momento de la reunión tuvimos la visita de otro joven estudiante,
Heiner, que anima una experiencia educativa y cultural en el barrio El Porvenir. Esa noche estaba realizando el
grupo de jóvenes una proyección de cine infantil, y en un lote multipropósito,
a uno de sus lados, levantaron un telón, donde el séptimo arte cumplía con la
magia de la imagen y sonido, en un ambiente, donde el frío lo domaba la
cercanía y el entusiasmo.
De propia voz de los protagonistas, conocí la historia del
concejal de la UP, Bladimir Escobar, quien fue asesinado en tiempos de masacre
y genocidio, que no se borran. Con su nombre se llama la Casa Cultural cuya
propiedad se encuentra en litigio con el actual presidente de la Junta, porque
esa construcción fue levantada por los comunales que llegaron, orientados por
las luchas de Provivienda a levantar de la tierra lo que se llamó Ciudad
Latina, y luego el Porvenir.
A un lado del parque, yermo de grama, con un pedestal en
cemento, en una esquina hay un lote cercado con teja de zinc. Mi alumno de
Cultura Política, haciendo de generoso anfitrión me condujo al interior donde
está una casa prefabricada, donde guardan los implementos artísticos que sirven
al trabajo barrial, y que decoran los afiches de la UP, de cuya recuperación
ellos son parte comprometida.
Con los recursos que pueden mantienen una convicción y un
trabajo político de izquierda en el que creen, y con el que Aída, regresada del
exilio en Suiza, consiguieron una unidad con el PDA que rindió sus frutos en
las urnas.
Proyectando en presente
sin exclusiones, desde abajo
Este mismo sábado, en la noche, supe, por boca de uno de los delegados,
que tenía la UP una reunión nacional en Bogotá, de la cual venía entusiasmado,
por cómo avanzaban los preparativos electorales en este tiempo esperanzado de
negociaciones de paz.
Igual, me comentaron que en 15 días estarían
"graduando" 20 maestros en D.Hs, que seguirán en la brega de darle
paso a una generación nueva.
Respetuosos de la vida, de la diferencia ideológica
y de formas de vida, donde ser de izquierda no sea patente de corso para
asesinar o desaparecer a quienes piensan diferente o viven diferente. Aunque en
esta misma semana, la C.C., el conjuez, haya temido avanzar en la dirección de
hacer realidad el mínimo común múltiplo de la igualdad social.
A pocos metros, en la frontera entre la comuna 6, y la comuna
5, un grupo de jóvenes que venían de esta, con tragos, protagonizaban una
pequeña refriega con golpes incluidos, que no pasó a mayores. Pero, que mis
anfitriones me comentaron, era otra de las realidades por transformar en la
Suacha de hoy. El lugar del que venía esta algarabía era una hoya, donde
delincuencia, licor, y drogas ponen en riesgo la tranquilidad de los
parroquianos.
¿La Ciudad Futura?
En esta corta visita, en este compartir circunstancial, por
supuesto, se cruzan sentimientos, recuerdos y tareas por cumplir. Pero, no me
queda duda, que los jóvenes de la Nacional, sin importar sus perfiles
ideológicos y políticos, con lo que pueden están en la brega de transformar a
Colombia, de romper los privilegios que parasitan la vida de la nación que
hierve en sus venas, alienta sus corazones, y fortalece su intelecto.
Los veo a todos movidos en el espíritu y el mensaje que
dirigía Gramsci a los jóvenes en la revista Ciudad Futura. Aquí, en Suacha,
territorio de Muiscas, hogar de los subalternos de todos los rincones, con todo
y dificultades, yo la veo emerger, en estos comunes que no dan el brazo a
torcer, hombres y mujeres.
En su cotidianidad están dispuestos a que el año 2015 sea
inolvidable en sus vidas; y tienen a sus jóvenes dispuestos a no ceder en el
empeño, a reclamar un lugar para la poesía, la alegría, una disposición para
mojar la palabra en las mieles del compartir fraterno.