LA COYUNTURA DEL
19 DE NOVIEMBRE
Miguel Angel
Herrera Zgaib
Profesor Asociado,
Unal. Colombia
miguel.herrera@transpolitica.org
Multitud y orden glocal
El mismo
día que arranca la visita de un brillante intelectual, que ha defendido sus
convicciones y "pagado" con cárcel su consecuencia, el filósofo y
militante político, Toni Negri, coautor de la trilogía Imperio, Multitud y
Commonwealth, Colombia escuchará el veredicto en inglés de la Corte
Internacional de Justicia, desde La Haya, con el cual se resuelve por fin el
litigio jurídico sobre aguas marinas y submarinas con Nicaragua.
El orden regional
será el plato fuerte, servido en una
institución global, y la filosofía de Marx y Spinoza un ingrediente útil para
pensar el actual rumbo del mundo y sus conflictos presentes en un auditorio de
la Universidad Nacional en Bogotá.
Pero no solo esto
ocurrirá, simultáneamente en el mismo día, sino que en otro lugar del Caribe,
en La Habana empezarán en serio las conversaciones para la paz entre el
gobierno Santos y las Farc, según una agenda pactada desde el pasado mes de
agosto, teniendo como líderes a Humberto de la Calle y a Iván Márquez ubicados
en las dos esquinas del espectro ideológico.
Junto a los dos
delegados estará la incómoda presencia de una guerrillera internacionalista,
según unos, Tanja Nijmeijer, nacida en la misma tierra que Baruch Spinoza; y
según otros, en particular la columnista Salud Hernández, la verdadera Tanja es
“una europea colonialista e idiota”, más aún, “la terrorista que escogió de
manera voluntaria la senda del crimen para imponer sus ideas…”
La Corte de la Haya
Este asunto tuvo un
primer reciente episodio en el año 2007, cuando la Corte Internacional asumió
la competencia a petición de Nicaragua, reconoció que el meridiano 82 no fijaba
límites entre los dos países; a la vez que ella misma validaba otros aspectos
del Tratado Esguerra-Bárcenas (1928) como que San Andrés, Providencia y Santa
Catalina son colombianas.
Pero quedó también
hasta este lunes por definirse la soberanía de 7 cayos, acerca de los cuales
Nicaragua también mantiene pretensiones con anterioridad al Tratado Esguerra-
Bárcenas de 1928.
Lo que se resuelve
este 19, en materia de límites tiene que ver con lo que ocurra con Quitasueño,
que aparece y desaparece en ciertas temporadas cubierto por el Caribe, y otras
formaciones marinas visibles que hacen parte del Archipiélago, y sobre
todo, por dónde irá el trazado de los
límites definitivos. Los expertos colombianos, el propio presidente Santos, y
el excanciller Londoño Paredes, estudioso del tema por cuarenta años, sostienen
que el fallo será favorable en todo a Colombia.
Los agentes
gubernamentales esperan con la experticia del excanciller Julio Londoño, James Crawford, y la intelectualidad bipartidista que lo asiste, que el límite se
trace entre la costa nicaragüense y la del archipiélago, mientras que Nicaragua
ha propendido porque el trazo sea entre las costas continentales de los dos
países. Ninguna de las fórmulas obliga a la Corte.
Por lo pronto, los isleños colombianos, en número de
70.000, en todos los casos están
preocupados con la riqueza ictiológica que tendrían que compartir con los
Nicas, aunque de hecho barcos de varias nacionalidades la saquean y expolian
tanto como los piratas ingleses y
holandeses de antaño acostumbraban hacerlo contra las flotillas españolas que
se hacían a la mar entre Cartagena y La Habana.
¿Qué cosecha se
recogerá?
Sin embargo, lo que
se cosechará ahora se sembró desde 1999, como resultado de lo acordado entre el
gobierno de Colombia y el de Honduras. Entonces Nicaragua comunicó que quedaba
terminado todo arreglo directo.
Ahora es la
justicia internacional la que resuelve el conflicto entre países hermanos,
afectados durante más de doscientos años por los repartos coloniales y
neocoloniales cuyas heridas aun no se curan. Primero fueron los españoles,
después los ingleses, y finalmente los estadounidenses desde los tiempos del
presidente James Monroe, a propósito de lo cual escribió un brillante ensayo el
excanciller liberal Indalecio Liévano Aguirre.
Como también
continua pasando en el Medio Oriente, allí sí en forma sangrienta, entre dos
pueblos divididos por los intereses globales, que no les permiten construir un
convivencia verdadera. Allí es también
un interés neocolonial, el de Estados Unidos en este caso, y reelecto
presidente Obama, quien avala la agresión a Gaza, con más de 39 víctimas
contabilizadas, y la preparación de una nueva ocupación punitiva por 70.000
efectivos israelíes acuartelados, similar a la realizada en 2008.
Así las cosas, la
ciudadanía glocal, el común, no puede dejar en cabeza de las representaciones,
en las elites, por ilustradas que parezcan la solución de los problemas
fundamentales de la convivencia global y local.
Igual pasa con la
conversación de paz en La Habana, circunscrita a las representaciones del
gobierno y la guerrilla, mientras que lo que se ofrece al resto de Colombia, a
la sociedad organizada como sociedad civil, una plataforma de internet para que
escuchen y hagan llegar sus comentarios y sugerencias desde afuera.
En tal sentido, no es lo mismo que se hizo en
el Caguán, cuando el mensaje llegada con su portador de carne y hueso, y tenía
cinco minutos para leer su diatriba, reclamo y propuesta in situ, y visto por
una tele-audiencia acuciosa. En ambos casos, la eficacia es la misma,
espectáculo sin ningún poder de decisión.
Bolivarismo y
Monroísmo
Sin embargo, para
el 19 no estarán presentes en La Habana, solamente los “negociadores” sino la
mayor parte de 60 asesores divididos por igual entre ambas partes del
conflicto,y todos aquellos que consiguieron visa del gobierno cubano para estar
allí en calidad de periodistas, analistas, o representantes de las mil y una
Ongs de la variopinta geografía nacional e internacional.
Con ese horizonte
reflexivo, decisorio e incierto encaremos tod@s el triple evento del 19 de
noviembre que cubre en simultánea a La Haya, La Habana y Bogotá. Para dos de
las situaciones conviene pensar en una diplomacia directa y desde abajo, con el
protagonismo de la ciudadanía de Colombia y Nicaragua en ejercicio
constituyente.
Así, este asunto de
límites y lo que siga al fallo tendrá un desarrollo satisfactorio recuperando
el espíritu y la materia de lo expuesto por Liévano Aguirre en su escrito
“Bolivarismo y Monroísmo”, por una parte; y por la otra, que esta misma
ciudadanía reduzca al máximo el juego excluyente de las representaciones que
practican el gobierno y la guerrilla.
Un Pensamiento de
Ruptura en Común
De una vez, y en
todo caso, el común ha d exigir un refrendo de lo que finalmente se acuerde al
final de lo discutido y decidido en La Habana para poner fin al conflicto
armado con una de las partes, porque hasta la fecha, la incorporación del Eln
ha quedado descartada del presente ejercicio bilateral, así como la inmediata
tregua navideña.
Claro, el encuentro
con Antonio Negri en la Universidad Nacional, que arranca el 19 y se extienden
hasta el 21 de este mes, las reflexiones que proponga y debatamos en un espacio
académico plural y libre, contribuirán a fortalecer un pensamiento de ruptura
capaz de ajustar cuentas con las lógicas que animan los procesos imperiales y
capitalistas del presente.
Ellas nos ayudan a
esclarecer, y no de modo exclusivo y excluyente, el papel definitivo de las
multitudes, el nuevo sujeto democrático emergente en América Latina, y en
Colombia, en procura de resolver la división capitalista del trabajo entre
privado y público, para recuperar la dimensión y la potencia de lo común, que
le ha sido sacrificada, revitalizándola en los ámbitos local, regional y global
a través de la auto-valorización y auto-organización del trabajo en su
pluralidad de formas de existencia presente.
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