Segundo Día
En la mañana, los jóvenes de la Legión empezaban a hacer los quehaceres de la casa. Poco a poco el grupo se iba organizando para recorrer la finca de la Reserva Natural Sangre de Cristo. Atravesamos una parte de la selva y potreros hasta llegar a la casa 2 de la reserva, luego de una hora de caminata. Posteriormente, caminamos a la casa 3 y luego a la 4, mucho más cercanas que entre sí.
En todo este recorrido, pudimos apreciar la hermosa fauna y flora de esta región y la enorme riqueza que tiene Colombia. Micos, pájaros, hormigas y otros insectos, junto con la rica y espesa vegetación de esta zona, nos brindaron una experiencia con la naturaleza inolvidable.
Regresamos a la casa al atardecer.
Tercer DíaEn este día nos levantamos temprano para dirigirnos hacia el un rio cercano y almorzar. Esta región colombiana se caracteriza por su riqueza hídrica y sus hermosos paisajes.
Tuvimos la oportunidad de bañarnos en el río y descansar junto a él durante la mañana, antes de ir a almorzar el sancocho que nos habían preparado.
Después del almuerzo, pudimos escuchar a algunos de los Legionarios, que contaban sus historias de vida, atravesadas por el conflicto armado. Los mayores contaron como fueron desplazados por grupos guerrilleros y paramilitares y la manera en que cambió su vida. Se pudo apreciar la dureza de la guerra en los relatos de los legionarios, quienes han vivido los horrores de la guerra con el desplazamiento, el asesinato de sus familiares y una incesante inseguridad. Se percibe también en sus relatos como la política de Seguridad Democrática ha profundizado estas heridas de la guerra y ha generado nuevas problemáticas.
Cuarto Día
En la mañana se permanece en la casa organizando la actividad que se va a hacer en el caserío cercano de Lusitania. Cada grupo prepara una obra de teatro, una canción, una representación o colabora con la elaboración de la pancarta. Tuvimos pues la oportunidad de integrarnos a las actividades hechas por los legionarios.
Ya en la tarde, partimos a Lusitania con instrumentos, disfraces y la comida para hacer el ágape. Todos participamos de una u otra manera y pudimos contribuir en el quehacer de los legionarios durante esa tarde. Era este nuestro último día en la reserva.
En la noche, los legionarios nos hicieron una despedida con danzas indígenas en la que todos participamos, abrazos y comida. Cada uno contó la importancia de la experiencia y los sentimientos que esta generaba.
Quinto Día
En la mañana, luego de hacer una carta de despedida firmada por los estudiantes de la Universidad Nacional, partimos hacia Puerto Rico. Allí, nos recibieron los legionarios de ese pueblo con dos danzas; una de ellas rememoraba el cultivo de arroz, común en décadas pasadas. Partimos hacia Florencia donde almorzamos y finalmente nos dirigimos nuevamente hacía Bogotá, con muchos buenos recuerdos, expectativas y ganas de regresar a la puerta de oro del Amazonas.
Acceda al documento integro en el siguiente link: http://docs.google.com/View?id=d7vj6t4_1dgn9pndz
No hay comentarios:
Publicar un comentario