" el viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos" A. Gramsci
29 de marzo de 2013
INTERLOCUCIONES CON A. NEGRI
Conferencia final de Antonio Negri en el Auditorio León de Greiff : Lo Común: Más Allá de lo Público, el 21 de noviembre de 2012
28 de marzo de 2013
6 de marzo de 2013
APUNTES PARA LA HISTORIA POLÍTICA
Y SOCIAL DE LA SUBALTERNIDAD
ARCANA Y POLÍTICA. UN
DURO DESENLACE EN VENEZUELA.
"la verdad es revolucionaria". Antonio Gramsci.
Miguel Angel Herrera Zgaib.
Director Grupo Presidencialismo y participación
"la verdad es revolucionaria". Antonio Gramsci.
Miguel Angel Herrera Zgaib.
Director Grupo Presidencialismo y participación
Profesor Asociado, CPolítica, Unal.
El día de hoy, marzo 5, es una fecha significativa para la salud del régimen político reformador de Venezuela, que ha liderado Hugo Chávez contra viento y marea, a todo costo, empezando por la propia salud del presidente, quien ha ganado, quizá, el más alto número de elecciones en la historia de América Latina.
Hugo, el comandante de una sublevación contra los estragos del neoliberalismo producidos en la patria de Bolívar, y que se rindió cuando vio que la insurrección fracasaba; y después, amnistiado por el presidente Rafael Caldera ganó el gobierno de su país por la vía electoral, y avanzó en la transformación de Venezuela por tres periodos, triunfando en catorce contiendas electorales.
Después del triunfo
Pronto el entonces coronel desmontó el Pacto de Punto Fijo, que puso fin a la dictadura militar desarrollista de Marcos Pérez Jiménez, y animó lo que es hoy conocida como la Constitución Bolivariana, que deja en el recuerdo la experiencia fracasada de la Constitución de Bolivia, en cuyo utópico ejercicio murió asesinado el mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, en las montañas de Berruecos.
Es esta misma carta, la pieza constitucional quizá más democrática del elenco de las producidas en América Latina a lo largo de los años 90, ya que data del 15 de diciembre de 1999. La que aplicada hubiera conjurado el drama político actual. Pero, no ha sido así, porque el partido en el poder y sus aliados no lo han permitido.
Esta Constitución después de 1999 fue objeto de una reforma de su art. 230, que fue modificado para permitir reelecciones sucesivas, por periodos de 6 años, cuando en el original sólo admitía una. De haber mantenido su sabiduría inicial no viviría Venezuela, su ciudadanía, el predicamento que en esta semana de marzo parece precipitar un desenlace no querido por causa de la muerte del presidente Chávez.
¿Qué dice la Constitución Bolivariana?
Hoy la constitución venezolana, refrendada democráticamente por el pueblo venezolano; y que en su articulado incluye hasta la revocatoria del propio presidente, en casos específicos, permite en su diseño y disposiciones, a pesar de todas las interpretaciones y disputas, que haya una sucesión presidencial sin contratiempos.
El título V. De la organización del poder público nacional, Capítulo II. Del Poder ejecutivo nacional, permite acotar la salida posible ante la inminencia de un fallecimiento o una falta definitiva del presidente reelecto, quien según lo establece el art. 231, debió tomar "posesión del cargo...el diez de enero del primer año de su periodo constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional".
Ello no ocurrió hasta ahora, acudiendo a la representación popular mayoritaria del PSUV en la asamblea nacional. El partido en el poder político se vale de lo dispuesto en el art. 233, tomando en consideración las situaciones contempladas; y en particular, que hasta la fecha, el Cdte Chávez no padece "la incapacidad física o mental permanente certificada por una Junta médica designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con la aprobación de la Asamblea Nacional".
Un desenlace doloroso
Con sigilo y secretismo, al inicio de esta semana, los estudiantes ha salido a las calles de Caracas a solicitar que haya un parte oficial de la situación del presidente, aquejado de un cáncer que lo consume. Hicieron coro con un grupo de más de 50 que se encadenaron en la vecindad del palacio para protestar por el silencio del grupo gobernante.
Hace dos semanas que el presidente Chávez regresó al país, y se señala que está al cuidado en un hospital militar, o en una isla vecina a la capital. Pero, hoy martes, ni los voceros más caracterizados del gobierno o la oposición dicen nada, como si estuvieran "cuidando" el lecho de un moribundo.
Por lo que, la dirigencia del PSUV, con el vicepresidente Maduro, indicado a dedo por Chávez como su sucesor, se enfrenta históricamente con lo dispuesto en el art. 233, puesto que el presidente no ha tomado posesión en forma, desde su tratamiento de urgencia en la Habana. Episodio que se salvó con un pronunciamiento del Tribunal supremo que “obvió” lo dictado por la Constitución vigente.
Ha quedado bloqueada la nueva elección, que de modo general debió ocurrir dentro de los 30 días consecutivos siguientes. Por lo que la sucesión no se ha resuelto normalmente. Tampoco se hizo uso del encargo de la presidencia en cabeza de Diosdado Cabello que presidía la Asamblea Nacional para entonces.
Además, el parágrafo 3., del mismo articulo 233 establece que cuando se produzca la falta absoluta, y puede serlo por incapacidad física o mental permanente, si no la muerte, entre otras circunstancias, se procederá a "una nueva elección universal y directa dentro de los 30 días consecutivos siguientes..."
Si lo anterior ocurre, mientras se elige y toma posesión el nuevo presidente, se encargará al vicepresidente mientras la transición se perfecciona sin sobresaltos.
Para esta circunstancia ocurre y pasa, que si Maduro fuese el presidente elegido, concurriría antes en él, una doble condición que contravendría el texto constitucional vigente, y cualquier ejercicio democrático efectivo.
Por último, si un "milagro" médico prolonga la agonía del presidente Chávez, el art. 234 establece un límite a la falta temporal del presidente, cuando se prolonga por más de 90 días. La asamblea nacional decidirá por mayoría si la falta es absoluta.
En la condición actual de silencio, y puesto que se especula que Chávez fue trasladado de urgencia a La Habana este domingo, la Asamblea nacional tiene que autorizarlo, si se prolonga por más de 5 días consecutivos. Hoy miércoles, después del anuncio del deceso del Comandante, ocurrido a eso de las 4.30 pm., se pone a prueba el entramado constitucional venezolano, y la voluntad constituyente de las multitudes que hicieron posible el gobierno continuado del coronel que transformó y cambió el rumbo de la Venezuela que estuvo en manos y bajos los abusos de adecos y copeyanos.
Ahondar la revolución democrática
Se trata ahora de cerrar o no con un broche democrático el liderazgo promisorio de Hugo Chávez, un reformador social y político con inocultables rasgos autoritarios. Se trata de consolidar un quiebre efectivo a la tradición no democrática del continente y el mundo actuales.
Es una tarea gigantesca y urgente en cabeza de la ciudadanía de Venezuela toda, incluida la oposición. Salvo contadísimas excepciones tan solo hemos conocido en el último medio siglo del mundo ejercicios democrático liberales y pare de contar.
Un buen colofón para sostenerlo, con más veras en el siglo XIX, esto es la no democracia efectiva, es lo revelado a medias en la película dedicada a los últimos meses de vida de Abraham Lincoln, quien acudió al clientelismo para abolir la esclavitud.
Lo establecido en este filme resulta ejemplar para fijarle un curso comparativo, a los últimos cuatro meses de un presidente que se esforzó por aclimatar una nueva república, en Venezuela después el pacto burgués terrateniente sellado en Punto Fijo. En procura de lo que llaman el socialismo del siglo XXI, que no puede aplazar más la democracia de los muchos, participando, diciendo más allá del fetiche de la representación, unipersonal o colectiva.
El día de hoy, marzo 5, es una fecha significativa para la salud del régimen político reformador de Venezuela, que ha liderado Hugo Chávez contra viento y marea, a todo costo, empezando por la propia salud del presidente, quien ha ganado, quizá, el más alto número de elecciones en la historia de América Latina.
Hugo, el comandante de una sublevación contra los estragos del neoliberalismo producidos en la patria de Bolívar, y que se rindió cuando vio que la insurrección fracasaba; y después, amnistiado por el presidente Rafael Caldera ganó el gobierno de su país por la vía electoral, y avanzó en la transformación de Venezuela por tres periodos, triunfando en catorce contiendas electorales.
Después del triunfo
Pronto el entonces coronel desmontó el Pacto de Punto Fijo, que puso fin a la dictadura militar desarrollista de Marcos Pérez Jiménez, y animó lo que es hoy conocida como la Constitución Bolivariana, que deja en el recuerdo la experiencia fracasada de la Constitución de Bolivia, en cuyo utópico ejercicio murió asesinado el mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, en las montañas de Berruecos.
Es esta misma carta, la pieza constitucional quizá más democrática del elenco de las producidas en América Latina a lo largo de los años 90, ya que data del 15 de diciembre de 1999. La que aplicada hubiera conjurado el drama político actual. Pero, no ha sido así, porque el partido en el poder y sus aliados no lo han permitido.
Esta Constitución después de 1999 fue objeto de una reforma de su art. 230, que fue modificado para permitir reelecciones sucesivas, por periodos de 6 años, cuando en el original sólo admitía una. De haber mantenido su sabiduría inicial no viviría Venezuela, su ciudadanía, el predicamento que en esta semana de marzo parece precipitar un desenlace no querido por causa de la muerte del presidente Chávez.
¿Qué dice la Constitución Bolivariana?
Hoy la constitución venezolana, refrendada democráticamente por el pueblo venezolano; y que en su articulado incluye hasta la revocatoria del propio presidente, en casos específicos, permite en su diseño y disposiciones, a pesar de todas las interpretaciones y disputas, que haya una sucesión presidencial sin contratiempos.
El título V. De la organización del poder público nacional, Capítulo II. Del Poder ejecutivo nacional, permite acotar la salida posible ante la inminencia de un fallecimiento o una falta definitiva del presidente reelecto, quien según lo establece el art. 231, debió tomar "posesión del cargo...el diez de enero del primer año de su periodo constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional".
Ello no ocurrió hasta ahora, acudiendo a la representación popular mayoritaria del PSUV en la asamblea nacional. El partido en el poder político se vale de lo dispuesto en el art. 233, tomando en consideración las situaciones contempladas; y en particular, que hasta la fecha, el Cdte Chávez no padece "la incapacidad física o mental permanente certificada por una Junta médica designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con la aprobación de la Asamblea Nacional".
Un desenlace doloroso
Con sigilo y secretismo, al inicio de esta semana, los estudiantes ha salido a las calles de Caracas a solicitar que haya un parte oficial de la situación del presidente, aquejado de un cáncer que lo consume. Hicieron coro con un grupo de más de 50 que se encadenaron en la vecindad del palacio para protestar por el silencio del grupo gobernante.
Hace dos semanas que el presidente Chávez regresó al país, y se señala que está al cuidado en un hospital militar, o en una isla vecina a la capital. Pero, hoy martes, ni los voceros más caracterizados del gobierno o la oposición dicen nada, como si estuvieran "cuidando" el lecho de un moribundo.
Por lo que, la dirigencia del PSUV, con el vicepresidente Maduro, indicado a dedo por Chávez como su sucesor, se enfrenta históricamente con lo dispuesto en el art. 233, puesto que el presidente no ha tomado posesión en forma, desde su tratamiento de urgencia en la Habana. Episodio que se salvó con un pronunciamiento del Tribunal supremo que “obvió” lo dictado por la Constitución vigente.
Ha quedado bloqueada la nueva elección, que de modo general debió ocurrir dentro de los 30 días consecutivos siguientes. Por lo que la sucesión no se ha resuelto normalmente. Tampoco se hizo uso del encargo de la presidencia en cabeza de Diosdado Cabello que presidía la Asamblea Nacional para entonces.
Además, el parágrafo 3., del mismo articulo 233 establece que cuando se produzca la falta absoluta, y puede serlo por incapacidad física o mental permanente, si no la muerte, entre otras circunstancias, se procederá a "una nueva elección universal y directa dentro de los 30 días consecutivos siguientes..."
Si lo anterior ocurre, mientras se elige y toma posesión el nuevo presidente, se encargará al vicepresidente mientras la transición se perfecciona sin sobresaltos.
Para esta circunstancia ocurre y pasa, que si Maduro fuese el presidente elegido, concurriría antes en él, una doble condición que contravendría el texto constitucional vigente, y cualquier ejercicio democrático efectivo.
Por último, si un "milagro" médico prolonga la agonía del presidente Chávez, el art. 234 establece un límite a la falta temporal del presidente, cuando se prolonga por más de 90 días. La asamblea nacional decidirá por mayoría si la falta es absoluta.
En la condición actual de silencio, y puesto que se especula que Chávez fue trasladado de urgencia a La Habana este domingo, la Asamblea nacional tiene que autorizarlo, si se prolonga por más de 5 días consecutivos. Hoy miércoles, después del anuncio del deceso del Comandante, ocurrido a eso de las 4.30 pm., se pone a prueba el entramado constitucional venezolano, y la voluntad constituyente de las multitudes que hicieron posible el gobierno continuado del coronel que transformó y cambió el rumbo de la Venezuela que estuvo en manos y bajos los abusos de adecos y copeyanos.
Ahondar la revolución democrática
Se trata ahora de cerrar o no con un broche democrático el liderazgo promisorio de Hugo Chávez, un reformador social y político con inocultables rasgos autoritarios. Se trata de consolidar un quiebre efectivo a la tradición no democrática del continente y el mundo actuales.
Es una tarea gigantesca y urgente en cabeza de la ciudadanía de Venezuela toda, incluida la oposición. Salvo contadísimas excepciones tan solo hemos conocido en el último medio siglo del mundo ejercicios democrático liberales y pare de contar.
Un buen colofón para sostenerlo, con más veras en el siglo XIX, esto es la no democracia efectiva, es lo revelado a medias en la película dedicada a los últimos meses de vida de Abraham Lincoln, quien acudió al clientelismo para abolir la esclavitud.
Lo establecido en este filme resulta ejemplar para fijarle un curso comparativo, a los últimos cuatro meses de un presidente que se esforzó por aclimatar una nueva república, en Venezuela después el pacto burgués terrateniente sellado en Punto Fijo. En procura de lo que llaman el socialismo del siglo XXI, que no puede aplazar más la democracia de los muchos, participando, diciendo más allá del fetiche de la representación, unipersonal o colectiva.
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VII SEMINARIO INTERNACIONAL ANTONIO GRAMSCI
DEMOCRACIA, GUERRA Y NUEVA REPÚBLICA, 1512-2012.
GRUPO DE INVESTIGACIÓN PRESIDENCIALISMO Y PARTICIPACIÓN.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
Carlos Bohrt; Sandro Mezzadra, Justo Soto, Francisco Hidalgo, Miguel Angel Herrera