ALBERT OTTO HIRSCHMAN: VOZ, SALIDA YTRANSDISCIPLINA.
Miguel Angel Herrera Zgaib.
Un desplazado singular
El 10 de diciembre pasado falleció este economista alemán,
cultor de la transdisciplina, nacido en Berlín en 1915. Tenía 97 años de
incesante vida intelectual, y compromiso con la causa de la libertad, la
igualdad social, y con una visión heterodoxa del desarrollo.
Colombia fue un lugar experimental para Hirschman, quien
vivió por cuatro años, al mismo tiempo que se desarrollaba el experimento de la
dictadura, "el golpe de opinión" que puso en el poder al general
Gustavo Rojas Pinilla para realizar la "pacificación" de Colombia.
En su vida anterior, Hirschman, de ancestro judío tuvo que
suspender su estudio en la Soborna, y se
graduó, al fin, como doctor en economía de la Universidad de Trieste, un lugar
de encuentro de libre pensadores en los campos sociales y literarios.
Centro de rebeldía y protesta
intelectual y política. En 1955 escribió, “Colombia: Highlights of a Developing
Economy, publicada por el Banco de la República. Era su segunda publicación, la
primera divulgada se titula National
Power and the Structure of Foreign Trade (1945), en la cual se revela a las
claras su interés para articular el saber de la economía y la política.
Su debut como escritor heterodoxo en los temas del desarrollo
ocurre después de más de una década de reflexión y práctica, donde Colombia fue
un banco de prueba indudable. Entonces Hirschman publica la Estrategia del desarrollo económico en 1958. Había vivido, servido y enseñado
en los Estados Unidos. Fue becario en la U. de Berkeley, y docente en Economía
en la Universidad de Yale. Prestó el
servicio militar por tres años en el tiempo de la II guerra mundial, y luego
que obtuviera la ciudadanía estadounidense, participó como funcionario en las
instancias del gobierno económico internacional como jefe de sección de la
Junta de la Reserva Federal para Europa y Gran Bretaña.
Su presencia en Colombia
En Colombia participó de las tareas de creación de la Junta
de Planeación Económica, después de la misión el Banco mundial presidida por L.
Currie, quien había visitado Colombia en 1949, y luego regresó invitado por el
gobierno con el que colaboró hasta 1953, en la implementación de lo que se
convirtió en el DNP. Y luego con un enfoque heterodoxo se enfrentó a los
desafío del desarrollo económico desigual, esto es, un cuestionamiento a la
linealidad del crecimiento planteada por W.E. Rostow.
Construyendo libremente sobre la teoría de la elección
racional, trabajó la teoría de la cadena de enlaces económicos, y puso de
presente la relevancia de la política en la gestión exitosa del desarrollo. En
Colombia desarrolló una significativa controversia con el expresidente Carlos
Lleras Restrepo, uno de los "adalides" del reformismo desarrollista.
Fue consultor y asesor en los procesos de reforma que daban
respuesta al desafío del triunfo socialista en Cuba. En particular, la apuesta
reformista de la Alianza para el Progreso, y entró en contrapunto con el decir
del "halcón" Samuel P. Huntington, interesado en destacar el papel de
los ejércitos en la conformación de las nuevas naciones. Hay un texto de él
sobre su experiencia de campo publicado
en 1963.
Un recuerdo vivo
Hirschman fue un demócrata en materia de política, y se
convirtió en la cabeza de las investigaciones en Ciencias Sociales en
Princeton, en el Instituto de Estudios Avanzados. Allí tuve oportunidad de ver,
en vivo, en compañía de su esposa Sarah, a esta leyenda del pensamiento social
transdisciplinar, transpasando fronteras y
generaciones en su magisiterio desprejuiciado.
Allí era saludado con cariño y admiración por el excanciller
Castañeda de México, Lula, y Antonio Navarro, quienes evaluaban la situación de
América Latina en los años 90. Hacía poco que Hirschman había publicado su
trabajo sobre la retórica de la reacción.
Además de su trabajo pionero de 1958, sobre el desarrollo económico después
son igualmente destacables varios libros, "Voz, Salida y Lealtad (1970)",
para explicar a su manera el papel de la protesta y la resistencia social, y
dar respuesta al declive de las firmas, las organizaciones y los Estados.
También lo es "Pasiones e Intereses, una incursión crítica y lúcida en el pensamiento burgués antes del triunfo del capitalismo.
Por último conviene recordar
su reflexión sobre la retórica de la reacción, donde toma posición frente al "evangelio"
neoliberal, y sus antecedentes rastreados a lo largo de doscientos años de
pensamiento conservador. Ahora Hirschman decansa definitivamente en el suelo de New Jersey. No tuvo oportunidad de conocer el desenlace de su tesis sobre el desarrollo desequilibrado en Colombia.