16 de agosto de 2015


PREPARANDO EL X SEMINARIO INTERNACIONAL

HISTORIA EN PRESENTE DE LOS GRUPOS Y CLASES SUBALTERNAS

TRES VOCES EN LA COYUNTURA ECUATORIANA

                      "¿Con quién estará el Cotopaxi?. Ahora Quito bajo estado de excepción"


La respuesta de Francisco Hidalgo:

                                                                 De acuerdo a lo observado la marcha fue relativamente masiva pero el movimiento en sí mismo es débil. Es una suma de intereses sectoriales. Los indígenas alrededor de la tierra, agua y desarrollo de la "pluri-nacionalidad". 

Los trabajadores del Estado (principalmente de Salud y Educación) por lo suyo, con visión sindicalista, algo estrecha. Clases medias por lo de los impuestos y pensionados por el tema de ellos (restitución de 40% que quitó el gobierno al IESS). También, algunos sectores ambientalistas contra la minería y el extractivismo. 

La lucha política gruesa - contra la reelección, lo de la supuesta "libertad de prensa", contra la "cooptación" de los diversos poderes (legislativo, judicial, electoral) por parte del ejecutivo -, la maneja realmente la derecha tradicional (vieja oligarquía). Mientras tanto una burguesía emergente - que hay que identificar con toda claridad -, seguramente surgida con recursos del narcotráfico y otras áreas productivas que le disputan el control de la renta petrolera a la vieja oligarquía, se apoyan en Correa. 

Sin embargo, creo que el grueso de la población está con Correa. Pero éste no tiene un proyecto revolucionario. No se apoya de verdad en movimientos sociales autónomos o en una "ciudadanía" organizada o en proceso de organización. Un "nuevo clientelismo" estatal es su práctica. Su proyecto es desarrollista burgués con retórica nacionalista, anti-imperialista y supuestamente socialista. Igual a Maduro y Evo. 

La dirigencia indígena - desde mi perspectiva - no tiene claridad. Ha cometido muchos errores. Es conservadora y sectorial. Un sector de ellos está infiltrado por ONGs "indigenistas" que pueden, si no lo son ya, convertirse en agentes, conscientes o inconscientes, de la estrategia imperial. Igual sucede en Colombia y en Bolivia. 

Algunos sectores de izquierda, pegados de las reivindicaciones sectoriales de los trabajadores del Estado, se oponen a Correa. Otros lo apoyan, pero en general la izquierda está dividida, como ocurrió en Venezuela con todos los grupos que se dividieron frente a Chávez. 

Alberto Acosta cree (y empuja) que el movimiento es por rescatar lo aprobado en Montecristi (Constitución), pero esa visión sólo la comparte un pequeño núcleo de intelectuales que, según veo, políticamente no son muy duchos. Caen en cierta manera en una especie de "legalismo constitucional" y tienden al "fundamentalismo ambientalista" y se aíslan del conjunto de la población. 
 
   

El 14 de agosto de 2015, 23:43, Francisco Hidalgo Flor <francisco.hidalgo.flor@gmail.com> escribió:
Estimado Miguel Angel:

Intentando realizar un apretado resumen: los acontecimientos de este 13 y 14 evidencian un proceso de encrespamiento en las movilizaciones desde el lado opositor y el enclaustramiento del gobierno de Correa en la defensa irrestricta de su proyecto político. Las salidas politicas son postergadas hacia nuevos momentos de conflictividad.
La marcha indígena que a lo largo de veinte días avanzo desde el sur de la amazonia hacia la capital coloca a la Conaie y a los gremios populares del Frente Unitario de Trabajadores nuevamente en las primeras filas de la palestra politica, con demandas referidas a los temas de tierra, agua y defensa de derechos sindicales, mas el rechazo a la reelección indefinida.

Mas el hecho decisivo de una multitudinaria manifestacion el dia 13 en la ciudad de Quito solo fue posible por la presencia de una gama diversa de sectores provenientes de clases medias, dentro de las cuales un peso fuerte tiene la demanda contra los proyectos de ley de impuestos a la herencia y a la plusvalia.

Las movilizaciones promovidas por el gobierno tuvieron una menor magnitud cuantitativa, pero con mayor cohesion interna que antes. Se afianza una red de organizaciones cooptadas o generadas desde el mismo Ejecutivo, desde la denominada "Secretaria de los Pueblos" y el "Ministerio de la Inclusión Social". El presidente Correa salió varias veces a la tarima colocada en la plaza central para reiterar la negativa a cualquier dialogo y demandar la fidelidad popular para su proyecto politico.

El escenario es complejo, los puntos conflictivos a venir son, para fin de año el tratamiento de la reeleccion indefinida en el parlamento nacional, para inicios del 2016 el agravamiento de la crisis económica y hacia mediados el inicio de la campaña electoral por la presidencia y el parlamento, que sera a incios del 2017.

Cordialmente,

Francisco Hidalgo


El 14 de agosto de 2015, 4:49, Miguel Herrera <maherreraz@hotmail.com> escribió:
Fernando, en la construcción en la que trabajas conviene revisar las diferencias, si las hay, entre poscapitalismo y posneoliberalismo, así como entre desarrollismo y posdesarrollismo.

Para hacerle una lectura con algún detalle a los últimos trabajos de Alberto Acosta y la revista "Tendencia" que orienta Francisco Muñoz, y la revista de Ciencias Sociales de la U. Central (Quito),  entre otros referentes para avanzar en tu respuesta .

Saludos,

Miguel  Angel  Herrera Zgaib




¿QUÉ PASA EN ECUADOR?
Agosto 13 de 2015
                                                        Marchas y convocatoria de Paro Nacional por parte de organizaciones indígenas y de trabajadores del Estado (Coordinadora de Movimientos Sociales, la Organización Sindical Única de Trabajadores del Ministerio de Salud (Osumtransa), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras), en contra de políticas del gobierno de Correa.
La izquierda tradicional apoya la convocatoria. La derecha tradicional está a la expectativa y juega a la sombra. Muchas organizaciones sociales cooptadas por el gobierno no apoyan o se han quedado estáticas. El gobierno se radicaliza y califica el movimiento como "desestabilizador". Algunos sectores del movimiento social llaman a Correa a renunciar pero no es la posición oficial del movimiento (http://bit.ly/1KjZOzN). ¿Qué es lo que ocurre?
El asunto es complejo. Correa nunca logró construir un movimiento social y político que se propusiera derrotar plenamente el neoliberalismo con visión post-capitalista. Su liderazgo personal es el jalonador. Se convirtió en un caudillo. El movimiento social y la izquierda "estatista" se aislaron muy rápido del "movimiento ciudadano" y se lo dejaron a gentes con ideas anti-politiqueras pero sin una clara definición ideológica (al estilo en Colombia de Claudia López o de Sergio Fajardo).

El anti-neoliberalismo y la plurinacionalidad de Correa se quedaron en retórica, y frente a la terminación del auge ascendente de los precios del petróleo ycommodities, Correa ha tenido que retomar algunas de las políticas del BM y del FMI que en un principio fueron objeto de su ataque.
Sin embargo (al igual que sucedió en Colombia con el paro agrario), es la derecha corrupta y oligárquica (encabezada allá por Nebot, y aquí por Uribe) la que pretende canalizar políticamente esas protestas. El paro nacional en Ecuador no tiene la fuerza suficiente, se apoya en la posibilidad de bloqueos y cierres de carreteras por pueblos indígenas, pero éstos también están divididos.
Lo que ocurre en Ecuador es una lección para todos. Si el "anti-neoliberalismo" se limita y queda reducido a pequeñas reformas y aprobación de subsidios (supuesta re-distribución de la riqueza), y no se apoya en un fuerte y organizado movimiento social para avanzar hacia cambios estructurales (incluyendo la conformación de la Patria Grande Latinoamericana y la construcción de una base económica propia), tarde que temprano será neutralizado por el gran capital financiero transnacional que va "ahogando" los "procesos de cambio", como viene ocurriendo en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y el mismo Ecuador.
Los gobiernos progresistas van mostrando sus limitaciones políticas, ideológicas y prácticas, pero también, la izquierda tradicional no está a la altura de coger y levantar la posta del cambio. Ésta se "amarra" a reivindicaciones sectoriales de los trabajadores estatales y el grueso de la población la identifica con una especie de "sindicalismo estrecho y burocrático".
Por ello se requiere un "nuevo paradigma social y humano" para desbrozar el camino.
Un nuevo paradigma social y humano está en pleno desarrollo...
Se propone fortalecer el Pro-común colaborativo del Siglo XXI. Éste tiene una amplia experiencia acumulada por la humanidad. Su sentido es comunitario y social. Asume con creatividad el inmenso desarrollo de las fuerzas productivas, no le teme a los avances tecnológicos sino que los utiliza para construir democracia directa a todos los niveles.
Ese paradigma recoge los trabajos sobre el "gobierno de los bienes comunes" que combina la gestión integral de la vida social de los seres humanos y su relación con la naturaleza aplicando los avances científicos de las ciencias de la complejidad.
La acción real de millones de personas que ya construyen pro-comunes colaborativos en diversos campos de la vida humana deberá ser complementada por la acción consciente de las mayorías que deben reorientar la acción del Estado y ponerlo al servicio de los intereses colectivos, sin caer en ilusiones estatistas, sin confundir lo público con lo estatal.
Actualmente trabajamos en la tarea de construir –sin  negar los desarrollos anteriores (religiones, filosofía, cristianismo, humanismo, marxismo, anarquismo, etc.)– las bases de ese "nuevo paradigma". Y lo haremos sin pretensiones doctrinarias ni deterministas. No creemos en verdades eternas e inmodificables.
En esa dinámica –sólo como referentes–, recomendamos la lectura del libro de Jeremy Rifkin "La sociedad de coste marginal cero" y de Elinor Ostrom "El gobierno de los bienes comunes".
E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado

VII SEMINARIO INTERNACIONAL ANTONIO GRAMSCI

DEMOCRACIA, GUERRA Y NUEVA REPÚBLICA, 1512-2012.

GRUPO DE INVESTIGACIÓN PRESIDENCIALISMO Y PARTICIPACIÓN.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Carlos Bohrt; Sandro Mezzadra, Justo Soto, Francisco Hidalgo, Miguel Angel Herrera